Primer herido de bala en las protestas de Hong Kong, que enturbian el 70º aniversario de China
Decenas de miles de manifestantes desafían la prohibición policial y desatan violentos disturbios para reclamar democracia y aguarle al régimen de Pekín su Día Nacional
La violencia ha estallado por todo Hong Kong este martes con motivo del Día Nacional de China, que ha celebrado su 70º aniversario con un gigantesco desfile militar en Pekín. Para aguarle las celebraciones al autoritario régimen del Partido Comunista, los manifestantes de Hong Kong han vuelto a tomar las calles para reclamar democracia y protagonizar los peores disturbios de estos casi cuatro meses de protestas.
Repartidos por toda la ciudad, decenas de miles de manifestantes, sobre todo jóvenes y adolescentes, han montado barricadas a las que han prendido fuego y se han enfrentado a la Policía. Según informa el periódico «South China Morning Post», uno de ellos, de 18 años, ha sido herido en el pecho cuando un agente le ha disparado a corta distancia mientras le atacaba con una barra de hierro en el distrito de Tsuen Wan. Así lo muestra un vídeo grabado por la televisión Campus del Sindicato de Estudiantes de la Universidad de Hong Kong. A tenor del «Diario Oriental», el joven se encuentra en estado crítico.
«Cerca de las cuatro de la tarde, un gran grupo de alborotadores atacó a los oficiales de Policía cerca de la calle Tai Ho. Cuando un agente sintió que su vida estaba bajo seria amenaza, efectuó un disparo sobre el asaltante para salvarse», anunció en un vídeo grabado en Facebook la superintendente Yolanda Yu Hoy-kwan, que se mostró «entristecida» por este incidente. Tal y como detalló, el herido fue alcanzado «en una zona cerca de su hombro derecho y estaba consciente cuando fue trasladado al Hospital Princesa Margarita». A la espera de que se conozcan más detalles, se trata del altercado más grave de una jornada que ha dejado una treintena de heridos.
Desde primera hora de la tarde, justo después del desfile militar y civil que ha marchado por el centro de Pekín, los manifestantes de Hong Kong han ocupado diversos puntos de la ciudad. Mientras dicha parada conmemoraba las siete décadas de la República Popular China, la antigua colonia británica celebraba un día de luto en el que no ha faltado ni el dinero de mentira que la tradición manda quemar para los difuntos. Aunque la marcha había sido prohibida por la Policía, la asistencia ha vuelto a ser multitudinaria en el centro de la isla, mientras que en otros distritos de la ciudad también se registraban protestas.
«Anoche discutimos si salíamos a las calles hoy o no, pero finalmente hemos decidido hacerlo porque, si no alzamos nuestra voz ahora, las próximas generaciones no podrán hacerlo. ¡Estamos desesperados!», se quejaba Lily Lam, una empleada de una ONG de 40 años. Para ella, «lo más importante es que el Gobierno local apruebe la creación de una comisión independiente que investigue todo lo ocurrido, no solo la violencia policial». Aunque ya ha sido anunciada la retirada de la ley de extradición a China, que desató estas protestas a principios de junio, Lam asegura que «el problema es que la gente ya no confía en el Gobierno de Hong Kong». Pero dejaba claro que «las manifestaciones no son por la independencia», sino por mantener el principio de «un país, dos sistemas» otorgado a la excolonia británica tras su devolución a China hace 22 años, y vigente hasta 2047.
A pesar de esta declaración de intenciones, las protestas han tomado una deriva contra China que se vio en la destrucción de los carteles conmemorativos del 70º aniversario y en los ataques contra numerosos comercios afines al régimen de Pekín. Además, los manifestantes volvieron a causar destrozos en numerosas estaciones de metro, que suspendió la mitad de su servicio. Arde Hong Kong para quemar al régimen chino en su día grande.
«Ninguna fuerza hará flaquear a China»
Mientras esto sucedía en Hong Kong, en China el presidente mostraba el poderío militar del país en un imponente desfile, el mayor de su historia, para conmemorar los 70 años de su fundación y reforzar el liderazgo de Xi Jinping al frente del país y del partido comunista, alrededor del cual, recalcó, todos los chinos deben permanecer unidos.
En una celebración preparada hasta la perfección, el Ejército Popular de Liberación (EPL) primero y un centenar de miles de civiles después marcharon por la avenida Changan hasta la plaza de Tiananmen, engalanada de rojo, para rendir honores a Xi y a la plana mayor del Partido Comunista de China (PCCh).
«Ninguna fuerza podrá nunca hacer flaquear la posición de China o detener al pueblo y a la nación china en su camino hacia adelante», proclamó el presidente antes del desfile desde la Puerta de la Paz Celestial, el mismo lugar desde el que Mao Zedong hace siete décadas anunció al mundo la fundación de la República Popular.
El presidente afirmó que en 1949 el pueblo chino «se puso en pie» y que la revolución comunista «transformó completamente el miserable destino de China de ser pobre, débil y humillada durante más de cien años», lo que hizo estallar en aplausos a las miles de personas que llenaban las gradas instaladas en la plaza, informa Efe.
Xi vinculó los logros conseguidos por China en estos 70 años, que su discurso y los desfiles posteriores se encargaron de ejemplificar, con el hecho de «estar unidos como un solo pueblo» con el partido como eje conductor.
«Debemos permanecer unidos en torno al PCCh, debemos seguir comprometidos con el espíritu de la paz, con la reunificación y con el modelo de un país, dos sistemas», dijo, al tiempo que aseguró que China mantendrá «la estabilidad y la prosperidad duraderas en Hong Kong y Macao».
Enfundado en un traje Mao de color gris, el líder chino pasó después revista a las tropas que le rendían honores, puesto en pie en un descapotable negro de fabricación china, del que no llegó a bajarse ante la multitud congregada.