¡Qué hablen los sonidos!
Quizás para desmentir la imagen acuñada por el capitán Cousteau de los mares como un mundo silencioso, 17 científicos de nueve países han propuesto en la revista Frontiers in Ecology and Evolution la creación de una librería de sonidos biológicos subacuáticos para catalogar y mapear los ruidos de todas las criaturas que habitan los océanos del planeta.
GLUBS se llama la institución que conservaría los parloteos de las orcas, el canto plañidero de las ballenas jorobadas y las endechas enamoradas de los pingüinos, para preservarlos del embate que sufren numerosas especies, amenazando incluso su supervivencia.
En el Instituto Australiano de Ciencias Marinas, Miles Parsons, uno de los promotores del proyecto, ha explicado a la revista SCIENCE que la biodiversidad experimenta vertiginosos cambios en respuesta a la acción humana, que quedarían registrados en esa librería de sonidos conocidos y permitiría identificar los aún desconocidos mediante una base algorítmica de inteligencia artificial y así poder monitorear su distribución geográfica.
Su efectividad se vería reforzada con los aportes de los aficionados mediante una aplicación de internet para intercambiar los hallazgos individuales obtenidos con hidrófonos de bajo costo.
Mientras tanto, los medios registran el caso de Colin Siyuan Chinnery, en quien la nostalgia del timbal de los heladeros ambulantes, la zampoña de los amoladores y los pregones callejeros evocaban con tal intensidad el recuerdo de un Beijing desaparecido con el viento de la renovación urbana que lo impulsaron a convertir su casa familiar en el Museo Shijia Hutong, donde almacena más de tres décadas de grabaciones de los sonidos que acompañaron su juventud en la capital china.
Los hutong –reza la Wikipedia- son más de 4.500 callejones del casco antiguo de Beijing que datan de las dinastías Yuan, Ming y Qing, y que fueron derribados en gran parte para albergar las Olimpiadas de 2008, famosos por el silencio reinante, que contrastaba con el bullicio de la ciudad fuera de sus muros; el mismo que el artista y curador intenta, paradójicamente, reavivar.
Egresado en la Escuela de Estudios Orientales y Africanos de la Universidad de Londres, Colin Siyuan Chinnery regresó a su país para dirigir la Feria de Arte Contemporáneo en Shanghai y el Centro Ullens de Arte Contemporáneo de Beijing y emprender este proyecto Sound Terminus que significa una multifacética investigación histórica de los sonidos.
Varsovia, marzo de 2022