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¿Qué tipo de Palestina piden las protestas en los campus occidentales?

Mujeres sometidas al varón y «destruir Israel» han sido ejes del gobierno de Hamás desde 2007

Carteles en un campamento de estudiantes que se manifiestan a favor de Palestina en el campus de la Universidad de California Berkeley EFE

 

Alrededor de 60 campus universitarios en Estados Unidos y varias decenas en Europa, desde España hasta Finlandia, registran desde hace semanas protestas promovidas por grupos de izquierda que simpatizan con el movimiento político palestino Hamás. En sus apariciones en los medios, no pocos de los protagonistas se quedan desconcertados cuando el periodista pregunta sobre el trato de Hamás a las mujeres cuando estaba en el poder. La perplejidad se amplía cuando la cuestión abarca la política en general sobre derechos humanos y libertades.

El estatuto de la mujer y la yihad, la ‘guerra santa’, han sido sin embargo ejes del movimiento islamista Hamás desde su creación en 1988. En 2007, su choque armado con los palestinos moderados herederos de Arafat condujo a la victoria del partido radical, que desde entonces ha gobernado en solitario en la Franja de Gaza.

Durante estos 16 años, además de prepararse militarmente para el choque directo con Israel, Hamás ha ido introduciendo legislación relacionada con la Sharía -la ley islámica-, que sigue modelos parecidos a los aplicados en Irán o en Afganistán por los ayatolás y los talibanes.

En su texto fundacional, la llamada Carta de Hamás de 1988, el movimiento palestino subraya el importante papel de la mujer como «productora de varones» y «guía y educadora de la nueva generación». El Gobierno de Hamás impuso pronto la segregación en la franja de Gaza, y las normas de vestimenta femenina, en particular la obligatoriedad del velo. Fueron eliminadas las regulaciones anteriores sobre violencia doméstica y violencia sexual, y desde entonces la Policía de Hamás nunca ha registrado denuncias por parte de mujeres porque en un contexto social islamista serían muy contraproducentes para ellas mismas.

En febrero de 2021, la legislación radical de Hamás alcanzó su cima con la decisión de la Justicia de Gaza de exigir que toda mujer que viajara por la Franja fuera «acompañada por su guardián varón». Si no estaba en condiciones de acompañarla, el tutor -padre, marido, hermano- debería dejar constancia de su permiso, y el papel archivado en un juzgado.

Otro de los puntos más polémicos de la carta fundacional de Hamás es el referente a la declaración de que su lucha es una «yihad contra los opresores». El lenguaje de la constitución del grupo que ha mandado en Gaza es explícito. Hamás afirma que su es objetivo es la creación de «un Estado islámico» que ocupe todo el territorio del antiguo Mandato británico de Palestina, antes de 1947, y por tanto «la disolución de Israel». En 2017, la carta magna fue revisada y el lenguaje se suavizó ligeramente para sustituir la lucha «contra los judíos» por la guerra «contra los sionistas».

 

 

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