Quién es Alejandro Guillier, el exconductor de TV que el Partido Socialista chileno prefirió al expresidente Ricardo Lagos
Antes de emprender su fulgurante carrera política, Alejandro Guillier trabajó desde 1981 como periodista. Reuters
Lo eligieron en secreto. Los socialistas chilenos prefirieron ocultar su voto para optar por el candidato presidencial del partido, y optaron por el periodista Alejandro Guillier por sobre el exmandatario Ricardo Lagos.
Conocido el resultado, Lagos, el primer socialista que llegó a La Moneda tras el derrocamiento de Salvador Allende en 1973, decidió abandonar su candidatura.
«Amigos, la vida continúa», dijo al final de la declaración pública en la que hizo pública su renuncia. «No soy un caudillo, sé escuchar la voz del pueblo», agregó.
El Partido Socialista chileno unió así su suerte a la de Alejandro Guillier, sociólogo, periodista y exconductor de televisión que ingresó a la política hace sólo cuatro años, tras tres décadas de exitosa carrera en los medios de comunicación chilenos.
Con el apoyo del Partido Radical, que forma parte de la coalición de centro izquierda que llegó al poder tras derrotar al general Augusto Pinochet en las urnas, Guillier se convirtió el 2014 en senador independiente.
Ricardo Lagos, presidente de Chile de 2000 a 2006, anunció que abandonará su candidatura a las elecciones del próximo 19 de noviembre.
Y el Partido Radical lo levantó como su opción presidencial en enero de 2017.
A partir de ese momento, Guillier se convirtió en un fenómeno en las encuestas de cara a los comicios del 19 de noviembre.
En febrero de este año, el candidato llegó a superar incluso al favorito en los sondeos, el expresidente Sebastián Piñera, con un 28% de las preferencias, según la empresa Adimark.
Lagos en cambio, que tuvo un 70% de adhesión durante su primer período presidencial (2000-2006), nunca logró más del 5% como precandidato.
«Aquí el argumento de quién marca más en las encuestas ha tenido demasiada fuerza», dijo el senador socialista Carlos Montes ante la decisión de su partido, que calificó de «un error histórico».
«Error histórico es cuando un partido no escucha a la gente», respondió Guillier. «Si la ciudadanía nos toma como una opción, es porque sienten que el país cambió», agregó.
Reportero, corresponsal, conductor
Guillier es hoy la carta más popular de la «Nueva Mayoría», la coalición de centro izquierda en el gobierno formada a partir de la «Concertación», que reunió a los partidos Radical, Socialista y Demócrata Cristiano tras el fin del Régimen Militar.
Antes de emprender su fulgurante carrera política, Guillier trabajó desde 1981 como reportero, corresponsal y conductor de radio.
En la década de 1990, ingresó a la televisión, donde llegó a ser «hombre ancla» de los principales noticieros y programas periodísticos de los canales chilenos.
Durante tres años trabajó en el canal privado «Chilevisión», mientras su actual competidor político, Piñera, era dueño de la estación.
Como parte de su trabajo en TV, Guillier enfrentó una de sus mayores polémicas al autorizar el 2003 el uso de una cámara secreta para registrar el testimonio de un juez reconociendo que asistía a un sauna de encuentros homosexuales.
El magistrado se querelló en su contra por los delitos de injurias y calumnias. El periodista se disculpó a través de una carta pública, pero ha defendido su actuar en el caso.
Guillier, que ha planteado la necesidad de reformar la salud en Chile, fue también rostro de la Asociación de Isapres, que reúne a los proveedores privados de servicios de salud.
Las empresas han sido severamente criticadas, entre otras cosas, por las restricciones que imponen en los planes de salud de mujeres y personas mayores.
Efectos políticos
En el clima de alta desconfianza en la política que vive Chile, Guillier, de 64 años, representa precisamente una figura alejada de la política de pactos de la transición que encarnaron mandatarios como Ricardo Lagos.
El periodista se ha mostrado a favor de profundizar la reforma en educación de Michelle Bachelet, y abordar también el sistema de previsión chileno, criticando la administración privada de las pensiones a través de las llamadas AFP.
Para el historiador Alfredo Riquelme, de la Universidad Católica de Chile, su aparición, igual que la de grupos como el Frente Amplio, sólo es posible precisamente, gracias a las reformas de la constitución de Pinochet que firmó Lagos, que terminó con alguno de los enclaves autoritarios en el país.
Una prueba más de que, en política, nadie sabe para quién trabaja.