Rafael Rojas: Alternancia en Bolivia
Bolivia es el segundo país, después de Ecuador, que se desgaja del bloque bolivariano

Seguidores del candidato presidencial, Rodrigo Paz Pereira, agitan banderas de Bolivia. EFE | Confidencial
Se produjo en Bolivia lo que muchos advirtieron o pronosticaron: la hegemonía del MAS llegó a su fin, electoralmente hablando. El candidato que provenía de esa formación histórica, que dominó el panorama político boliviano durante dos décadas consecutivas, Andrónico Rodríguez, quedó en cuarto lugar con un 8.2% de los votos.
El balotaje será decidido por Rodrigo Paz, exalcalde de Tarija y senador por ese departamento en la Asamblea Plurinacional de Bolivia, y el expresidente Jorge Quiroga. Si se toma en cuenta que Paz es hijo del presidente Jaime Paz Zamora y que el tercero más votado, Samuel Doria Medina, fue ministro en los 90, cuando se aplicaron las reformas neoliberales, habría que concluir que el triunfo electoral de la oposición antimasista ha sido aplastante.
Ya esa oposición regresó, en parte, al poder no hace mucho, durante el gobierno de Jeanine Áñez entre 2019 y 2020, pero ahora lo hace con la legitimidad que le otorga su claro triunfo en las elecciones presidenciales. Gane quien gane la segunda vuelta, Paz o Quiroga, emprenderá un proyecto contrahegemónico. La pregunta es hasta dónde estará dispuesto a llegar en dicha reversa.
Buena parte de la prensa latinoamericana, en estos días, localiza en “la derecha” la alternancia boliviana. Pero lo cierto es que Rodrigo Paz ha tenido una evolución con momentos de acercamiento al MAS. Quiroga, en cambio, ha sido un opositor de los gobiernos de Evo Morales y Luis Arce más vehemente.
Las diferencias entre ambos contendientes, que tal vez salgan a flote en los próximos meses, pasan por distintas perspectivas sobre la Constitución del Estado Plurinacional de Bolivia, impulsada por Evo Morales y el MAS en 2009. Quiroga se ha referido varias veces a su deseo de lograr, con el apoyo de dos tercios de la Asamblea, no un cambio constitucional, aunque sí reformas puntuales.
Paz fue más cuidadoso en las primarias a la hora de hablar de cambios en la Constitución. Sin embargo, al igual que Quiroga, se pronunció a favor de una modificación profunda del poder judicial, que se elige de manera directa en Bolivia. Paz buscaría una reforma constitucional que independice al aparato de justicia de los partidos políticos y el crimen organizado, como una vía de combate a la corrupción.
Luego de la segunda vuelta en octubre vendrá un periodo de reconfiguración de la Asamblea Plurinacional en busca de una nueva mayoría. Pero vale la pena observar que en los planes de reforma de ambos candidatos no figura una desarticulación del proyecto plurinacional, que fue el eje del cambio constitucional de 2009.
La alternancia en el poder en Bolivia desafía los diagnósticos más sombríos sobre la autocratización bolivariana. Bolivia es el segundo país, después de Ecuador, que se desgaja del bloque bolivariano. Aun así, es probable que lo haga sin extremismos o sin la lógica golpista que predominó en ese país andino entre 2019 y 2020, cuando el fallido gobierno de facto de Jeanine Áñez.
*Este artículo se publicó originalmente en La Razón de México