Ramón Guillermo Aveledo: Yepes, cristiano y ciudadano
“Maracaibo ha dado tanto…” Ricardo Aguirre
Escribía sobre Roberto Yepes Boscán, juez trabajador, sabio y honorable que nos deja su limpio ejemplo al marcharse, cuando recibo como un flechazo la noticia de que Guillermo, hermano carnal suyo y mío en la idea, se apuró a acompañarlo. Tendría tanto qué decir de él.
Guillermo Yepes Boscán nació en 1942. Su cursus honorum de brillantez y honestidad, diputado, embajador, ministro, sería sin embargo insuficiente para decir quién era. Poeta, ensayista, combativo y consciente militante político desde la universidad hasta la dirección nacional de la Democracia Cristiana, su secretario de formación y el motor de su más formidable esfuerzo en ese campo, el Congreso Ideológico para la Democracia Nueva “Arístides Calvani” de 1987. Parte de la brillante generación de 1958 que tanto dio y tanto más pudo dar. En el Comité Nacional se sentaba al lado de Pepe Rodríguez Iturbe, a quien con su sonora voz de chicharra gastaba bromas pesadas que éste caritativamente toleraba por la fraternidad que los unía.
Su cristianismo no sabía quedarse quieto, por eso su ciudadanía nunca conoció descanso. Inteligente, culto, competentísimo. Si Agatha Christie hubiera escrito sobre él, la obra se titularía El extraño caso del poeta eficiente. Era trabajador, noble, recto hasta la intransigencia.
Fue mi compañero, mi amigo y mi maestro. En los tempranos setentas, en la dura responsabilidad de dar la cara por nuestras ideas en las universidades, Guillermo fue desde el IRFES marabino mi bastión de apoyo. Compartimos la experiencia gubernamental liderada por Luis Herrera. Él fue gran embajador en delicadísima misión en Nicaragua y como pocos saben, voluntad y brazo decisivos en los Juegos Panamericanos de Caracas en 1983, rutilante demostración de lo que los venezolanos somos capaces de hacer. Fui uno más del equipo que lo acompañó en el Congreso Ideológico y en Diputados volvimos a trabajar juntos. Cuando se retiró, me dejó dos encargos, la restauración del Capitolio, idea y empeño suyos y la dirección de Notas y Documentos, la revista latinoamericana del Instituto Maritain.
De su sólida bibliografía, lo último son tres libros. Uno sobre la obra de Guillermo Sucre (2012); Vetas de la Piedra Angular (2006), sobre cultura política, política cultural y cultura del mundo que viene y Pretorianismo, intolerancia y barbarie (2012), su mapa del recorrido del militarismo, la discriminación y el fanatismo a la tiranía, ese laberinto que transitamos.