Ramón Peña / En pocas palabras: Chovinismo
Los inmigrantes se han convertido en Asunto Clave de la política de Occidente. Son citados como causa de males presentes y terribles desastres futuros, idea que nutre una paranoia colectiva.
A la cabeza, Estados Unidos, donde esgrimir que “los extranjeros están envenenando la sangre estadounidense” y prometer una deportación masiva, fueron esenciales en el éxito electoral de Donald Trump. Éste, cumpliendo su oferta, ha sobredimensionado el aparato policial que persigue y hostiga a los no nacionales, obstaculiza la inscripción universitaria a estudiantes extranjeros y hasta inaugura una prisión exclusiva para inmigrantes.
En Europa, el tema es vital en la agenda de importantes líderes extremistas como Marine Le Pen, Viktor Orban, Geert Wilders, Alice Weidel, Mateo Salvini, Santiago Abascal…cuyos partidos crecen en popularidad en sus respectivos países.
Algunos partidos moderados se aproximan también a la xenofobia, por cálculo electoral ante el rédito que ésta ha dado a las organizaciones extremistas
En España, el centrista Partido Popular, interesado en el soporte del ultra conservador Vox, que ha hecho de la inmigración una bandera de su agenda política, apoya discretamente esta postura. Vox propone deportar ocho millones de personas de origen extranjero, incluidos los de segunda generación nacidos en España…
Sabemos que la preocupación esencial es la desproporcionada migración islámica en Europa, que tuvo en sus orígenes, entre otros factores, el interés en aprovechar su mano de obra barata. Por supuesto, los países tienen la potestad de administrar las corrientes migratorias como salvaguarda de su vida cultural, bienestar y seguridad. Pero va más allá la indiscriminada retórica xenófoba a la que echa mano este liderazgo político europeo.
Es infortunado este chovinismo generalizado de Occidente, ante la magnitud actual de los desplazados por guerras y miseria en todas las latitudes. Entre esos, los millones de venezolanos aventados al exterior por la desaparición de oportunidades, las carencias, la represión política y la degradación institucional…