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Ramón Peña – En pocas palabras: Distopía constitucional

                               Daniel Ortega

 

La pareja Ortega-Murillo, regidora de Nicaragua, ha encontrado el modo de gobernar a su manera sin quebrantar las leyes de la República, en un nuevo texto constitucional cortado a su medida para eternizarse en el poder e institucionalizar persecución y represión.

La reforma sustancial de la carta magna aprobada el pasado 22 de noviembre por una obsecuente Asamblea Nacional, liquida la separación e independencia de los poderes públicos. Otorga a la presidencia de la República un poder prácticamente ilimitado como “coordinador” de los órganos legislativo, judicial y electoral del Estado. Crea el cargo de copresidente para Rosario Murillo. Concede a los copresidentes reelección indefinida e inmunidad ante violación de derechos humanos.

En el nuevo texto se elimina la libertad de expresión y religión, desaparece el derecho a no ser torturado y se prohíbe la postulación a la presidencia a centenares de opositores despojados de su nacionalidad. Se consagra la bandera del Frente Sandinista como nuevo símbolo patrio.

Se legitima la existencia de una fuerza paramilitar bajo el subterfugio de “Policía Voluntaria”, la misma que, en 2018, fue ejecutora del asesinato de 355 manifestantes pacíficos. La integran empleados públicos, incluidos maestros, militares retirados y, también, reos liberados a cambio de alistarse. Todos obligados a recibir entrenamiento militar y a “estar listos para defender la revolución”. Negarse a alistarse es calificado como “delito de traición a la patria”.

Estos “héroes de la paz”, como los califica la ahora copresidenta, serán convocados para aplastar cualquier “intentona golpista” que es la denominación aplicable a toda manifestación o protesta cívica, que altere los “valores supremos de la paz y la seguridad de la patria”.

En fin, la distopía consagrada en esta carta magna. ¿La considerará como modelo algún otro régimen, también interesado en eternizarse en el poder, amparado por terrorismo de Estado consagrado constitucionalmente…?

 

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