Raúl Ochoa Cuenca: El peligro de la desintegración en Venezuela
“El fenómeno de la globalización pone en crisis la teoría de la soberanía nacional, porque el Estado-Nación, configurado por la modernidad no consigue ya controlar y proteger su territorio y, menos aún, garantizar la legitimación de sus decisiones y poder, con el fin de fomentar un proyecto político.
Se habla constantemente, y como es correcto que sea, de la situación de desabastecimiento en el cual se encuentra Venezuela, de la situación de desmadre en que han sumido a Venezuela, primero por el melómano también conocido como el indultado número 1, y ahora por el usurpador Maduro.
Pero estamos olvidando, por ejemplo, la gravedad de las consecuencias presentes y futuras inclusive a muy breve plazo del coronavirus, tema este ya mencionado por mí anteriormente. Así mismo estamos olvidando o simplemente ignorando lo que temo que podría ser un proceso de desintegración de la nación venezolana.
Copiando el concepto de nación: «Comunidad social con una organización política común y un territorio y órganos de gobierno propios, que es soberana e independiente políticamente de otras comunidades.«. Veamos primeramente los componentes jurídicos de una nación con respecto a la situación actual de Venezuela: 1.- «Comunidad social con una organización política común». O sea con un gobierno que represente a esa comunidad social o sea a su población. Entonces tenemos que preguntarnos lo siguiente:
¿Tiene Venezuela un gobierno que represente a la población? Respuesta, el hecho anómalo es que en Venezuela hay de hecho dos gobiernos, uno que ejerce el poder ilegalmente teniendo como fuente la Fuerza Armada Nacional venezolana y organizaciones criminales ligadas al narcotráfico internacional, como es el caso de las organizaciones delincuenciales internacionales mejicanas y colombianas e igualmente de centrales terroristas del medio oriente, como es el caso del Hezbollah.
Y otro gobierno legítimo surgido de elecciones de segundo grado, como consecuencia de la aplicación del artículo 233 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, sostenido por 60 potencias extranjeras, compuesto entre otras por las mayores democracias del mundo. Para lo cual cito a los Estados Unidos de América, a la República Federal Alemana, al Brasil, a Colombia, al Canadá, a la Gran Bretaña, al Reino de Suecia y en fin el Parlamento Europeo entre otros. Y lo de mayor importancia y lo cual le da su indiscutible legitimidad, es el hecho del soporte de más del 70 % de la población electoral.
Población esta, la cual expresa diariamente su inconformidad, inerme y en total estado de indefensión por la brutal utilización de la fuerza armada nacional ante cualquier intento de la población civil de exigir la instalación de un gobierno legítimo como consecuencia de la aplicación de la vigente constitución. Y lo cual en este caso, estaría acorde con el primero de los principios básicos del tema del cual hoy escribimos.
Este gobierno legítimo como fruto de la voluntad popular está impedido de ejercer sus funciones, ya que existe una estructura ilegítima, irregular e ilegal que ejerce ese poder a través de un mecanismo de fuerza, o sea el de las armas. Entonces el primer precepto de nación sencillamente no es verificable.
Veamos el segundo principio. Un territorio.
Obviamente no se trata de la denominación de un territorio, se trata de ejercer la soberanía sobre ese territorio. Entonces Venezuela no la ejerce en todo el territorio, sino en una parte porque el otro segmento -y este es otro punto muy importante- como es el de saber si lo ha hecho teniendo como base una relación de fuerza o en forma voluntaria, como sospechamos, y siempre en ambos casos dejando en entredicho la capacidad y/o responsabilidad política social, de quien en forma ilegal ejerce las funciones de gobierno y porque lo ejerce, como ya antes anotado, por la vía de irregular.
Del total de la superficie del territorio nacional, 916.445 km², nos preguntamos ¿en cuál parte de dicho territorio la soberanía no está siendo ejercida por los órganos jurisdiccionales de Venezuela?. Según la población que vive y trabaja en las zonas invadidas, el control sobre el territorio nacional que ejercerían fuerzas militares extranjeras en Venezuela se acercaría a los 150.000 Km cuadrados.
Me refiero a extensos territorios del Estado Zulia, como los municipios del Catatumbo y Perijá, y a los estados Táchira, Apure y Amazonas. Ello sin mencionar zonas del estado Bolívar donde fuerzas guerrilleras como las FARC y el ELN, y otros grupos para-militares como los Rastrojos, Los Pelusos, El Evander y las AUC, los cuales operan tanto en las fronteras de los estados Zulia y Táchira en el lucrativo negocio del contrabando de hidrocarburos como en la explotación del Oro en el Arco Minero del estado Bolívar, en el que actúan por cuenta propia como representantes de personas del círculo íntimo de la banda de Miraflores.
De manera que el segundo principio de Nación en Venezuela, que es el Territorio, al menos estaría comprometido, al no cumplirse lo es el sagrado deber de ejercer la soberanía sobre ese territorio debido a que fuerzas extranjeras armadas e irregulares son las que ejercen el control soberano allí.
Veamos ahora el tercer principio. La población. Si, aquí no hay dudas somos una nación con población que habla un mismo idioma y que pertenecemos al mismo grupo étnico en su gran mayoría. Según la ONU, en el año 2017, la población venezolana estaba compuesta por 32 millones de personas.
En los últimos 4, 5 años han abandonado el país entre 5 y 6 millones de compatriotas.
La población según la ONU es actualmente de 28 millones, mientras otros especialistas en demografía sostienen que la población está en el orden de 26 millones de habitantes.
La Fundación Cavendes realizó una encuesta llamada “Anales venezolanos de la Alimentación” a nivel nacional y de los encuestados, la mayoría no tiene ingresos suficientes para comprar la dieta habitual, mientras diariamente aumenta la pobreza, el desempleo, la escasez de alimentos y las deficiencias en los servicios públicos. El estudio concluye que de la población en general el 70 % padece de inseguridad alimentaria. Dicho en lenguaje coloquial eso se llama hambre.
¿Se podrá considerar población un grupo humano que como tal le son necesarios 90 gramos de proteínas al día y solo consume y no siempre un 8 %?. Si desde luego son nuestros hermanos, son seres humanos por los cuales yo y todos sufrimos, pero también debemos ver la situación desde una perspectiva alejada del presente y me obliga a preguntarme ¿cuál es el futuro de nación con una población que sufre de altísimo nivel de desnutrición? Y que su población en general decrece en forma más rápida que la de los países europeos víctimas de las últimas dos grandes guerras?
Gran parte de Venezuela se encuentra sin control territorial por parte de los órganos administrativos soberanos obligados por nuestras leyes a ejercerlo. Un gobierno ilegalmente constituido que representa a una población diezmada mal nutrida y la cual decrece vertiginosamente, siendo el único de los países del tercer mundo que vive esta experiencia.
Entonces queridos lectores ¿somos una nación soberana e independiente? ¿Y por cuanto tiempo aún?
Espero con toda sinceridad que esta nota pueda servir para la discusión y así contribuir a crear conciencia de la situación sobre el futuro como nación antes descrita. Termino esta nota expresando mis temores de los peligros que acechan a uno de los países más ricos en recursos del universo. No olvidemos que cambiamos la honesta y trabajadora inmigración de países como los sudamericanos en épocas contemporáneas y como la europea al finalizar la última guerra mundial las cuales le dieron brillo a su condición de inmigrantes.
Raúl Ochoa Cuenca, Anfi del Mar el 30 de marzo del 2021
Fuentes: Les Traitès et la Vie International, Mme Suzanne Bastid. Revue de Droit International Public, Université de Paris I, Pantheón Sorbonne.
Informe anual de Poblaciones de la ONU.
La crisis del estado-nación y la teoría de la soberanía en Hegel, A. Bavaresco.
Archivo Personal Dr. Raúl Ochoa Cuenca.