Revés para el Gobierno: EE.UU. rechazó eliminar los sobrecargos que cobra el FMI
El Departamento del Tesoro respondió por escrito a un pedido de legisladores demócratas justificando la sobretasa que cobra el Fondo por los préstamos elevados como el que obtuvo la Argentina en 2018
WASHINGTON.- El gobierno de Joe Biden rechazó una propuesta para eliminar los sobrecargos que cobra el Fondo Monetario Internacional (FMI) a la Argentina y otros países que obtienen préstamos elevados del organismo, dando por primera vez una estocada formal y pública a un reclamo del gobierno de Alberto Fernández para obtener mejores condiciones en la refinanciación de la deuda por alrededor de 45.000 millones de dólares que tomó Mauricio Macri.
El Departamento del Tesoro se opuso a un pedido plasmado en una carta enviada por 18 legisladores demócratas, incluidas algunas congresistas de alto perfil del ala progresista del oficialismo, Alexandria Ocasio-Cortes, Ilhan Omar y Pramila Jayapal, que catalogaba a los sobrecargos como una carga “injusta y contraproducente” y un “obstáculo para el crecimiento y las inversiones sociales” de los países en desarrollo.
“Los ingresos de los sobrecargos para aquellos países que los pagan ayudan a crear equilibrios precautorios para proteger a los accionistas del FMI contra posibles pérdidas”, escribió Jonathan Davidson, subsecretario del Tesoro para Asuntos Legislativos, en su respuesta a una carta de los legisladores del 10 de enero, según reveló la agencia Reuters. “Desde el punto de vista del Tesoro, los sobrecargos deben considerarse en el contexto del balance general del FMI, lo que es más importante, su capacidad para absorber pérdidas potenciales por la falta de reembolso de sus préstamos”, agregó.
Durante todo el año anterior, el gobierno de Alberto Fernández desplegó una ofensiva diplomática global para eliminar los sobrecargos, un reclamo del cristinismo para avanzar a un nuevo acuerdo con el Fondo. El Presidente Alberto Fernández llegó a decir incluso que la eliminación de los sobrecargos era una condición sine qua non para avanzar en la renegociación de la deuda con el organismo. Joseph Stiglitz escribió en contra de los sobrecargos. Pero el reclamo nunca prosperó, y el Gobierno avanzó de todos modos en la negociación con el FMI, que ya dejó un primer preacuerdo sobre el que ahora trabajan el ministro de Economía, Martín Guzmán, y el staff del FMI.
El rechazo de Estados Unidos a la eliminación de los sobrecargos ya se había traslucidoen octubre del año último, cuando board del Fondo mantuvo una reunión informal para discutir el reclamo argentino, en un primer paso para comenzar a explorar la voluntad de los países, sobre todo, de los miembros del G7, principales accionistas del organismo internacional, para reformar la política de tasas y del sobrecargo que deben pagar los países que acceden a créditos muy altos, como el acuerdo stand-by que firmó la administración de Mauricio Macri hace ya tres años. La agencia de noticias Bloomberg informó que el board había dado de baja el plan para eliminar los sobrecargos, una movida que, para la Argentina, implicaría un recorte en la tasa de interés y un ahorro potencial de cientos de millones de dólares por año.
Ante ese primer rechazo, el Gobierno salió a desmentir que el reclamo no fuera a prosperar y buscó instalar la idea de una “apoyo incremental” a la iniciativa. El G20 dijo luego que respaldaba que el tema fuera discutido como parte de una discusión más amplia de la política de préstamos del FMI, una línea en el comunicado final de la reunión de líderes que algunos aliados del Frente de Todos leyeron de manera errónea como una victoria diplomática. A mediados de diciembre, el Fondo mantuvo una reunión formal para evaluar su política de tasas y su política de saldo precautorios y dejó en claro que el reclamo por la eliminación de los sobrecargos era un callejón sin salida.
Algunos directores del board del Fondo se mostraron abiertos a explorar el alivio temporal de los recargos para “ayudar a los miembros prestatarios a liberar recursos para abordar los desafíos económicos y de salud que plantea la pandemia”, dijo el Fondo en un comunicado. Pero a la vez “varios directores no vieron la necesidad de revisar las políticas sobre recargos o cambiar su diseño en esta etapa, dado el bajo costo total general de los préstamos del Fondo y señalando el papel fundamental de los ingresos por recargos para garantizar una acumulación adecuada de riesgo”, indicó el mismo comunicado. La mayoría de los demás directores expresaron su apertura a una revisión “más holística y en el momento oportuno” de la política.
El Gobierno de Alberto Fernández se prepara ahora para tomar un nuevo préstamo con el Fondo para pagar el crédito que tomó Macri pagando los mismos sobrecargos.