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Ricardo Bada: Antología de páginas inolvidables (21) Jane Austen

Continúo con mi antología de páginas inolvidables como las que ya les ofrecí de Liv Ullmann, Jorge Amado, Marcos Ana, José López Rubio, Juan Ramón Jiménez, Gottfried Benn, Luigi Pirandello, Rainer Maria Rilke, Álvaro Mutis, Arthur Miller y el poeta neerlandés J. B. Charles (seudónimo de Willem Hendrik Nagel), así como William Somerset Maugham, Tomás Segovia,  Franz Kafka, Oscar Wilde, la gran poeta costarricense Eunice Odio, la mayor poeta en lengua alemana de todos los tiempos, Else Lasker–Schüler.y asimismo Sor Juana Inés de la Cruz, la monja mexicana cuya obra es una de las cimas de la poesía en lengua castellana, y el Premio Nobel alemán Heinrich Böll. Completó la veintena Gabriela Mistral, y hoy les quiero ofrecer una página de una de mis escritoras predilectas. Al respecto, esto es lo que nos dice su traductor, el poeta mexicano Luis Miguel Aguilar:

 

«En 1791, a los dieciséis años de su edad y para divertir a su familia, Jane Austen escribió las páginas que siguen. El facsimilar fue conservado por la British Library años después de la muerte de Jane Austen en 1817, pero no se publicó sino hasta 1993, anticipando el reciente boom de Jane Austen por las adaptaciones cinematográficas de varias de sus novelas. El texto de Jane Austen parodia los cuatro tomos de la  Historia de Inglaterra de Goldsmith que, como todos los niños ingleses de su tiempo, la novelista debió soplarse obligatoriamente».

Y de su traducción elijo la página magistral dedicada a aquel ser monstruoso que se llamó en el siglo Enrique VIII:

La historia de Inglaterra
Desde el reinado de Enrique IV
a la muerte de Carlos I

Por un historiador parcial, prejuiciado e ignorante
N.B.   En esta Historia habrá muy pocas fechas

ENRIQUE VIII

 

Sería una afrenta para mis lectores suponer que no están ya tan familiarizados como yo con el reinado de este monarca. Por tanto les ahorraré la tarea de leer de nuevo lo que ya han leído antes, y me ahorraré yo misma el problema de escribir sobre algo que no recuerdo muy bien, dando sólo un ligero esbozo de los principales eventos que marcaron su reinado. Entre ellos puede destacarse al cardenal Wolsey diciéndole al padre Abbott de la Abadía de Leicester que “había venido para esparcir sus huesos entre ellos”, la reforma religiosa, y los paseos del rey por las calles de Londres con Ana Bolena. Sin embargo es un acto de justicia, y es mi deber declarar que esta amable mujer fue del todo inocente de los crímenes de los que se le acusaba, de lo cual fueron prueba suficiente su belleza, su elegancia y su vivacidad, para no mencionar sus juramentos solemnes de inocencia, la debilidad de los cargos contra ella y el carácter del Rey; todo lo cual añade una confirmación, aunque quizá ligera si se compara con las anteriores alegadas en su favor. Aunque me propongo no dar muchas fechas, sin embargo considero apropiado ofrecer algunas y escogeré por supuesto las que el lector más necesite conocer; creo que es adecuado informarle que la carta al Rey estaba fechada el 6 de mayo. Los crímenes y crueldades de este Rey fueron muy numerosos para mencionarlos (como confío que esta historia lo ha mostrado a profundidad), y nada puede decirse en su defensa, sino que su abolición de las casas religiosas y el abandonarlas a las ruinosas depredaciones del tiempo, le ha sido de una utilidad infinita al paisaje de Inglaterra en general, lo cual probablemente fue uno de sus motivos principales para hacerlo, ya que de otro modo por qué un hombre que no tenía religión se tomaría tanto trabajo en abolir una que durante décadas se había establecido en el reino. La quinta esposa de su Majestad fue la sobrina del duque de Norfolk, y aunque universalmente absuelta de los crímenes por los cuales la decapitaron, muchos suponen que llevó una vida disipada antes de su matrimonio – sobre esto, sin embargo, guardo muchas dudas, ya que tenía parentesco con aquel noble duque de Norfolk quien defendió con tanto ardor la causa de la reina de Escocia, y que al final fue víctima de eso. La última esposa del Rey planeaba sobrevivirlo, pero lo llevó a cabo con dificultad.

 

 

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