Ricardo Bada: Quino nuestro que estás en los cielos
Ante la noticia de la muerte de Quino me quedo mudo. Hay personas que no deberían morirse nunca, y Quino era una de ellas. El mejor homenaje que puedo ofrecer a su memoria es pensar en Mafalda (que existe, y de quien Quino fue su profeta) de rodillas y musitando apenada: “Quino nuestro que ya estás en los cielos…”.
Fotografía: Augusto Starita / Secretaría de Cultura de la Presidencia de la Nación, bajo licencia de Creative Commons.
Otro homenaje podría ser un alfabeto Mafalda, como el que sigue:
A de ajedrez
Felipe le dice a Mafalda que mejor se lo explica a Manolito, y así se hace menos mala sangre que con ella, interrumpiéndolo siempre con comentarios que nunca vienen a cuento. Así es que le explica a Manolito, cómo se mueven las piezas, y Manolito al final le pregunta, agarrando una y examinándola por todos lados: “¿Y por dónde se le colocan las pilas?”.
B de Burocracia, que es el nombre con el que Mafalda bautiza a su tortuguita…
…y presten mucha atención al diálogo cuando Miguelito viene a conocer la tortuguita.
“Hola, me dijo Susanita que tenés una tortuga y vine a conocerla, ¿qué nombre le pusiste?” “Burocracia”. “¿Burocracia? ¡Pero che, mirá que ponerle burocracia! ¿Por qué? ¿Eh? ¿Por qué?”. Sin decir palabra, Mafalda coloca sobre el taburete a la tortuga, que se ha retirado dentro de su caparazón. Miguelito, inquisitivo: “Bueno, ¿y?” “Y, ya está encerrada, tal vez si hubieras venido antes…” “¡Cómo! ¿Y hoy ya no? ¡Es una barbaridad, yo vine especialmente!”. “Lo siento, tendrá que ser mañana, hoy ya es imposible”. “¿Y mañana dentro de qué horario, más o menos?” “Y, muy bien no sabría informarte”. “¡Ajá!… ¡Bueh!… Volveré mañana”. Y después de este homenaje a Larra, y el diálogo que convierte a Mafalda en una burócrata, Miguelito se va diciéndose que al final se quedó sin saber por qué la tortuga se llama Burocracia.
C de castellano antiguo
Esta vez, Mafalda rechaza la sopa que le trae su mamá echando mano al idioma del Siglo de Oro: “¿Qué me traéis? ¡Pardiez! ¡Llevaos de aquí vuestro vil brebaje!”. A lo cual la mamá le responde: “¡Como os plazca, vive Dios, que no seré yo quien quede enclenque!” y deja a la pobre Mafalda boquiabierta.
Ch de China
Siento predilección por historietas con preguntas de Mafalda cuando sus padres ya están en la cama. La primera de todas, en total oscuridad, llega Mafalda y pregunta: “Papá, los chinos son un peligro para el mundo occidental, ¿no?”. El papá le contesta: “Ssssí”. Y Mafalda: “Y ahora que para nosotros es de noche y estamos descansando, para ellos es de día y están trabajando ¿no?”. Y el padre se atraganta: “Si, cl…”. El reloj marca cinco minutos antes de la medianoche. En la última viñeta el reloj marca las 3.35 a. m. y el papá continúa desvelado.
D de diario íntimo
La pregunta que aquí se plantearía es ¿por qué Mafalda no siguió escribiendo en su diario?
Pero creo que ni siquiera Quino la sabría contestar. En cualquier caso Mafalda anota una vez, en el estilo del boletín meteorológico, que se levantó muy contenta y piensa que su estado de ánimo será bueno, desmejorando al mediodía (porque en la tercera de las cuatro viñetas le llega un efluvio que comienza a oler, snif, snif, y que le hace añadir) “con probabilidades de sopa”.
E de educación
Seis viñetas consecutivas donde Mafalda deglute la sopa profiriendo onomatopeyas dignas del mármol, y en la séptima exclama: “Pujjj, ¡la terminé!”, para añadir en la octava gritando hacia la cocina: “¡Cómo te estoy malcriando, madre! ¡¡¡Cómo te estoy malcriando!!!”.
F de Felipe
Felipe va para la escuela e imagina a la maestra con uniforme de las SS y gritándole: “¡¡Aaaah!! ¡¡Guten Morgen, Felipen!! ¡¡Kuarenta y cinko minuten tarrrrde!! ¿Hein?”. Él se acerca a ella rapado, vistiendo como preso de campo de concentración, y le entrega un papel diciendo: “¡Ja, señoriten, pero ich traigo der justifikativen von meine mama”. Ya en la realidad, Felipe entra en la clase, le entrega el papel a la maestra y ella le acaricia el pelo mientras lee la carta de disculpa de la madre, y le dice: “Bien, ve a sentarte, querido”, y Felipe camina hacia su pupitre ruborizado, con un suspiro de alivio, bajo las miradas extrañadas de los otros alumnos.
G de Guille
Guille, muy torero (preparándose para dar el pase del teléfono, uno que inventó Carlos Arruza y consiste en que el torero se arrodilla al lado del toro y apoya su codo en el cuerno y su mano en la oreja, como si estuviese telefoneando, un pase muy vistoso y que requiere mucho valor y dominio del toro, y al mismo tiempo nos dice que Quino entiende mucho de tauromaquia), Guille, pues, le dice a Mafalda que él es el Cordobés, y Mafalda lógicamente le pregunta por el toro, a lo cual Guille le señala a Burocracia. Así, claro, también yo sería torero.
H de hormigas
Todo depende del tamaño, le explica Mafalda a Miguelito mirando un charco en la calzada, si fuésemos hormigas este charquito sería para nosotros como el canal de la Mancha. En ese momento pasa un automóvil convirtiendo el charco en su surtidor, y los deja empapados de arriba abajo, después de lo cual Miguelito pregunta: “¿El canal de la qué?”.
I de independencia
Felipe le dice a Mafalda que aún no hizo la composición sobre la independencia nacional, y que salió a la calle para inspirarse pero no se le ocurre nada. En la viñeta siguiente Felipe y Mafalda están en la calle rodeados de anuncios de neón prácticamente todos en inglés, Shopping Center, Boutique, Grill, Trattoría, Wash & Clean… [Esta no es la única vez que Quino asocia la idea de la independencia nacional con el uso del idioma].
J de jubilados
Libertad propone una huelga general de jubilados, porque el gobierno tendría que llamar al ejército a sustituirlos para leer el diario en las plazas, cruzar mal las calles, protestar contra los jóvenes, y sobre todo, sustituir a los abuelos: “¿Creés que alguien aguantaría tener en su casa a un soldado de infantería haciendo de abuelo?”.
K de Kirchner, Cristina, la expresidente o presidenta del país de Mafalda
Lógicamente no hay ninguna tira de Mafalda donde se la nombre, pero sí que hay tres bastante interesantes donde se habla de una mujer como presidenta del país. En la primera, Mafalda se pregunta por qué una mujer no puede serlo, pero a continuación se la imagina leyendo un cartapacio rotulado como Secreto de Estado y agarrando el teléfono para llamar a una amiga y contárselo. “Ah”, se contesta la propia Mafalda. En la segunda, están los amigos jugando a que son el gobierno, y Mafalda dice que ella va a ser el presidente. Manolito grita que es absurdo, que una mujer no puede serlo. Mafalda pregunta por qué no, si al fin y al cabo están jugando. Y Manolito, rotundo: “Porque ni jugando se lo deja ser presidente a nadie que quiera innovar”. Y en la tercera, Mafalda le pregunta a Felipe si se imagina una mujer como presidenta del país y Felipe le contesta que Dios nos libre, a lo cual Susanita le replica: “Mirá, para que lo sepas, las mujeres somos más inteligentes que los hombres, ¿oís?, [y subiendo el tono] y más nobles y buenas ¿sabés?, [y ya gritándole enfurecida] y más dulces y tiernas, ¿entendés?”.
L de libertad, pero no el concepto, sino la amiga de Mafalda
Al llegar Libertad a su casa, su mamá está traduciendo al otro lado del armario biblioteca que divide la habitación. Pero Libertad grita de manera estentórea: “¡MAMÁ, VINO MAFALDA A JUGAR CONMIGO!!”. Y la mamá le responde como desde muy lejos: “Bueennoooooooo…”. Mafalda le pregunta si es tan grande el apartamento y Libertad le contesta que no, que su mamá y ella hablan así para que lo parezca.
LL del llanero solitario
Felipe sueña que es soldado, y está aterrado porque un sargento lo va a mandar a un calabozo cuando en esas aparece El llanero solitario para salvarlo. Al día siguiente Mafalda le pregunta si oyó al idiota que a las tantas de la madrugada se puso a gritar Hurras. Felipe ruborizado: “Nnno, no”.
M de Manolito
Manolito limpia, pule y da esplendor a la caja registradora del almacén y cuando ve a Mafalda, Susanita, Felipe y Miguelito observándolo incrédulos desde la puerta les dice: “Bueno, ¿qué les pasa? Vivimos en un país en el que hay libertad de cultos, ¿no?”.
N de neutralidad
Mafalfa lee la noticia del servicio militar obligatorio para las mujeres en Suiza y se queda reflexionando: “Pobres suizas, caerles esto justamente a ellas que son del país de los relojes de cu-cú, del chocolate, de las cajitas de música, de la neutralidad [se detiene, cavilando, y al cabo añade:] de la sopa en cubitos… [y grita a todo pulmón:] ¡¡¡Que se joroben!!!”.
Ñ de ñoñerías
Primeros ejercicios de escritura de Mafalda: “Mi mamá me mima, Amo a mi mamá”. Luego huele: Snif, snif. Y grita hacia la cocina: “Una de dos, mamá, o vos dejás de hacer sopas o yo dejo de escribir hipocresías”.
O de Oriente y Occidente
Mafalda está sentada en el umbral de la puerta y ve llegar a una señora, así es que se achina los ojos y le dice: “¿Kimono hitachi fuji-yama harakiri minolta hirohito?”. Luego se pone en pie y le sigue diciendo: “¡Karate hiroshima geisha! ¿Samurai ikebana?”. La señora, espantada, echa a correr y Mafalda se resigna: “¡Y después hablan de una mayor comprensión entre Oriente y Occidente!…”.
P de portero
La mamá de Mafalda se quiere duchar pero no sale agua de la regadera y envía a Mafalda a que le pregunte al portero, don Sosa. Don Sosa le dice que se agotó el agua del tanque y que el día anterior la compañía de electricidad rompió la calle y parece que dañó las cañerías de agua, aunque prometieron repararlas para hoy, pero en vista de que no pasaba nada, él (don Sosa) quiso llamarlos por teléfono, pero el teléfono no funciona, etc., etc., etc. Esta una demostración de aquello que decía mi buen amigo, el malogrado escritor colombiano Rafael Humberto Moreno Durán, que si Kafka hubiera sido compatriota suyo, hoy lo leeríamos considerándolo un escritor costumbrista, y el juicio de RH, como lo llamábamos cariñosamente los amigos, no es aplicable tan sólo a Colombia, qué esperanza, che.
Q de queso
Entra una mosca en el almacén y Manolito se limita a levantar la tapa de la quesera, la mosca huele y se desploma en barrena, fulminada: un gran ejemplo de guerra bacteriológica.
R de Raquel
La historieta 1391 es un clásico, como Fuenteovejuna o La vida es sueño. Mafalda ve llegar a su mamá con el plato de sopa y le dice, lúgubremente: “Le parecerá triste, Raquel, pero en momentos como este, ‘mamá’ es solamente su seudónimo…”.
S de sopa
Mafalda todavía no sabe leer y le pide a Felipe que mire en el diccionario si sopa es una mala palabra y si no la define como una asquerosidad inmunda. Felipe lee: “Sopa (del alemán Suppe) Plato de caldo con pan, pasta, féculas, etc.”. En la última viñeta la mamá de Mafalda se extraña de encontrar el diccionario en el cubo de la basura.
T de tortura
Jugando, Miguelito se niega a hacer de bandido, quiere ser policía, y Felipe convence a Mafalda diciéndole que Miguelito es un pedazo de pan, momento en el cual Miguelito saca un alfiler y dice que se lo ha traído para la tortura.
U de Unicef
Comisionada por Unicef, Mafalda presenta la Declaración con los diez Derechos Fundamentales de los Niños, y concluye con una severa admonición al globo terráqueo: “Y estos derechos… a respetarlos ¿Eh? ¡No vaya a pasar como con los diez mandamientos!”.
V de vivir
Mafalda le pregunta a Miguelito qué planes tiene para la primavera y él contesta bien piola: “Vivir”. Mafalda se lo queda mirando admirada: “Tan chiquito… ¡y ya tan organizado!”.
W de whisky
Mafalda y Felipe oyen un anuncio en la radio: “Sus mejores momentos acompáñelos con un whisky Black Grog”. Y Felipe comenta: “¡Pssh! Mirá si cada vez que uno sale de la escuela va a tomarse un whisky…”.
X como la incógnita en las ecuaciones
“Mafalda: —Pero… ¿por qué tengo que hacerlo?
—¡¡Porque te lo ordeno yo, que soy tu MADRE!!
–Si es cuestión de títulos, yo soy tu HIJA! ¡Y nos graduamos el mismo día! ¿O NO?”.
La mamá no contesta. ¡Ah! Aventuro la posibilidad de que no lo hizo porque pudiera ser que Mafalda fuese una niña adoptada. Tarea les dejo a los mafaldólogos.
Y de yoga
Cuatro primeros planos de Mafalda con los ojos cerrados y queriéndose concentrar mientras lentamente alza la cuchara. En la quinta viñeta estalla, frustrada: “¡¡No me sale el yoga!!”.
Z de zanahoria, como sinónimo lunfardo de tonto
Miguelito le cuenta a Mafalda que en su clase hay un chico que le tiene miedo a la oscuridad porque en ella puede haber cosas horribles y Mafalda le asegura que debe ser un zanahoria de los que se creen cualquier cosa, y Miguelito asiente diciendo: “Ni más ni menos”. Cuando ella se va su cara se ensombrece: “Esta doble vida me tiene los nervios a la miseria”.
Ricardo Bada
Escritor y periodista, residente en Alemania desde 1963. Editor en ese país de la obra periodística de García Márquez y los libros de viaje de Cela, y autor de Don Enrique, la única antología integral en castellano de la obra de Heinrich Böll.