ROLAND J. BEHAR: El tortuoso camino de la paz
En octubre de 1894, el capitán Dreyfus fue arrestado y acusado de espionaje. Fue declarado culpable por un tribunal militar por, supuestamente, vender secretos militares a los alemanes. En realidad quien lo había hecho resultó ser el mayor Ferdinand Walsin Esterhazy. El 13 de enero de 1898, Emile Zola publicó su famoso J’accuse, denunciando el antisemitismo del gobierno francés y enfocándose en la corte marcial y el encarcelamiento de Dreyfus.
En 1896, Theodore Hertzel, fundador de la ideología sionista, publicó El estado judío, donde propone que la cura para el antisemitismo era el establecimiento de un estado judío. Hertzel consideró que el mejor lugar era Palestina, como llamaban los romanos a los reinos de Judea, Israel y Samaria, cuna ancestral del pueblo hebreo.
Este movimiento produce la emigración de miles de judíos que se asentaron en las desoladas tierras y convirtieron los pantanos en fructíferas plantaciones. Los árabes de los países vecinos comienzan a arribar para satisfacer la necesidad de mano de obra que se genera.
Al tiempo, el movimiento sionista comenzó a tener miles de adeptos, judíos y no judíos, en todo el mundo, lo que produjo que el 2 de noviembre de 1917, el ministro de Asuntos Exteriores británico Arthur Balfour enviara una carta al barón Rothschild donde expresaba que el “gobierno de Su Majestad ve con favor el establecimiento en Palestina de un hogar nacional para el pueblo judío”.
La Declaración Balfour fue incorporada en el Tratado de Sevres y en la Conferencia de San Remo.
Lamentablemente, esta declaración, que orientaba la creación de un estado árabe y un estado judío, no fue exitosa debido a que los británicos introdujeron en septiembre de 1922 el memorando de Transjordania, que anuló las disposiciones del mandato para excluir el territorio al este del río Jordán donde se suponía se asentara el Hogar Nacional Judío.
La Declaración Balfour es quizás el documento más importante en la historia sionista. La Declaración Balfour fue el impulso para el éxito del sionismo político y la creación del estado de Israel.
Fue la primera oportunidad de crear dos estados vecinos donde árabes y judíos vivieran en paz. El 29 de noviembre de 1947, la Asamblea General de las Naciones Unidas votó por la partición de Palestina Occidental en un estado judío y otro árabe. Los judíos lo aceptaron, los árabes lo rechazaron y respondieron con la invasión de cinco ejércitos. Los judíos vencieron y refundaron el estado de Israel. Más tarde se han sucedido otros intentos como:
La Resolución del Consejo de Seguridad de la ONU 242, aprobada el 22 de noviembre de 1967, que incorpora el principio del intercambio de tierra por paz.
Los Acuerdos de Camp David, 1978 que consolidaron considerablemente la posición de Israel. Sin embargo, la paz entre Egipto e Israel no ha sido cálida.
La Conferencia de Madrid, 1991 que fue copatrocinada por Estados Unidos y la Unión Soviética, basada en el Tratado de Egipto e Israel alentando a otros países árabes para firmar sus propios acuerdos con Israel.
Los Acuerdos de Oslo, 1993 incorporaron un elemento que faltaba en todas las conversaciones anteriores: un acuerdo directo entre israelíes y palestinos, representados por la OLP. Su importancia fue el mutuo reconocimiento entre Israel y la OLP.
Camp David, 2000. Las conversaciones tuvieron lugar entre el primer ministro israelí Ehud Barak y el presidente de la OLP Yasser Arafat. No hubo acuerdo.
En Taba, 2001, se presentó una “propuesta transitoria”. Había más flexibilidad y se informó que los negociadores israelíes aceptarían el concepto de la capital de un Estado palestino de Jerusalén oriental.
La Iniciativa de paz árabe del 2002 fue un intento del gobierno saudita de presentar un enfoque multilateral y señaló el deseo del mundo árabe para poner fin al conflicto bajo ciertas condiciones que llevarían a que los países árabes reconocieran a Israel.
La Hoja de ruta, 2003 fue un plan elaborado por el Cuarteto (Estados Unidos, Rusia, la Unión Europea y las Naciones Unidas).
En Annapolis, 2007, se propone un acuerdo para el 2008 donde se realzaban las figuras de Ehud Olmert y Mahmoud Abbas junto con funcionarios del cuarteto de paz y más de una docena de países árabes.
En Washington, 2010 después de un paréntesis de 19 meses, Benjamín Netanyahu aceptó una congelación parcial de 10 meses en la construcción de asentamientos en Cisjordania, lo que se llamó “el primer paso significativo hacia la paz”. Pero Abbas se opuso.
Esto demuestra que se ha intentado en múltiples ocasiones lograr la paz, pero hasta que los árabes no entiendan que Israel está ahí para quedarse no creo que se logre. ¿A Ud. no le parece? A mí sí.