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Rosa María Payá: «El régimen cubano sabe que sus días están contados»

La disidente critica el viaje de los Reyes de España a Cuba (no confirmado oficialmente): «Es injusto que vayan a reconocer al heredero de Raúl»

Rosa María Payá se ha convertido en una de las voces más escuchadas de la oposición cubana. Esta joven de 28 años, promotora de la iniciativa Cuba Decide, es disidente hasta la médula, herencia de su padre Oswaldo, líder del Movimiento Cristiano Liberación que puso en marcha el Proyecto Varela. Desde que muriera en 2012 al accidentarse el vehículo que conducía el español Ángel Carromero, dirigente de Nuevas Generaciones del PP, su familia ha denunciado lo que considera un asesinato. Ahora ha dado un paso más allá al retar al poderoso estado cubano con su lucha por un plebiscito que decida el futuro de la isla. EL MUNDO ha conversado con ella una vez disputada la primera vuelta electoral de las elecciones municipales , cuya segunda vuelta se celebra este domingo.

 

La disidente critica duramente el viaje de los Reyes de España a Cuba, aunque no está confirmado oficialmente. Ni siquiera hace falta preguntarle al respecto, se lanza directamente a dar su versión: «Los Reyes de España deberían saber que están planteando visitar a un régimen y a unas personas que los ciudadanos jamás han elegido, son las que oprimen al pueblo cubano y no les permiten decidir su futuro».

Pero no hay fecha oficial, ni siquiera una decisión al respecto, aunque se asegura que no sería antes de la sucesión de Raúl Castro (prevista para febrero de 2018).

No importa que el viaje sea antes o después de la sucesión de Raúl. Esperamos que los Reyes y el Gobierno español aprueben al pueblo cubano y no al heredero designado por Raúl Castro. Es injusto reconocer a Raúl Castro y a su heredero dinástico.

 

Usted ha regresado a La Habana para censurar las elecciones municipales, en la que según los datos corregidos esta semana por la Comisión Electoral Nacional (CEN) habrían votado el 89,02% de los electores. ¿Cómo valora estos números?

Estos resultados electorales no son creíbles. Pese a los impedimentos sufridos en nuestro esfuerzo para observar el escrutinio, los números de votos anulados son mucho mayores. No pudimos estar en todos los colegios y en donde estuvimos la Seguridad del Estado prohibió a los activistas entrar y observar el escrutinio. Por ejemplo, en Palma Soriano, perteneciente a Santiago de Cuba, los policías incluso prohibieron votar a activistas y cuando llegó la hora del escrutinio secuestraron las urnas. El temor del régimen es que se sepa cuántos cubanos no fueron a votar o votaron nulo. Y todo ello bajo un régimen que va a buscar a sus casas a algunos de los que no han votado y donde se dan represalias en los centros de trabajo a los abstencionistas.

 

Analistas destacaron al principio la caída en el ejercicio del voto, del 98% de otras épocas al 90% de las últimas elecciones del 2011 y a los resultados actuales. (El CEN corrigió sorprendentemente el censo esta semana para asegurar que no votó el 85% que se hizo público el lunes, sino el 89,02% de hace unas horas).

Ningunos de estos resultados, ni los de ahora ni de los antes, son creíbles. El régimen cubano no permite a sus ciudadanos fiscalizar un proceso que es público por ley. Esconden toda la verdad. Probablemente son más los cubanos que dejan de votar y otros más que anulan sus boletas para demostrar que quieren un cambio. Así sucedió el domingo, con presencia constante policial y un proceso bajo coacción y represión. Ningún dato es creíble ni comprobable. Pero sí se demostró que el régimen tiene miedo a ser transparente y a responder a la ciudadanía. Se demostró que el proceso está secuestrado por el Ministerio de Interior. Cuando el domingo fui a depositar mi papeleta con la palabra plebiscito dibujada en ella estábamos rodeados por agentes de la Seguridad del Estado, acosándonos en todo momento.

 

Pese a todos los contratiempos se percibe cierta satisfacción en filas opositoras.

Se ha demostrado que el proceso es una farsa, también el miedo que tiene el régimen y que hay una parte del pueblo cubano dispuesta a luchar por sus derechos pese a la represión.

 

Este domingo se celebra la segunda vuelta en las 1.100 circunscripciones donde no se obtuvo el 50% de los votos. ¿Qué propone Cuba Decide para este día?

Invitamos a todos los cubanos a que anulen su boleta de forma permanente, porque es un hecho permanente que los cubanos no pueden participar en las decisiones de la nación. El sistema electoral no permite la libre elección ni la elección plural. La Constitución cubana dice claramente que el Partido Comunista de Cuba es el ente rector y que el sistema es irrevocable, y además que este artículo no se puede cambiar nunca.

 

La Unión Patriótica de Cuba (Unpacu) de José Daniel Ferrer, la organización disidente más popular dentro de la isla, se ha sumado a Cuba Decide en su campaña de las elecciones municipales, sin duda un espaldarazo a las tesis propuestas por usted.

Estamos muy felices de recibir a muchas organizaciones que como la Unpacu que como el domingo intentaron observar las elecciones y votar nulo. Es una campaña de la ciudadanía, todos están invitados a participar, incluso los miembros del Partido Comunista. La oposición ha sido la vanguardia de la ciudadanía y es una señal inspiradora que ahora se una en una propuesta concreta: el valor básico de decidir el futuro de la nación, un derecho secuestrado desde hace 60 años por el régimen y que podríamos resumir en la figura del plebiscito.

 

Pese a todo, parte de la disidencia se muestra satisfecha de lo que definen como avances…

El régimen se quitó la careta el domingo, a nosotros sí nos pareció una jornada esperanzadora por la manera en que se comportó el ciudadano, al no querer ir a votar o al anular su boleta. El régimen sabe que sus días están contados.

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