Rusia tortura sistemáticamente a civiles y presos de guerra ucranianos, dice una comisión de la ONU
El organismo asegura que estos actos son "coordinados" entre personal de distintas dependencias estatales
Militares y civiles ucranianos honran a los caídos luchando contra la invasión rusa en el muro de Kiev donde se exhiben sus fotografías. / EFE/Marcel Gascón
Ginebra/Una comisión internacional de la ONU que investiga los crímenes en la guerra de Ucrania dijo este lunes que ha reunido suficientes pruebas para señalar que las autoridades rusas hacen un uso sistemático de la tortura contra civiles y prisioneros de guerra ucranianos y que estos actos son «coordinados» entre personal de distintas dependencias estatales.
En la presentación de su último informe ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, el presidente de la comisión, Erik Mose, sostuvo que la tortura se practica en casi todos los centros de detención utilizados por Rusia en los territorios ucranianos bajo su control.
Tras recoger numerosos testimonios y analizar una gran cantidad de evidencias, la Comisión llegó a la conclusión de que la tortura se ha convertido en una práctica «habitual y aceptable», y que goza de total impunidad.
La investigación estableció el «uso recurrente de la violencia sexual» en particular contra detenidos varones
En este contexto, la investigación estableció el «uso recurrente de la violencia sexual» en particular contra detenidos varones en prácticamente todos los centros de detención, en los que se carece de asistencia médica adecuada y donde –aún peor– hasta los médicos penitenciarios participan en las torturas.
Testimonios recopilados señalan también que, en algunos centros de detención, las autoridades rusas de mayor rango han ordenado, tolerado o no han tomado ninguna medida para poner alto a las torturas.
Los que han sobrevivido y han sido entrevistados por la Comisión han relatado el grave y en ocasiones irreparable daño físico y el trauma que las torturas han dejado en ellos, así como lo difícil que resulta, tras sufrir experiencias, reintegrarse en la sociedad o mantener relaciones normales con sus seres queridos.