Saul Bellow, un judío en la corte del Nobel
El escritor norteamericano, premio Nobel de Literatura en 1976, autor de Herzog, relato ‘autobiográfico’ en el que narra su periplo como ‘cornudo’, cumpliría hoy 105 años.
Si estoy como una cabra qué le voy a hacer’, declaraba el Nobel, irónico.
Repasamos su trayectoria vital a fin de poder verificarlo:Solomon Bellow nace en Lachine, en el Quebec canadiense. Papá Abram Bellow, harto de vender cebolla egipcia en su San Petersburgo natal, había decidido abandonar su país e instalarse en pleno Canadá francófono. Pero cuando uno de sus hijos, el pequeño Solomon de tan solo 8 años, enferma de tuberculosis y permanece seis meses hospitalizado, el pater familias toma la determinación de cruzar la frontera e instalarse en Estados Unidos. La ciudad elegida es Chicago.
Pongámonos en situación: a mediados de los años veinte, Chicago es un nido de inmigrantes. Los Bellow, judíos cuyo primer idioma es el hebreo, se instalan en Humboldt Park, rodeados de vecinos que hablan en polaco, griego o alemán. La urbe es un hervidero de gánsters: Al Capone es el rey del hampa.
Dos grandes negocios, mataderos y mafia, llevan la batuta de la ciudad, con un nexo común: la sangre. Ambos conforman la idiosincrasia de Chicago. La Gran Depresión azota a la sociedad estadounidense. Solomon cambia su nombre a Saul cuando empieza a publicar en los años 40 y hace de su vida una amalgama de folios que devienen una vasta obra. Pluma en ristre, jamás deja de narrar, empecinado en llevar a término su vocación de ‘historiador social’, como gustaba de definirse, hasta erigirse en uno de los grandes de la literatura norteamericana moderna.
Obras como Las aventuras de Augie March, por la que obtiene en 1954 el primero de los tres National Books Awards de su premiada vida literaria, lo empiezan a encumbrar como autor. Su reputación internacional queda asentada tras la publicación de Herzog en 1964, relato ‘autobiográfico’ en el que narra su periplo como ‘cornudo’ cuando su mejor amigo le arrebata a su segunda esposa. En 1975 se hace con el Pulitzer con El legado Humboldt y tres meses después, en octubre de 1976, recibe el Premio Nobel de Literatura, convirtiéndose en el sexto escritor de religión judía en recibir el galardón, por su ‘comprensión humana y su análisis sutil de la cultura contemporánea’. Bellow cuenta 61 años. Y la vida continúa.
Saul, guerrero de las letras y la vida, protagoniza una existencia plena: se codea con presidentes como J.F. Kennedy, Ronald Reagan o Lyndon Johnson y con estrellas de Hollywood como Marilyn Monroe o Jack Nicholson.
La voz del humanista judío de Chicago, ‘maravillosamente lúcido hasta el final’, se extingue el 5 de abril de 2005; contaba 89 años. Maestro de la melancolía cómica, gustaba de afirmar: ‘He estado muy ocupado desde mi circuncisión’. Cinco esposas, tres hijos y una hija a los 84 años, que le sobreviven amén de una tan inspirada como premiada vida literaria, daban fe de ello.