DictaduraPolítica

Se abre un nuevo escenario

Después de que, de manera intempestiva, el régimen usó su palanca del poder judicial para librar un mandato de arresto a la nueva directiva de la Asamblea Nacional y que, pocos días antes, el tribunal supremo oficialista, sentenció a favor de Bernabé Gutiérrez para confirmarle la titularidad de AD, debemos ponernos a pensar que, lo que han venido haciendo hasta ahora los partidos políticos de oposición, les ha servido de bien poco.

Ahora, más que seguir machacando lo mal que lo han hecho los políticos, es hora de construir -al menos de intentar- algo diferente como un esfuerzo de unidad en la diversidad. No se trata de compartir ideales, sino de llegar a acuerdos prácticos que sirvan para enfrentar al régimen y no seguir permitiendo que los convierta en parte de la estrategia que este manifiestamente tiene, que es la de dividir para seguir reinando.

Los errores que se han podido cometer han sido principalmente por una mala lectura de lo que en realidad es el régimen, suponiendo que lo principal estaba en el gobierno y obviar el hecho de que el poder es más difuso y compartido.

Con un régimen de una naturaleza tan particular como el que existe en Venezuela, con múltiples aristas, hay que tener una estrategia común para atacarlo y golpearlo en unas de sus múltiples contradicciones, motivadas por intereses contrastantes.

Si se siguen utilizando acciones convencionales que fueron útiles en un pasado ya remoto, seguirán los fracasos y el régimen, a pesar de estar debilitándose, seguirá conservando su peculiar equilibrio de poder.

Hoy es indispensable entenderse, a pesar de las enormes divergencias, e intentar construir una estrategia común que pueda minar al régimen.

Sabemos que es difícil. Hay que poner de lado egos, odios, resentimientos, desconfianza y entender que sólo podrá triunfar una unidad de acción con un único propósito, que no puede ser otro que derrocar al régimen.

 

 

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