See you in Antalya!

Los 50 mil delegados a la Conferencia COP30 sobre el cambio climático comienzan a marcharse de Belem do Pará con el sentimiento del deber cumplido.
Fueron dos semanas de apasionados debates en el histórico mercado Ver-o-Peso junto al río Guama donde apreciaron la dulzura de frutas tropicales como el acaí, el cupuacúy el bacurí y platos exquisitos a base de tapioca en el complejo cultural de la Estacao das Doca, visitaron la fábrica de chocolates y comederos de ensueño en el exotismo de la isla de Combu y, de vuelta a sus hogares, mostrarán a sus amigos los videos y selfies de la pororoca, donde el Amazonas y el Pará se entrelazan sensualmente, del parque Mangaldas Garcas con millares de aves multicolores y las playas de agua dulce en la isla de Marajó que el Gobierno brasilero exhibeorgulloso al mundo como símbolo de su compromiso con la protección del medio ambiente.
El ecoturismo se ha consolidado en esta nueva Cumbre de ríspido balance, como reemplazo de las guerras que, según afirmó alguna vez un estadista de fina ironía, servían para aprender geografía.
El hermoso balneario turco sobre el Mediterráneo prevaleció en el forcejeo con Australia para recibir la siguiente conferencia, pero mientras tanto una intermedia de seguimiento se celebrará en abril, a instancias de Colombia y los micro-estados de Polinesia (si aún no han desaparecido bajo lasaguas oceánicas) para revisar los avances y afinar la hojarasca de la siguiente conferencia, en noviembre de 2026.
En Antalya, ciudad histórica quea
¡Destino ideal para los amantes de la gastronomía! –incita la publicidad- que nutrirá una vez más a las líneas aéreas y eco-profesionales que abandonan una cumbre con sentimiento de deja vu.
Por el documento negociado in extremis a la hora veinticinco, sin calificar con su nombre a los combustibles fósiles causantes del calentamiento global y retrasando cinco años el fondo billonario que debería facilitar la adaptación de los países más pobres a la realidad de un planeta que cada día se va más al carajo.
En definitiva, un fracaso para el gobierno anfitrión, que ni siquiera alcanzó a inscribir el rescate de su Amazonía entre los objetivos de urgencia y puede vanagloriarse apenas de su llamada Facilidad para la Eternidad del Bosque Tropical calcada de la experiencia costarricense para asegurar la supervivencia del pulmón planetario de la riqueza forestal.
¡See you in Antalya!
Varsovia, noviembre de 2025.


