Democracia y PolíticaElecciones

Sin respaldo popular, el chavismo contempla el «megafraude electoral»

GettyImages-166822021Las calles de Caracas se llenaron de pintadas como esta que denunciaban la ilegalidad de la victoria de Maduro en las elecciones del 2013, para sustituir al fallecido Hugo Chávez. AFP AFP/Getty Images

 

Chavismo registra grandes problemas en movilizar a su base. El régimen no tiene los votos para ganar la elección del 6 de diciembre.

No contento con reformular las reglas para obtener una ventaja artificial, el régimen de Nicolás Maduro se prepara para incurrir en prácticas fraudulentas y de intimidación para tratar de asegurar una victoria en los comicios parlamentarios, dijeron analistas al advertir que Venezuela podría ver en diciembre lo que pasará a la historia como “un megafraude electoral”.

La totalidad de los expertos consultados para la actual serie sobre las elecciones venezolanas insistieron en la necesidad de ir a las urnas, señalando que existen posibilidades reales de que una avalancha de votos castigo en esta ocasión supere los artilugios que tradicionalmente ha utilizado el chavismo en las votaciones.

Pero el deseo de cambio que expresan un 90 por ciento de los venezolanos en las encuestas no obtendría una victoria fácil frente al régimen bolivariano, que cuenta con numerosos esquemas para robar votos.

“El gobierno ya se está dando cuenta de que con solo la movilización del electorado es imposible revertir la clara tendencia electoral a favor de la oposición y, básicamente, se está organizando para conducir un gran fraude electoral el 6 diciembre”, advirtió desde Londres Diego Moya-Ocampos, analista senior para las Americas de IHS Global Insight.

“Se están organizando para eso. Saben que no tienen los votos, que han perdido la capacidad de movilización en la calle, que incluso han perdido el poder de intimidar a la gente para que vaya a votar por ellos, de modo que sabe [que el fraude] es el único recurso que le queda en esta instancia”, añadió.

Los pronósticos son emitidos en momentos en que la mayoría de las encuestas pronostican que la oposición tiene una ventaja de más de 25 puntos porcentuales ante el chavismo, movimiento que es responsabilizado por la mayoría de los venezolanos por la grave crisis económica que atraviesa el país.

Esa ventaja, no obstante, podría verse sustancialmente contrarrestada por el rediseño de los circuitos electorales, cuyo alcance fue descrito en el artículo anterior de la presente serie, y por una variedad de prácticas de fraude y de intimidación que han sido perfeccionadas en los últimos comicios.

 

¿QUÉ LE RESTA A ESTE RÉGIMEN PARA PERMANECER EN EL PODER? O CANCELAR LAS ELECCIONES, O ROBÁRSELAS CON UN FRAUDE MASIVO. Y ESO SOLO VA A SER POSIBLE SI NO HAY OBSERVACIÓN

Jorge Quiroga, ex presidente de Bolivia

De cierta manera, el chavismo ya anunció al mundo cuales son sus intenciones al negar la presencia de observadores internacionales durante los comicios, dijo el ex presidente de Bolivia, Jorge Quiroga.

“¿Qué le resta a este régimen para permanecer en el poder? O cancelar las elecciones, o robárselas con un fraude masivo. Y eso solo va a ser posible si no hay observación”, manifestó Quiroga, quien está entre los 31 ex presidentes que exigen la presencia de observadores internacionales calificados durante los comicios.

“La observación internacional para las elecciones es como la presencia de testigos e invitados durante una boda. Cuando ellos están allí presentes, es más difícil cancelar la boda”, manifestó el ex mandatario.

Pero los problemas con la falta de monitoreo no solo se limitan a la de los observadores internacionales.

La oposición venezolana tradicionalmente ha sido incapaz de mantener presencia en todos los centros de votación del país, especialmente en aquellos sectores dominados por el chavismo, y es allí donde las grandes operaciones de fraude son cometidas, advirtió Antonio De La Cruz, presidente de Inter American Trends, cuya firma lleva años estudiando los comicios venezolanos.

“Aquellos centros electorales con menos de tres mesas de votación los domina el gobierno. En esos centros es donde se comete la trampa”, advirtió De La Cruz.

Los comicios del 2013, en los que el chavista Consejo Nacional Electoral declaró a Maduro ganador de la presidencia, dejaron claros indicios de la manipulación en un numero específico de centros de votación.

“En algunos de estos centros, aquellos que tenían tres o menos mesas de votación, la tendencia a favor de Maduro llegó a alcanzar el 100 por ciento de los votos emitidos, cosa que es estadísticamente imposible”, señaló De La Cruz.

“Eso sucede porque son áreas totalmente controladas por ellos, donde los testigos de la oposición no estaban presentes, o donde estando presentes, fueron amenazados con violencia y obligados a retirarse”, añadió el experto.

Según De La Cruz, esa fue la razón por la cual Maduro incumplió con su promesa de realizar una auditoría de las actas electorales.

“De haberse permitido, allí se iba a ver fácilmente que mucha de la gente que supuestamente votó en esos centros electorales en realidad no existía, que las firmas de los supuestos electores habían sido falsificadas, y que las huellas dactilares se repetían cientos de veces. Eso se iba a ver fácilmente”, explicó De La Cruz.

Ese tipo de operaciones es posible gracias al sobredimensionamiento en varios cientos de miles de personas del registro electoral, según los cálculos de ESDATA, agrupación conformada por profesores universitarios que llevan años analizando los esquemas de fraude electorales perpetrados por el chavismo.

Anomalías presentes en el Registro Electoral Permanente (REP) de Venezuela:

1.33    millones de personas que nacieron el mismo día

39,000   electores que tienen más de 100 años

De acuerdo con los estudios de ESDATA, el número de 19.50 millones de electores inscritos para votar es artificialmente, lo cual puede verse reflejado en una serie de anomalías presentes en el Registro Electoral Permanente (REP) de Venezuela.

Esas anomalías incluyen: un elevado número de electores con tres o cuatro cédulas de identidad, 1.33 millones de personas que nacieron el mismo día y a la misma hora, y 39,000 electores que tienen más de 100 años.

“Los números estadísticos no cuadran. El registro electoral está abultado al menos dos millones de personas”, comentó un experto familiarizado con la situación electoral en Venezuela, quien pidió no ser identificado.

Pero cuando se analiza el aumento que sufrió el registro electoral, “se observa un hecho aún mucho más preocupante”, resalta ESDATA en su último boletín sobre las elecciones.

“Como consecuencia de las migraciones de millones de electores de unas a otras vecindades electorales […] el incremento en el REP se concentró en ciertas y determinadas parroquias y vecindades electorales, que son aquellas donde el gobierno suele ser mayoría abrumadora y a la oposición se le dificulta mucho ejercer el llamado “cuido del voto”, resaltó el estudio.

Esas migraciones fueron hechas sin ningún tipo de control y a espaldas de la sociedad venezolana por un CNE que rehúsa otorgar, para labores de verificación, las direcciones de los electores que presuntamente cambiaron de domicilio, agregó el boletín.

Botón volver arriba