Cultura y ArtesMúsica

Sudáfrica, leones dormidos, Miriam Makeba y el pata pata…

 

A comienzos del siglo XX, en Sudáfrica, comenzó a popularizarse una música original de las barriadas de Johannesburgo, el Marabi  que con el tiempo mostró vinculaciones con el jazz, el ragtime y el blues. Asimismo, con la llegada constante de misioneros evangélicos se desarrolló una forma de Gospel sudafricano, del cual surgirían luego formas de cantos y coros a capella. También la población blanca desarrolló sus melodías y cánticos, la música «Afrikaans». 

Llegados los años sesenta, Sudáfrica se dio a conocer más allá del siniestro régimen del apartheid (en 1962 Nelson Mandela había sido arrestado y sentenciado a prisión perpetua, de la cual cumplió 27 años). Y fue por vía de las artes, y entre ellas la música.

Sin duda alguna una de las canciones sudafricanas que se hizo popular en los sesenta fue «The Lion Sleeps Tonight», una versión de la canción africana Mbube (en zulúleón), de 1939, original de su autor, Solomon Linda, quien la grabó con su grupo, The Evening Birds, y no recibió nunca pago alguno de derechos de autor. A lo largo de la década de 1940Mbube se convirtió en una canción con gran popularidad en Sudáfrica, con más de 100 000 copias vendidas. Oigamos una versión reciente de «The Tokens», grupo musical de Brooklyn, Nueva York y que originalmente la popularizara por todo el mundo, a comienzos de los sesenta:

 

 

La canción ha estado perennemente presente en la memoria de muchos, y se ha convertido en un clásico. Oigamos ahora al coro juvenil «Dagilelis«, de Lituania (que se sepa, no es tierra de selva y leones), en una versión bastante original y de mucho mérito:

 

 

 

 

Ahora bien, quizá la artista sudafricana que triunfó más cabalmente fuera de su país, y que además fue una luchadora por los derechos humanos, contra el racismo y a opresión del apartheid, fue Miriam Makeba (1932-2008).

Makeba comenzó su carrera musical en los cincuenta, con el grupo Manhattan Brothers, y después fundó su propia banda, The Skylarks, que mezclaba jazz con música tradicional sudafricana.

A los 27 años decidió irse de Sudáfrica para poder continuar con su carrera musical, ya que por su activismo se encontró con dificultades para lograrlo en su país natal. Makeba viajó a Venecia  para después conseguir llegar a Londres, donde conoció al cantante estadounidense Harry Belafonte, quien le ayudó a entrar en Estados Unidos y con el que se asoció artísticamente.

Cuando en 1960 trató de regresar para el funeral de su madre, descubrió que su pasaporte había sido anulado por su postura contraria al apartheid, lo que le hizo vivir en el exilio durante más de tres décadas, residiendo en esa etapa en Estados Unidos, Francia, Guinea y Bélgica. Nelson Mandela, tras su liberación, convenció a Makeba para que volviese a su país natal y le ofreció un cargo de ministra en su gobierno, aunque ella no aceptó.

Fruto de su defensa de los derechos humanos, Makeba creó la fundación humanitaria Zenzile Mariam Makeba, que en 2001 puso en marcha el Centro de Rehabilitación Miriam Makeba para Niñas.

La cantante, conocida también como «Mamá África», supo llevar como nadie al escenario las tradiciones y los trajes típicos de su tierra; logró su máxima popularidad con el tema afropop «Pata Pata» con raíces en el folklore xhosa de Sudáfrica que comenzó a interpretar en 1966 y que, sencillamente, triunfó en buena parte del planeta. ¿Hay alguien de la generación de los sesenta que no haya bailado «Pata Pata»?

Por último: en 2020, el tema Pata Pata fue el elegido por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) para apoyar la campaña de concienciación de la lucha contra la covid-19.

Miriam Makeba y su inmortal «Pata Pata»: 

 

 

 

 

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