Summer of Love (y III): Algunas de las canciones
Ya en dos notas previas hemos recordado el llamado «Summer of Love» , que tuvo a San Francisco, California, como epicentro, y que mostró al mundo la potencia y alcance de la renovación cultural y política impulsada por una generación juvenil que no estaba dispuesta a seguir mansamente el mismo camino de sus padres.
La música de 1967 fue fruto de experimentación y de creatividad, de cambio de viejos géneros y aparición de nuevos, con mezclas y límites a veces difíciles de establecer: rock, soul, blues, psicodelia, pop. Un ambiente musical con los colores del arco-iris.
No volvamos de nuevo a mencionar lo ya dicho, pero sí recordemos algunas de las tantas canciones que impactaron el mundo de la música ese año. Comencemos:
«Procol Harum» es un grupo inglés que debutó precisamente en 1967, y que tuvo gran influencia en el desarrollo del llamado «rock progresivo». Su primer gran éxito -seis semanas, en un tiempo tan competitivo, como número 1 en el Reino Unido-, lanzado en mayo de 1967, fue «A whiter shade of pale» («traducida «Con su blanca palidez», en Latinoamérica). Con los años se convirtió en una canción de culto, siempre entre las finalistas en cualquier debate sobre la mejor canción de los sesenta. Para algunos -yo me incluyo- es la canción que mejor representa la época.
Incluiremos la versión inicial, de 1967, y una más reciente, en Dinamarca (2002), con orquesta sinfónica y coros.
«Respect» es un soul compuesto e interpretado por Otis Redding en 1965 que alcanzó tanta relevancia que llegó a ser considerado un himno. En 1967 Aretha Franklin grabó una versión de la canción que inmediatamente se convirtió en una de sus más grandes interpretaciones, un llamado a la lucha por los derechos civiles (en especial, de las mujeres).
El disco donde aparece, «I Never Loved a Man the Way I Loved You«, es un clásico de la música soul.
«Ruby Tuesday», de los Rolling Stones, alcanzó el número uno en ventas en los Estados Unidos a comienzos de 1967. Fue uno de los primeros y exitosos intentos de los Stones de salir de las melodías de rock y versiones de blues que los caracterizaban en sus primeros años. Lograron escribir una hermosa balada que haría historia.
«The Jimi Hendrix Experience« fue un grupo formado por el guitarrista nacido en Seattle, Jimi Hendrix, junto a dos músicos británicos con méritos propios: Noel Redding en el bajo, y Mitch Mitchell en la batería. Hendrix es considerado con toda justicia el más grande guitarrista de rock y de blues nacido en EEUU. En esta versión de «Purple Haze» (uno de los primeros ejemplos de «hard rock»), durante un concierto en Atlanta, podemos ver por qué.
«Happy together», de «The Turtles», se ha convertido en una fiel representante del pop norteamericano de los 60.
Reemplazó a la canción «Penny Lane«, de los Beatles, en el primer lugar de la lista Billboard en la primavera de 1967.
Ha tenido mucha suerte como banda sonora de cine; ha aparecido en más de 20 filmes, incluyendo «Happy Together», película de 1997, del cineasta chino Wong Kar-Wai, quien gracias a ella ganó el Premio al Mejor Director del Festival de Cannes de ese año.
«The Letter», escrita por Wayne Carson Thompson, fue dada a conocer por el grupo de Memphis, Tennessee, «The Box Tops», pero luego de su su éxito ha sido versionada, entre otros, por Al Green, The Beach Boys, Dionne Warwick, Eva Cassidy, Bobby Darin. La más conocida hoy, sin duda, es la versión de Joe Cocker (1970). Vale la pena mencionar que su cantante, Alex Chilton, tenía 16 años al momento de grabarla.
Oigamos la interpretación original:
«Ode to Billie Joe«fue escrita y grabada por Bobbie Gentry, una cantautora de Mississippi. Éxito internacional, para Billboard es la tercera mejor canción de 1967 (luego de «To Sir with Love», de Lulu, y «The Letter», con los Box-Tops.)
Y concluimos esta nota con la misma canción que comenzamos los recuerdos de 1967: «San Francisco», de John Phillips («The Mamas and the Papas»), interpretada por Scott Mckenzie. Si hubiera que escoger un «himno» del «Summer of Love», esta canción lo es. Ninguna otra contribuyó tanto a la legendaria aura de un año histórico para la música. Un dato final irónico: fue número 1 en casi todo el mundo, menos en los EEUU.