TGIF: El cine, la danza y Fred Astaire, el bailarín supremo
Una pareja legendaria: Ginger Rogers y Fred Astaire
«Fred Astaire es el mejor bailarín del mundo».
George Balanchine, Director Artístico del ballet de New York.
Estimados lectores:
Confieso que dudé de qué manera comenzar esta nota; al principio pensé en simplemente mostrar algunos de los videos más gloriosos, las escenas más memorables de la danza en el cine, con Fred Astaire, Gene Kelly, Cyd Charisse, Eleanor Powell, y demás grandes bailarines de la historia.
Compartir, por ejemplo, este video, que la mayoría de ustedes probablemente ha recibido alguna vez, desde el alba que dio comienzo a You Tube: Eleanor Powell y Fred Astaire, bailando tap:
El problema de la opción mencionada se hizo visible a los pocos minutos que comencé a revisar el material: su abundancia, su riqueza, sus diversas y originales manifestaciones. Sólo hacer una selección de los clásicos se llevaría no una sino incluso varias notas; pensemos en «The Gay Divorcee», «Broadway Melody of 1940″, «Top Hat», «Swing Time», «West Side Story«, «Singing in the rain«, «El Gran Ziegfeld», «Till the clouds roll by», «Siete novias para siete hermanos», «Grease», «Mary Poppins», «Moulin Rouge», «Chicago«, etc.
Y eso que ya había tomado una decisión previa que partía aguas: la de separar y centrar los esfuerzos en la danza (frente al tema más genérico de «musicales»). Pero si nos fijamos en el breve listado de arriba, hay un nombre que destaca en el género como ningún otro: Fred Astaire quien dejó un legado de 39 películas en los años dorados de Hollywood que marcaron el cine musical. Asimismo, Astaire aportó diversas novedades, como que la cámara bailase con los actores en una única toma, y que las canciones complementasen el argumento del film.
Así, he preferido comenzar esta nueva veta de notas fílmicas homenajeando al que el New York Times, en su obituario, llamó «El Bailarín Supremo».
A continuación, una cita suya para comenzar el camino de recordarlo, sin dejar de mencionar que sus logros son asimismo como cantante, productor, actor y coreógrafo, y que el pasado 10 de mayo se cumplieron 117 años de su nacimiento, en Omaha, Nebraska, en 1899:
«The higher up you go, the more mistakes you are allowed. Right at the top, if you make enough of them, it’s considered to be your style». -Fred Astaire»
(«Cuando más alto llegas, se te permiten más errores. Alcanzada la cima, si has cometido un número suficiente, ellos conformarán tu estilo».)
Fred y Adele Astaire
Su nombre original era Frederick Austerlitz Jr. (de familia inmigrante de Austria por parte de padre, y de Alemania por su madre), y fue un bailarín prodigio desde niño, haciendo pareja en sus inicios con su hermana Adele, en espectáculos de vaudeville, e incluso en Broadway, desde 1917. En ese año debutaron con «Over the Top»; pero lograron fama y reconocimiento, incluso internacional, con éxitos como «For Goodness Sake« (1922), «Funny Face« (1927), y «The Band Wagon« (1931). Estas dos últimas fueron llevadas al cine por Astaire décadas después, con Audrey Hepburn (Funny Face) y Cyd Charisse (The Band Wagon).
De su hermana, Fred llegó a decir que «era el mejor bailarín de la familia» (afirmación que algunos críticos compartieron). Lamentablemente no existen videos de la pareja. En 1932 Adele se retiró para contraer matrimonio con un noble inglés, Lord Cavendish, una decisión que cambiaría el baile y Hollywood para siempre. Hacia Los Angeles se dirige el no tan joven bailarín (33 años), firmando contrato con los estudios RKO, que de entrada lo prestan a MGM para el film «Dancing Lady« (Alma de Bailarina, 1933, con Joanne Crawford y Clark Gable).
Podemos ver la primera escena de nuestro bailarín en un filme:
Joanne Crawford, bien se sabe, dirigió sus pasos actorales hacia el drama; pero que protagonizara un musical no es algo extraño. Carole Lombard, la legendaria comediante, recuerda que en su juventud, recién llegada a Los Angeles, formaba parte de un grupo de amigos, todos jóvenes actores, que los sábados en la noche acostumbraban ir a bailar a las salas de moda; Lombard, que se consideraba una buena bailarina, no tuvo dudas en reconocer que Crawford era la mejor del grupo.
En ese mismo 1933, filma Astaire, ya como protagonista, la primera de las 9 películas de RKO en que haría pareja con Ginger Rogers: «Flying down to Rio» (en ella, la protagonista era Dolores del Rio, una mera casualidad, por cierto, el apellido de la actriz y el nombre de la ciudad brasileña). Puede afirmarse, con certeza, que nacía la más exitosa pareja de baile en la historia del cine.
Ello a pesar de que la primera evaluación que le hicieran a Astaire en Hollywood dio este magro resultado: «No puede actuar». «No canta». Se está quedando calvo». «Baila un poco». Poco sabía el evaluador que las piernas de nuestro bailarín llegarían a ser aseguradas por un millón de dólares.
Astaire revolucionó el baile en el cine, simplificándolo: su estilo era totalmente contrario al de los muy populares hasta entonces musicales de Busby Berkeley, con muchos efectos especiales, decenas de coristas y coreografías que seguían estilos caleidoscópicos. Con Astaire, bastaba una pareja, tomas de cuerpo entero, una cámara que «bailaba» con los actores, y una edición y ángulos de cámara mínimos. Veamos un ejemplo de una coreografía típica de Berkeley:
Ahora, juntos, «Ginger y Fred» por primera vez:
Pero la película es recordada asimismo por la famosa «escena aérea»:
Ginger Rogers era 12 años más joven que su famosa pareja. Tuvo su propia carrera en el cine, pero no puede negarse que el estrellato lo logró en la pista de baile. Hizo diez musicales con Astaire (los nueve con RKO, y uno, «The Barkleys of Broadway» (1949), de MGM.
Ya como protagonistas, llegó el éxito «The Gay Divorcee» (1934; en ese entonces la palabra «gay» no tenía el significado de hoy. El título podría ser: «la alegre divorciada».) En ella se dieron varios bailes inolvidables, y podemos ver a Astaire cantar la muy popular «Night and Day», de Cole Porter:
Ahora en «The Continental«, la cual por cierto es la primera ganadora del Oscar a Mejor Canción Original:
«Top Hat» («Sombrero de Copa», 1935), es la primera película escrita especialmente para ambos. La química lograda ya producía una explosión de escenas fantásticas. Veamos «Cheek to Cheek»:
En 1936 el duo Astaire y Rogers está entre las estrellas más taquilleras, a pesar de que la competencia era tremenda: Greta Garbo, Carole Lombard, Bette Davis, Irene Dunne, Jean Harlow, Jean Arthur, Claudette Colbert, William Powell, Myrna Loy, Katharine Hepburn, Marlene Dietrich, Barbara Stanwyck, Shirley Temple, Cary Grant, Laurel & Hardy, Los Hermanos Marx, Gary Cooper, Humphrey Bogart, etc. Y es que los 30s pueden considerarse una de las mejores décadas en la historia del cine.
En 1936 protagonizan otro éxito, «Swing Time», de la cual la balada ‘The Way You Look Tonight» (muy popular siempre, existen centenares de versiones), gana asimismo el Oscar a Mejor Canción Original:
Anna Kisselgoff, crítica de danza del New York Times, describió el genio de Astaire de esta forma: «la técnica de Astaire, en sus fundamentos, posee tres elementos: tap, ballet, y baile de salón. El entrenamiento en ballet, según él, fue breve, pero llegó en un momento crucial, a una edad muy temprana. Algunas veces ha sido considerado un bailarín de tap, pero buena parte del diseño coreográfico de su baile con las damas, sean Rita Hayworth o Ginger Rogers, es baile de salón. Pero, por supuesto, ningún bailarín de salón podría bailar como él«.
También de «Swing time»:
Preguntada por la prensa qué significaba bailar con Astaire, Rogers respondió socarronamente: «bueno, yo tengo que seguir todos sus pasos, pero usando tacones». Por su parte, Fred afirmó que ella era sencillamente brillante, que Ginger había sido la razón fundamental de su éxito como pareja. Bailando tap en «Too hot to handle«:
Obviamente, su carrera incluyó bailes con otras famosas actrices. Aquí con Rita Hayworth, en «The Shorty George«, del filme «You were never lovelier» (1942):
Con otra de las grandes actrices-bailarinas, Cyd Charisse, en «The Band wagon» (Melodías de Broadway, 1953):
Charisse con Gene Kelly, en «Singin in the rain» (1952).
Cyd Charisse, con total mérito, es considerada no solo la reina de la danza en el cine de los 40 y 50, sino la poseedora de las más bellas piernas en la historia de Hollywood. Fred Astaire la llamaba «Beautiful dynamite» (dinamita hermosa).
Vale la pena este comentario del cantante Tony Martin, marido de Charisse, durante una filmación de su esposa con Astaire y Gene Kelly: «Yo sabía con cuál de los dos había bailado cada día. Si regresaba con moretones, era con Kelly, muy exigente en lo físico. Si no, lo había hecho con el ágil y fino Astaire«.
Juntos, Astaire y Charisse, en este sencillo pero maravilloso ejemplo de su arte. Muestran una empatía y una elegancia pocas veces igualada: «Dancing in the dark, at the Central Park» («The Band wagon»):
Ahora, con la angelical Audrey Hepburn, en «Funny Face» (1957):
Con la francesa Leslie Caron, en «Daddy Long Legs» (1955):
Con la elegante pelirroja Paulette Goddard, en «Second Chorus» (Al fin solos, 1940). Tiene la particularidad de ser la última escena de baile de Astaire filmada en una sola toma:
Con Judy Garland, como una pareja de vaudeville, en «Easter Parade» (1948):
Fred Astaire el coreógrafo, logró maravillas. Si bien «A Royal Wedding» (1951), no puede considerarse una de sus mejores películas, qué les parece esta escena. La balada se titula «You’re All The World To Me»:
¿Y qué tal esta escena de «Damsel in Distress» (1937)?
Para finalizar, junto al otro gran bailarín de la historia, Gene Kelly, en «The Babbitt and the Bromide» (de «The Ziegfield Follies», 1946):
Fue un icono de tal importancia, que Los Beatles no dudaron de incluirlo en la famosa portada de su álbum «Sargento Pimienta» (Sergeant Pepper’s Lonely Hearts Club Band, 1967). Astaire está casi en el centro de la fila superior, entre Edgar Allan Poe y el pintor e ilustrador Richard Merkin:
Cuando se creó la muy visitada página de cine «Internet Movie Data Base» (IMDB), el primer nombre que se incluyó fue Fred Astaire (nm0000001).
En recuerdo de los formidables hermanos Astaire, hoy en día existen los Premios « Fred y Adele Astaire», una celebración de las más destacadas presentaciones de danza en los musicales de Broadway y del cine; la ceremonia anual de premios se realiza en Nueva York. ¿Su misión? Se reduce a estas palabras: «Premiar la excelencia». Es asimismo un programa de apoyo y promoción de la danza centrado en las escuelas públicas, y que sirve de ayuda a niños con problemas de autismo.
En sus memorias, «Steps in Time» (1959), afirmó lo siguiente, que en buena medida resume su actitud ante su trabajo: «Yo no deseo probar nada al bailar. Yo solo bailo».
No hemos querido hacer mención de su carrera como actor dramático. Baste decir que fue muy apreciado también en ese rol, siendo candidato al Oscar por «The Towering Inferno» (1974), ganando el Globo de Oro por ese papel. Concluyamos destacando que al final de su larga carrera, siempre popular, triunfó en la TV, y que su propio especial «Una noche con Fred Astaire» (1957), ganó nueve premios Emmy.
Fred Astaire reposa en el Oakwood Memorial Park en Chatsworth, California, donde también se encuentra enterrada su inolvidable pareja, Ginger Rogers.
Un «artículo-crónica-trabajo audiovisual-homenaje» que deviene en clase magistral (patente, probatoria) sobre el arte de ese genio -modesto por cuenta propia- que es Fred Astaire. Queda, con actitud de estudiante agradecido y los acordes muy finales de «Cheek to Cheek», aplaudir.