Tic, tac… Frankenstein
El PP no puede aflojar frente a un Sánchez dispuesto a todo, sin descartar maniobras inconcebibles en un marco democrático
La macroencuesta de GAD3 que publicaba ayer ABC augura un sombrío futuro a la monstruosa criatura engendrada por Pedro Sánchez a fin de satisfacer su desmedida ambición. Pese a la irresponsabilidad con la que derrocha dinero público en el empeño de comprar votos, a costa de endeudar hasta el cuello a las generaciones futuras. Pese al ingente caudal de fondos con el que Europa ha acudido en auxilio de nuestro país, haciendo la vista gorda al destino que les da el Gobierno, tal como denunciaba recientemente la presidenta de la Comisión de Control del Parlamento Europeo. Pese a las artimañas cada vez más sucias desplegadas por él y sus subalternos para alimentar el frentismo a base de ataques directos, señalamientos, provocaciones y victimismo, azuzados sin pudor con la esperanza de pescar en ese río revuelto. Pese a su asalto descarado a RTVE y a la pleitesía que le rinden la inmensa mayoría de los medios de comunicación audiovisuales y sus tertulianos. Pese a los augurios falsarios pagados con nuestros impuestos que profiere periódicamente su amigo Tezanos. Pese a la demagogia barata desplegada en las descalificaciones vertidas contra los bancos, los «ricos», los «poderes ocultos» y demás chivos expiatorios abocados a cargar con las consecuencias de su pésima gestión. Pese al uso y abuso que hace de todos los resortes del poder, su tiempo en la Moncloa se agota. Como diría su socio y primer vicepresidente, el hoy derrotado Pablo Iglesias, tic, tac… Frankenstein.
Las próximas elecciones vienen impulsadas por vientos de cambio y anuncian una alternativa constituida por dos partidos que difieren en muchos aspectos programáticos pero coinciden en lo fundamental: su respeto a España y a la Constitución que nos dimos libremente los españoles, con un abrumador grado de consenso, en 1978. No puede decirse lo mismo de las fuerzas que sustentan la actual mayoría socialista, a cambio de cobrar tributos cada día más elevados, onerosos e infamantes. Parias que incluyen la suelta de terroristas orgullosos de matar a niños o de violadores beneficiados por la reducción de penas propiciada por Irene Montero, el indulto a golpistas y malversadores, la supresión del delito de sedición o la concesión arbitraria de privilegios presupuestarios a Cataluña y el País Vasco en detrimento de otras comunidades.
Salvo error monumental de Feijóo, los días del tándem PSOE-Podemos están contados. El hermano mayor resiste gracias al trasvase de votos procedente del descalabro de los morados, pero juntos no consiguen sumar ni agachando la cabeza ante todo el independentismo. Lo cual no significa que todo el pescado esté vendido. El PP no puede aflojar ni refugiarse en la economía, donde se encuentra más cómodo. Debe dar la batalla de los principios y la Ley frente a un Sánchez dispuesto a todo, sin descartar maniobras hoy por hoy inconcebibles en un marco democrático.