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‘Todo preso político es una parodia de la justicia’: ‘The Washington Post’ denuncia la represión del régimen cubano

El periódico estadounidense menciona los casos de los presos políticos cubanos Luis Manuel Otero Alcántara y José Daniel Ferrer.

Alberto García Scull, preso político del 11J
Alberto García Scull, preso político del 11J TRANSLATINGCUBA

 

El diario estadounidense The Washington Post denuncia en un editorial que los regímenes represivos en el mundo, en el que incluye al cubano, encarcelan a cada vez más personas que critican o protestan contra sus respectivos Gobiernos.

El editorial, que se titula »Hicieron click una vez, y después vinieron las oscuras prisiones’, menciona los casos de la activista rusa Danuta Perednya, arrestada por repetir una crítica a Vladimir Putin en Telegram. También señala el de Salma al-Shebab, una mujer saudí detenida por pedir la liberación de una activista de su país que defendía el derecho de las mujeres a manejar.

Sobre Cuba, el rotativo de la capital estadounidense destaca los presos políticos que hubo mientras gobernó Fidel Castro, y menciona a algunos de los más destacados en la actualidad, como el artista Luis Manuel Otero Alcántara, el opositor José Daniel Ferrer, y dos manifestantes del 11J, Alberto García Scull y Gloria María López Valle.

«Las prisiones políticas en el mundo están creciendo. Una serie de protestas en los últimos años ha llevado a cientos de miles de personas a las calles, para protestar contra el autoritarismo en Hong Kong, Cuba, Bielorrusia e Irán; contra la junta militar que derrocó la democracia en Birmania; y contra las estrictas restricciones a la expresión y protesta en Rusia y China«, señala el editorial.

«Miles de participantes, la mayoría jóvenes que se manifestaban por vez primera, han sido encerrados por exigir el derecho de hablar y pensar libremente y querer elegir a sus propios líderes», acota.

The Washington Post añade que las dictaduras del mundo están aprendiendo a enfrentar la revolución digital, que cuando comenzó «parecía ser el antídoto a la autocracia. Pero estos regímenes no se quedaron quietos. Planearon tomar control de la esfera pública, y lo están haciendo».

El editorial recuerda que el régimen chino es el más represivo con respecto al uso de internet y bloquea todo tipo de contenidos que no sean convenientes para el Partido Comunista de ese país, en especial lo relacionado con los campos de concentración en donde están recluidos más de un millón de personas de la minoría uigur en la provincia de Xinjiang.

The Washington Post hace una sugerencia a la comunidad internacional: «Las naciones libres también deberían usar cualquier influencia diplomática que tengan. Cuando EEUU y otras democracias tienen contacto con estos regímenes, deberían plantear los casos de los presos políticos, haciendo que los autócratas se retuerzan dándoles listas y nombres, e imponiendo sanciones. Los dictadores deben escuchar, alto y claro, que el comportamiento brutal no será excusado ni ignorado«.

«Todo caso de preso político es una parodia de la justicia. Las libertades de expresión, asociación y creencias no son delitos. La respuesta más poderosa es destacar la difícil situación de los presos políticos y asegurarse de que no sean olvidados», concluye el diario estadounidense.

 

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