Todos son mejores que «usted-sabe-quién»
James Buchanan acaba de conseguir algunos votos cruciales 162 años después de poner este cartel de campaña.
Tal vez usted leyó esta semana que Donald Trump ha sustituido a James Buchanan como el peor Presidente en la historia de los Estados Unidos.
Esto fue en una encuesta de expertos en política presidencial — personas que tienen una opinión acerca de si Chester Arthur era mejor que Martin van Buren -. Trump llegó en último lugar, con una puntuación de 12 de 100.
Elija la mejor manera de ver esto:
A) ¿Por qué me está recordando a ese hombre? ¿por qué no podemos hablar del filme «Pantera negra»?
B) Nunca pensé que evocaría los buenos viejos tiempos cuando teníamos a Richard Nixon.
C) Hey, al menos es una historia — nadie va a preguntarte nunca cómo era vivir bajo Gerald Ford.
D) Dios, estoy tan cansado de hablar de Donald Trump. Espero que esto nos conduzca a una discusión sobre James Buchanan.
¡ Buenas noticias! Vamos a hablar de James Buchanan ahora mismo. Tal vez usted se esté preguntando cómo están tomando sus fans su ascenso al penúltimo lugar.
Más o menos con calma.
«Bueno, el tiempo lo dirá», me comentó Patrick Clarke, el director de Wheatland, el Buchanan Home/Museum en Pennsylvania, en una entrevista telefónica.
Sin duda el tipo de actitud que uno desea tomar cuando nuestro trabajo se centra en un individuo cuya administración comenzó con la decisión de Dred Scott y concluyó en la guerra civil. En la era de Trump, la gente de Wheatland se preocupa principalmente en cómo evitar que los recorridos de sus turistas degeneren en una discusión sobre los hechos actuales. Clarke recientemente tuvo una reunión con sus guías voluntarios, después de oír informes de que algunos de ellos estaban asintiendo con aprobación cuando los invitados hacían comentarios sarcásticos acerca del personaje que está ahora en el último lugar.
«Tuvimos una conversación franca y muy productiva», informó.
Amigo, ¿Cuándo fue la última vez que tuvo una conversación franca y muy productiva sobre política? OK, la parte relativa a la franqueza no es un problema en este momento. Pero podríamos conformarnos con un poco más de perspicacia sutil. O con observaciones fortuitas, no relacionadas con Trump.
Regresando a la lista. William Henry Harrison llegó en antepenúltimo lugar, aunque todo lo que hizo fue morir un mes después de comenzar su presidencia. Démosle un respiro al hombre.
«Es realmente algo desafortunado«, admitió Justin Vaughn, un profesor asociado de Ciencias Políticas de la Universidad Estatal de Boise. Vaughn y Brandon Rottinghaus, profesor de la Universidad de Houston, realizaron la encuesta a los miembros de la sección especializada en presidentes y en temas del Poder Ejecutivo dentro de la Asociación Americana de Ciencias Políticas. Hay una encuesta previa hecha en 2014, así que tenemos una excelente oportunidad para hacer comparaciones.
Andrew Jackson, por ejemplo, tuvo un dramático descenso; una caída que Vaughn y Rottinghaus atribuyen a «actitudes evolutivas en su tratamiento de los nativos americanos.» Pero sospecho que es porque Trump ha señalado repetidamente su admiración por él. Y cualquier amigo de Donald…
Barack Obama ha ascendido y se ha colocado entre los 10 primeros. Esto podría deberse a que la ausencia hace que crezca el cariño en nuestro corazón. Pero sabemos que se trata del reemplazo.
Además de Jackson, Bill Clinton fue el único ex-presidente que sufrió una caída seria, fuera de los 10 primeros, al puesto 13. Los encuestadores piensan que fue porque hasta los expertos ahora recuerdan dolorosamente los problemas que derivan de tener un perro sabueso en la Casa Blanca. Pero tal vez fue sólo porque -incluso para los científicos políticos- la mención del apellido «Clinton» trae demasiados recuerdos dolorosos de las últimas elecciones.
Mientras tanto, Richard Nixon ascendió al puesto 33. Es cierto que conspiró para socavar la Constitución, pero al menos no fue con los rusos.
Nadie es demasiado oscuro para ser menos malo que nuestro actual titular del cargo. La próxima vez que veas al actual Presidente en la pantalla, fanfarroneando sobre sus grandes habilidades de liderazgo, siéntete libre de pensar: «Franklin Pierce y Millard Fillmore consiguieron muchos más puntos».
Incluso James Buchanan tiene más detalles positivos. «Él entendía lo que estaba sucediendo en el mundo», nos dijo Clarke. «Simplemente no entendía lo que estaba sucediendo en el país.» Así que ya tenemos una explicación perfectamente buena de por qué Buchanan ha sido ascendido. Él consigue al menos una de dos, mucho mejor que lo logrado por ciertas personas.
Y en cuanto a la personalidad, Buchanan al parecer era inofensivo. Su cuenta de Twitter probablemente habría estado llena de observaciones corteses y de halagos. Mientras tanto, los medios de comunicación se habrían desviado hacia discusiones sobre cómo el primer presidente soltero pasó sus años en el Senado cohabitando con William King, un legislador de Alabama que más adelante se convirtió en el primer Vice Presidente soltero.
Pero ello no es equivalente a manosear o magrear a alguien.
Mirando la lista, usted tiene que preguntarse cómo se vería el Museo Presidencial Trump. ¿Dónde cree que lo pondrían? ¿En Queens? ¿En Mar-a-Lago? Por favor, Dios, no en la Trump Tower. La ciudad de Nueva York ya ha sufrido bastante.
Podría ser todo un desafío. Hay un campo de golf en Nueva Jersey. Culturalmente hablando, un campo de golf realmente parece apropiado. Y dado el hecho de que cierta administración está ignorando la cuestión del calentamiento global, Mar-a-Lago probablemente estará bajo el agua.
Un hecho positivo muy importante: no necesitaremos una biblioteca presidencial.
Traducción: Marcos Villasmil
NOTA ORIGINAL:
The New York Times
Everybody’s Better Than You-Know-Who
Gail Collins
Credit Library of Congress
Perhaps you read this week that Donald Trump has replaced James Buchanan as the worst president in the history of the United States.
This was in a survey of experts in presidential politics — people who have an opinion about whether Chester A. Arthur was better than Martin Van Buren. Trump came in last, with a score of 12 out of 100.
Choose the best way to look at this:
A) Why are you reminding me about that man? Why can’t we talk about “Black Panther”?
B) Never thought I’d reminisce about the good old days with Richard Nixon.
C) Hey, at least it’s a story — nobody’s ever going to ask you what it was like living under Gerald Ford.
D) God, I’m so tired of talking about Donald Trump. I hope this is going to lead to a discussion of James Buchanan.
Good news! We are going to talk about James Buchanan right now. Perhaps you’re wondering how his fans are taking his promotion to second worst.
Pretty much in stride.
“Well, time will tell,” said Patrick Clarke, the director at Wheatland, the Buchanan home/museum in Pennsylvania, in a phone interview.
This is definitely the kind of attitude you want to take when your job is centered around a guy whose administration began with the Dred Scott decision and ended with the Civil War. In the Trump era, the folks at Wheatland are mainly concerned about how to keep their tours from degenerating into a discussion of current events. Clarke recently had a meeting with the volunteer guides, after hearing reports that some of them were nodding approvingly when guests made snide comments about who’s now on the bottom.
“We had a frank and very productive conversation,” he reported.
People, when is the last time you had a frank and very productive conversation about politics? O.K., the frank part is not currently a problem. But we could do with a little more subtle insight. Or random, non-Trump-related observations.
So about the list. William Henry Harrison came in third from the bottom even though all he did was die a month into his administration. Give the man a break.
“That is kind of unfortunate,” admitted Justin Vaughn, an associate professor of political science of Boise State University. Vaughn and Brandon Rottinghaus, a professor at the University of Houston, conducted the survey, which polled members of the American Political Science Association’s Presidents and Executive Politics section. They did this back in 2014, too, so we have an excellent opportunity for comparison.
Andrew Jackson, for instance, dropped dramatically, a demotion Vaughn and Rottinghaus attributed to “evolving attitudes on his treatment of Native Americans.” But I suspect it’s because Trump made such a big deal about admiring him. Any friend of Donald’s …
Barack Obama soared up into the Top 10. This could be because absence makes the heart grow fonder. But you know it’s about the replacement.
Besides Jackson, Bill Clinton was the only ex-president who suffered a serious drop — out of the Top 10 to 13. The surveyors think it was because even the experts are now painfully reminded of the problems that come with having a hound dog in the White House. But maybe it was just that even for political scientists, the mention of “Clinton” brings back too many painful memories of the last election.
Meanwhile, Richard Nixon moved up to 33. It’s true that he conspired to undermine the Constitution, but at least it wasn’t with the Russians.
Nobody is too obscure to be less bad than our incumbent. The next time you see the current president on the screen, bragging about his great leadership skills, feel free to think: “Franklin Pierce and Millard Fillmore got way more points.”
Even James Buchanan had pluses. “He understood what was happening in the world,” said Clarke. “He just didn’t understand what was happening domestically.” So already, we have a perfectly good explanation of why Buchanan has moved up. He gets one out of two, which is a lot better than some people.
And personality-wise, Buchanan seemed to be inoffensive. His Twitter account would probably have been full of polite observations and compliments. Meanwhile, the social media would have been diverted with chatter about how the first bachelor president spent his Senate years cohabiting with William King, an Alabama lawmaker who later became the first bachelor vice president.
But it’s not like he grabbed anybody.
Looking at the list, you have to wonder what the Trump Presidential Museum would look like. Where do you think they’d put it? Queens? Mar-a-Lago? Please, God, not at Trump Tower. New York City’s already suffered enough.
Could be a challenge. There’s that golfing place in New Jersey. Culturally speaking, a golf course would really seem appropriate. And given the fact that a certain administration is ignoring the global warming issue, Mar-a-Lago will probably be under water.
One big plus. We’re not going to need a presidential library.
No se merece ni una sola encuesta. Yo condenaría al susodicho al ostracismo más absoluto.