Trump: cien días en la Casa Blanca y ninguna palabra sobre Cuba
Su indiferencia mantiene en ascuas al oficialismo en La Habana, preocupa a la oposición y desorienta a la sociedad cubana
Después de 100 días en la Casa Blanca, Donald Trump no ha pronunciado una sola palabra sobre Cuba. Su indiferencia mantiene en ascuas al oficialismo en La Habana, preocupa a la oposición y desorienta a la sociedad cubana. Han pasado más de dos años desde el inicio del deshielo diplomático entre ambos países pero el silencio del presidente estadounidense ha creado un clima de incertidumbre.
Trump ha tenido posturas contradictorias hacia Cuba como en muchos otros asuntos. En el pasado mostró un tibio apoyo al restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambos países . En cambio, criticó el embargo comercial de EE UU contra Cuba y, durante la campaña electoral, se dio a conocer que años atrás el magnate trató de saltarse las prohibiciones de negociar con la Isla.
Poco antes de las elecciones Trump prometió dar marcha atrás al deshielo y criticó duramente las “concesiones” ofrecidas por Barack Obama al Gobierno de Raúl Castro. En un acto de campaña en Miami amenazó con revertir el proceso de acercamiento a menos que La Habana “satisfaga nuestras demandas”.
“Nuestro Gobierno hará todo lo posible por que el pueblo cubano pueda finalmente iniciar su viaje hacia la prosperidad y la libertad”, escribió Trump tras el fallecimiento del expresidente Fidel Castro, el pasado 25 de noviembre. Pero con el paso de las semanas, la nueva administración ha evidenciado que la Isla no figura entre las prioridades de su agenda.
Poco antes de las elecciones Trump prometió dar marcha atrás al deshielo y criticó duramente las “concesiones” ofrecidas por Barack Obama al Gobierno de Raúl Castro
Quienes esperaban que el magnate endureciera el tono contra el Gobierno de Raúl Castro no han oído aún una sola palabra de condena. También se impacientan los cubanos que aguardaban por el restablecimiento de la política de pies secos/pies mojados que Obama derogó en los últimos días de su mandato.
En la calle, la situación económica se tensa por los recortes en la venta de combustible, el desabastecimiento de alimentos y la falta de un calendario para acabar con la dualidad monetaria. Los emprendedores también tienen sentimientos encontrados con el nuevo inquilino de la Casa Blanca.
Miguel Arencibia trabaja por cuenta propia en un punto dedicado a la venta de CD y DVD con música y películas en la calle Tulipán de La Habana. No cree que “alguien que tenga más de 4.000 millones de dólares sea un loco”, en referencia a Trump, aunque le sorprende que no haya hecho alusiones a la Isla. “A veces nos creemos, o alguien nos hizo creer, que somos el ombligo del mundo”, reconoce.
En estos cien días, la Plaza de la Revolución ha optado por la cautela. La prensa oficial mantiene un tono bajo de críticas a Trump y, durante la V Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), Raúl Castro aseguró que «Estados Unidos y Cuba pueden vivir en armonía y bajo el respeto, pero Cuba no realizará concesiones inherentes a su soberanía e independencia».
Los caricaturistas de los medios nacionales apenas han dibujado en las últimas semanas los rasgos del mandatario norteamericano, una práctica ampliamente usada para burlarse de anteriores administraciones, especialmente las republicanas, como la de George W. Bush y Ronald Reagan.
En estos cien días, la Plaza de la Revolución ha optado por la cautela. La prensa oficial mantiene un tono bajo de críticas a Trump
La flexibilización de las regulaciones en materia de comercio y de viajes, impulsada por Barack Obama, sigue vigente. Esta semana se anunció que entró a funcionar el servicio Google Global Caché que permite albergar determinados contenidos de Google, como YouTube y Gmail, en servidores locales de la Isla.
Empresas como Airbnb aumentan su presencia entre los emprendedores dedicados a la renta de casas, mientras que las aerolíneas estadounidenses Delta, American Airlines y Southwest solicitaron al Departamento de Estado de Estados Unidos la aprobación para aumentar su frecuencia de viajes a Cuba.
Sin embargo, la opinión más extendida es que el deshielo ha entrado en un punto muerto y el mutismo de Trump aumenta las dudas sobre el futuro del acercamiento diplomático. Ni siquiera los analistas más osados se atreven a pronosticar el escenario de las relaciones entre las dos naciones, teniendo en cuenta la impredecibilidad que ha caracterizado al magnate en otros temas.
Sebastián A. Arcos, de la Universidad Internacional de la Florida, no ve “nada nuevo” en la política hacia Cuba pero señala que “apenas han pasado 100 días y hay que recordar que Obama se ocupó de Cuba en los dos últimos años de su presidencia».
Ni siquiera los analistas más osados se atreven a pronosticar el escenario de las relaciones entre las dos naciones, teniendo en cuenta la impredecibilidad que ha caracterizado al magnate en otros temas
Según Arcos, es “evidente que el senador Marco Rubio tiene mucho peso en lo relacionado con Cuba y Venezuela” cuando de asesorar a Trump se trata. “No sabemos qué es lo que está recomendando el senador, aunque sí sabemos que Rubio tiene una postura más dura porque fue un crítico de la política de Obama”.
Otro académico que pidió el anonimato explica a 14ymedio que el nuevo Gobierno apenas comienza a identificar sus interlocutores en la comunidad cubana. «Ahora es que esta administración está comenzando a establecer los primeros contactos con el tema de Cuba. Todavía falta bastante para que haya claridad sobre la política hacia la Isla».
El compás de espera mantiene en vilo a cientos de cubanos que han quedado varados en su ruta por Centroamérica hacia Estados Unidos. “Pensé que a estas alturas ya habrían tomado alguna decisión para dejarnos entrar”, reflexiona Hiram, de 23 años y que aguarda cerca de la frontera entre EE UU y México por que se restablezcan los privilegios migratorios para los cubanos.
Dentro de la Isla, otros también rumian su decepción. “Llevo tres meses viviendo de alquiler en alquiler después que vendí mi casa para pagarme el viaje a Estados Unidos”, cuenta Roxana, una ingeniera desempleada que se considera “ trumpista a punto de cambiar de opinión” porque el nuevo presidente “nos ha ignorado”.
Para la líder de las Damas de Blanco, Berta Soler, “hasta ahora no se ha visto ningún cambio” en la política de Trump hacia Cuba. La opositora recomienda “darle tiempo al tiempo” y explica a 14ymedio que “en estos momentos Estados Unidos tiene preocupaciones más urgentes como Siria o Corea del Norte”.
«Ahora es que esta administración está comenzando a establecer los primeros contactos con el tema de Cuba. Todavía falta bastante para que haya claridad sobre la política hacia la Isla»
La represión tampoco parece amainar en la era Trump. Al cierre de marzo la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN) registró «al menos 432 detenciones arbitrarias de pacíficos disidentes en Cuba«, una «cifra semejante» al promedio mensual del último semestre.
En Santiago de Cuba, el opositor Carlos Amel Oliva cree que Trump “ha quedado por debajo de las expectativas” y considera que la política hacia la Isla está marcada ahora por el “inmovilismo”. El miembro de la Unión Patriótica de Cuba asegura que en su organización valoran “mucho la solidaridad pero no nos detenemos por el tipo de políticas que establezca una administración u otra”.
Desde enero se han sucedido numerosos casos de confiscación de medios de trabajo a periodistas independientes, además de detenciones arbitrarias y acusaciones por presuntos delitos económicos contra disidentes. Una alumna de periodismo fue expulsada de la Universidad Central de Las Villas por su vinculación con activistas y sitios digitales críticos con el Gobierno.
En ese tiempo, el mandatario republicano enseñó los dientes a Kim Jong-un, lanzó un ataque con misiles contra Siria y anuló muchas de las regulaciones implementadas por Obama, principalmente en materia ambiental.
La mayoría de las promesas que el presidente hizo durante su campaña electoral no han pasado la prueba de la realidad
El abogado René Gómez Manzano recuerda que, no obstante en sus primeros días como presidente Trump, “tuvo gestos significativos como reunirse con congresistas cubanoamericanos”. Para el presidente de la Corriente Agramontista los cubanos no deben “estar colgados de las decisiones que tomen los gobernantes extranjeros” y asegura que en la Isla “continúa la represión y el irrespeto a los derechos humanos”.
La mayoría de las promesas que el presidente hizo durante su campaña electoral no han pasado la prueba de la realidad. Trump no ha logrado avanzar en la construcción del muro fronterizo con México, la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, los controles sobre visitantes de países predominantemente musulmanes ni la reforma a los servicios de atención médica.
La política hacia Cuba se cuenta también entre esos puntos incumplidos. Aunque para algunos, la indiferencia de la Casa Blanca quizás sea el mejor de los escenarios para la Isla.
El activista Eliécer Ávila, líder del Movimiento Somos+, lee en el silencio de la administración norteamericana “un llamado a la responsabilidad del propio cubano”. En su opinión se trata de “un mensaje absolutamente claro de que Estados Unidos no va a librar esta batalla por nosotros”, argumenta.