Turbulencia con pilotos no experimentados
Lamentablemente, ahora que los vientos de incertidumbre y guerra comercial internacional soplan de forma amenazante, queda en evidencia lo riesgoso que resulta que el avión sea piloteado por personas con falta de profesionalismo e inexperiencia.

Lo inconveniente que resulta tener pilotos no experimentados solo se hace evidente cuando hay problemas en el vuelo. La falta de experiencia y el poco profesionalismo político del Presidente Gabriel Boric y de su equipo de gobierno han quedado de manifiesto ahora que los impredecibles vientos del conflicto comercial internacional que ha desatado el gobierno del Presidente estadounidense Donald Trump amenazan golpear fuertemente al país.
El intempestivo anuncio de Trump sobre la imposición de aranceles de 50% a las importaciones de cobre que realiza Estados Unidos tiene efectos potencialmente muy dañinos para la economía chilena. Es verdad que Chile solo exporta un 12% de su cobre a Estados Unidos. Pero la decisión de Trump de convertir al cobre en uno de los campos de batalla de la guerra comercial es una mala noticia por donde se la mire.
Desde que asumió el poder en enero, Trump ha demostrado un alto nivel de improvisación en su política comercial. El Presidente estadounidense ha dejado en claro que no cree en el libre comercio y que no tiene mayor respeto por los acuerdos comerciales que su país ha firmado en el pasado. Es verdad que muchos de los anuncios de drásticos aumentos en los aranceles que ha hecho Trump desde que llegó al poder no se han materializado o se ha retrasado su implementación. A partir de ese innegable hecho, muchos observadores han optado por ignorar las amenazas de Trump, apostando a que los anuncios de estrepitosas tasas arancelarias nunca lleguen a concretarse. Pero el solo hecho que el Presidente Trump realice esos anuncios es una fuente de innecesaria y potencialmente dañina incertidumbre.
Lamentablemente, nuestro país tiene muy poca capacidad para influir o negociar con Estados Unidos. La economía estadounidense es 60 veces más grande que la de Chile. Cuando se producen tormentas de esta naturaleza y el mar se pone bravo, un barco pequeño como Chile corre más riesgos que un transatlántico. Mientras más chico el barco, más importante es que el país tenga líderes políticos hábiles, sensatos y capaces de mantener el control de la nave y llevarla a puerto seguro.
Desde que asumió el poder en marzo de 2022, el Presidente Boric ha demostrado carencia en algunas habilidades esenciales que requiere un buen político. Boric habla más rápido de lo que piensa y a menudo pone por delante sus ideales de líder estudiantil que quiere enterrar el neoliberalismo y superar el capitalismo que su rol de jefe de estado. En vez de defender los intereses de Chile, Boric a menudo se viste con las ropas de defensor de los derechos humanos. El Presidente gusta de opinar de temas que no conoce bien y proponer soluciones a problemas complejos que han perdurado por tanto tiempo precisamente porque no tienen una fácil solución.
Desde el cambio climático hasta la crisis en el Medio Oriente o la guerra en Ucrania, Boric ha opinado de forma destemplada y poco cuidadosa. En vez de actuar como el Presidente que debe velar por el bienestar de los 20 millones de habitantes y por la economía y seguridad del país, Boric a menudo actúa como representante de una ONG que busca proteger los derechos de determinadas minorías. Por eso, no trepidó en poner en riesgo las robustas relaciones que tiene la industria de defensa de Chile con la de Israel para expresar su descontento con las decisiones que toma el gobierno de ese país. Es más, en los días anteriores a su Cuenta Pública ante el Congreso Nacional, Boric socializó la idea de romper relaciones diplomáticas con Israel, generando una serie de reacciones que incluyeron una llamada telefónica del Secretario de Estado estadounidense Marco Rubio que el Presidente Boric se negó a responder.
Para un país de tamaño y peso mediano en América Latina, como Chile, mantener buenas relaciones con nuestros socios comerciales y aliados históricos es fundamental. Dada la tensa relación entre China, nuestro principal socio comercial, y Estados Unidos, nuestro aliado histórico más importante, resulta especialmente necesario ser cuidadoso con los gestos y las declaraciones. No hay necesidad de subirse a la vía del ferrocarril cuando dos trenes parecen avanzar hacia una colisión. Es insensato enemistarse con alguno de los dos países más importantes del mundo solo porque quieres hacerte parte de un debate sobre un problema tan complejo y lejano que, aunque quieras, no puedes ayudar a solucionar. Ya sea en Gaza, Ucrania o la guerra comercial entre Estados Unidos y el resto del mundo, la magnitud y complejidad del problema es tal que lo más razonable para cualquier país como Chile es mantenerse a resguardo para evitar ser arrastrado por los vientos del conflicto.
Lamentablemente, ahora que los vientos de incertidumbre y guerra comercial internacional soplan de forma amenazante, queda en evidencia lo riesgoso que resulta que el avión sea piloteado por personas con falta de profesionalismo e inexperiencia. Chile está en una posición especialmente vulnerable ahora que el Presidente Trump parece interesado en convertir al cobre en un campo de batalla en su intento por redefinir las reglas de comercio internacional.