Una bitácora cubana (CXIV)

1– P. Alberto Reyes Pías: He estado pensando… en el porqué de nuestro aguante
El sacerdote cubano Alberto Reyes Pías valientemente, y con regularidad, hace sentir su voz orientadora sobre la injusta realidad cubana. En una de sus notas más recientes, publicada en Reporte Católico Laico, trata de responder estas preguntas que se hace mucha gente en el exterior:
“¿Por qué el cubano aguanta tanto?”, “¿por qué no acaba de lanzarse a las calles a reclamar su libertad?”
En su respuesta, comienza por recordar que “Nuestro presente tiene a sus espaldas 66 años de un lento y sistemático proceso de destrucción del protagonismo de la sociedad civil”.
Se pregunta, asimismo: ¿Cómo era la sociedad cubana antes del 59?
Y su respuesta es muy clara: Era una sociedad que tenía conciencia de su derecho a intervenir en la marcha del país.
Recuerda entonces a organizaciones emblemáticas, como la Federación Estudiantil Universitaria, siempre lista a protestar toda injusticia, o a los distintos sindicatos, siempre combativos ante los abusos y atropellos contra la clase trabajadora.
De forma sin duda imperfecta, pero en la Cuba precastrista había pluralidad de opciones partidistas.
Entonces llegó el castrismo, y como bien dice el padre Reyes,
“Lo que hoy llamamos “proceso revolucionario” empezó con el deslumbramiento fanático de este pueblo hacia la figura de Fidel Castro, que supo vender una imagen de libertador mesiánico e hipnotizó no sólo a este pueblo sino a muchos fuera de nuestras fronteras.
Y aprovechando esa hipnosis, él y su grupo fueron desmontando paulatina y sistemáticamente los mecanismos que dan vida al protagonismo social del pueblo, esos mismos mecanismos que Fidel utilizó en su lucha y que tanto alabó, incluso mientras deshacía lo que iba quedando. (…)
¿Y qué tenemos hoy? La FEU es la que mantiene a raya a los estudiantes, los sindicatos ya no protegen al trabajador, las elecciones son una farsa teatral donde el pueblo vota, pero no elige, la oposición está prohibida por la Constitución, la huelga es un pecado punible, y las manifestaciones pacíficas ya sabemos en qué terminan.
¿Por qué hemos ido aceptando todo esto como si fuera “lo normal”? Porque nos quitaron poco a poco el espíritu que hace que un pueblo se levante y tome el control de su historia: nos hicieron creer que la “política”, es decir, la intervención en la marcha de la sociedad, no pertenece al pueblo sino a los que gobiernan. Nos hicieron creer que el pueblo no tiene parte en las decisiones que marcan la construcción del país. Nos acostumbraron a no vernos como protagonistas de la vida política y social.
Y en los momentos en los que hemos intentado hacernos valer como protagonistas de nuestra historia, la respuesta ha sido la violencia, la represión o la militarización de las calles.
Nos toca retomar el camino, nos toca recuperar la conciencia de nuestro derecho a intervenir en el presente y el futuro de nuestro país, y si los que nos han excluido de ese derecho no son capaces de abrirse al cambio de los tiempos, nos tocará alzar la voz en todos los modos posibles, nos tocará descubrir, a pesar de los precios, que conquistar la libertad es posible”.
Estos no son tiempos de indiferencia o de negativismo. Al contrario, nuestra esperanza debe crecer y multiplicarse, así como el régimen se sumerge cada vez más en la desesperanza.
2 – Pasos de Cambio convoca a los cubanos a pensar en una transición democrática
La plataforma Pasos de Cambio, que reúne a organizaciones y ciudadanos comprometidos con la democratización de Cuba, lanzó recientemente una convocatoria a pensar en una transición democrática cubana, según reseña Cubanet.
No es la primera vez en más de sesenta años de castrismo que se lanza una iniciativa unitaria y opositora a la dictadura. Lo que hace a esta necesaria hoy es la grave crisis que atraviesa el régimen en todos los órdenes, y cuando quienes están al mando carecen del carisma y la autoridad de los fundadores de la tiranía, además de mostrar un grado de incompetencia atroz. Veamos la nota:
“Nos juntamos más allá de nuestras estrategias individuales, en el marco del apoyo unánime al Acuerdo por la Democracia y conscientes de la necesidad de un cambio trascendente en las estructuras políticas, sociales y económicas de nuestro país”, señala la convocatoria de Pasos de Cambio.
Las propuestas se estructurarán en tres áreas clave:
“Transición hacia la democracia en Cuba: Se recibirán propuestas sobre medidas prioritarias en áreas como justicia transicional, construcción democrática y participación ciudadana, desarrollo económico, asuntos sociales (educación, salud, vivienda) y cuerpos armados y orden interior. Las propuestas en esta categoría podrán enviarse desde el 5 hasta el 31 de marzo de 2025.
Movilización ciudadana para el cambio: Se busca identificar tres acciones concretas que los cubanos dentro y fuera del país puedan implementar para acelerar la transformación del sistema. El plazo para presentar propuestas en este ámbito también finaliza el 31 de marzo de 2025.
Política exterior de Estados Unidos hacia Cuba: En este apartado, se solicita a los participantes proponer dos medidas que el gobierno y las instituciones estadounidenses puedan adoptar en apoyo a la democratización cubana. La fecha límite para presentar iniciativas en esta área es el 19 de marzo de 2025.
. “Todas las propuestas recibidas formalmente serán publicadas de manera íntegra en la página web”, destaca la convocatoria, agregando que después de las fechas límite se elaborará un resumen con las ideas más recurrentes sin perjuicio de que se sigan publicando nuevas contribuciones.
La convocatoria está abierta a todas las organizaciones firmantes del Acuerdo por la Democracia en Cuba, así como a académicos, pensadores y ciudadanos que no estén afiliados a ninguna organización. Además, se invita a los medios de prensa independientes cubanos a acompañar y dar cobertura al proceso. “Todos los cubanos que envíen de manera individual o colectiva sus propuestas a la página web también podrán participar”, subraya la iniciativa.
“Hacemos esta convocatoria urgente para que los cubanos de dentro [de la Isla] y del exilio propongan medidas concretas para salvar a nuestra Patria y transitar de la tiranía a la democracia, para sacar a Cuba de la difícil situación en la que el régimen la ha hundido, para construir entre todos la Cuba con todos y para el bien de todos soñada por Martí”, subrayó el líder opositor José Daniel Ferrer, en un video compartido por la plataforma.
3– ‘Un país en ruinas que ha salido del mapa turístico’: así califica a Cuba una publicación especializada
La revista española “Preferente” no se ha ido por las ramas a la hora de juzgar el estado de postración de lo que queda de la industria turística cubana.
En nota publicada en Diario de Cuba, ‘Preferente’ señala que la Isla está hundida por ‘una dictadura comunista que no consigue ni siquiera maquillar la economía’.
Ya era hora de que se dieran cuenta. Es que durante años los intereses de poderosos grupos trasnacionales del negocio turístico -algunos de ellos hispanos- han coincidido plenamente con los objetivos de la dictadura castrista.
Se producían entonces horrendas distopías que colocaban a los gestores de la dictadura castrista, y sus socios internacionales, interesados-solo-en -$$$$, en el mismo grado de desprecio de toda ética, de todo respeto a los derechos humanos esenciales.
Recordemos, por ejemplo, aquellos tiempos en que los ciudadanos cubanos no podían bajo ningún respecto entrar en dependencias turísticas de ningún tipo, o incluso relacionarse con visitantes extranjeros.
Esto fue puesto a un lado cuando se dio la oportunidad de generar muchos más ingresos en dinero verde, gracias al “turismo sexual”, con ejemplos sencillamente horrendos y escandalosos.
Cuba era sencillamente una isla de la fantasía, donde los turistas solo podían ver lo que el régimen quería que vieran, dejando eso sí jugosos dividendos en las arcas de la tiranía.
Pero el intento de separar el turismo del cataclismo general que ha afectado y sigue afectando a toda la isla, ha resultado infructuoso. Y encima llegó la pandemia.
El turismo en Cuba ha experimentado un descenso significativo en los últimos años, impactando gravemente la economía del país. A continuación, se detallan algunos de los factores clave que contribuyen a esta situación:
Impacto de la pandemia de COVID-19:
Al igual que muchos destinos turísticos en todo el mundo, Cuba se vio fuertemente afectada por la pandemia. Las restricciones de viaje y el miedo a la enfermedad redujeron drásticamente el número de visitantes.
Crisis económica:
La situación económica interna de Cuba, con escasez de productos básicos y dificultades para acceder a divisas, también afecta al turismo. Los visitantes han encontrado crecientes dificultades para satisfacer sus necesidades básicas durante su estancia.
Competencia regional:
Otros destinos del Caribe han experimentado una recuperación más rápida después de la pandemia, ofreciendo alternativas más atractivas para los turistas.
Disminución de mercados emisores de visitantes:
Los principales mercados emisores como lo son Canadá, Estados Unidos y los cubanos residentes en el extranjero, han disminuido drásticamente en los últimos años.
Lo cierto es que se ha registrado una disminución significativa en el número de visitantes internacionales en comparación con años anteriores a la pandemia.
La ocupación hotelera ha disminuido considerablemente.
Los ingresos generados por el turismo también han experimentado una fuerte caída.
Pero veamos extractos de la nota:
Según la revista, dedicada a profesionales del negocio turístico y editada en Palma de Mallorca, la ocupación hotelera de Cuba, de apenas el 25%, pone en evidencia que la Isla «está viviendo una decadencia política y social que también se ve reflejada en la actividad turística. Los expertos avisan que el turismo no saldrá de su actual decadencia hasta el año 2030″.
Citando cifras oficiales al cierre de 2024, el artículo apunta que el país, que hasta 2018 reportaba más de cuatro millones de visitantes al año, recibió el año anterior 2,2 millones de viajeros internacionales, casi un 10% menos que en 2023 y la peor cifra en 17 años.
«El turismo aportó al país 1.216 millones de dólares, un 61% menos que antes de la pandemia. La realidad social no favorece precisamente un cambio de ciclo. Cuba es actualmente un país insalubre, con constantes apagones y escasez de agua. En la Habana la basura se acumula por unas calles cada vez más vacías. Los apagones pueden durar hasta 18 horas, lo cual convierte las vacaciones en una pesadilla, al no disponer de aire acondicionado durante gran parte del día para soportar el calor y la humedad», enumera Preferente.
Citando asimismo un informe de la organización Cuba Siglo 21, la publicación señala que «más de 10.000 trabajadores calificados del sector turístico emigraron en los últimos tres años, afectando la calidad de los servicios». (…)
Finalmente, un economista y colaborador de DIARIO DE CUBA cuestiona: «¿Quién va a pagar miles de dólares por un pasaje en avión, y después por la estancia, para ir a ver el infierno? Ese segmento turístico, esa modalidad, no existe en el mundo». (…)
Para colmo, «a pesar de la decadencia del sector turístico, el régimen cubano sigue invirtiendo en lo que considera todavía como la locomotora de la economía del país. En los primeros seis meses del año pasado [el régimen de] Cuba destinó el 40% de sus inversiones a actividades vinculadas al turismo, como hoteles, restaurantes y activos inmobiliarios. Cuba invirtió 4,6 veces más en la construcción de habitaciones de hoteles que en educación, salud o agricultura», finaliza el texto.
Eso es. Venir a Cuba ya no se puede llamar turismo, sino una “visita al infierno”. Ya ni los rusos quieren venir a un infierno en que los negocios turísticos son más importantes que la salud y la educación de sus habitantes.
4-Un segundo golpe a la trata de profesionales cubanos
Dimas Castellanos, en Diario de Cuba, hace una afirmación tajante, con la cual estamos de acuerdo:
“La dependencia de ingresos tan frágiles como el alquiler de profesionales ha colocado al régimen de Cuba en el umbral de los cambios que inexorablemente se producirán”.
El régimen no haya de dónde sacar más ingresos, porque todas las fuentes se les están secando. Bien sea la ayuda -dádiva- extranjera, de parte de países que son amigos del régimen, incluso protectores, pero que tienen sus propios y graves problemas -China, Rusia, Venezuela, para citar solo tres- , o el alquiler, en régimen de esclavitud, de profesionales de la medicina, o incluso -para peor- el ya mencionado en nota anterior derrumbe del turismo, el castrismo no haya de dónde obtener divisas.
Y entonces, para colmo, el nuevo secretario de Estado norteamericano, Marco Rubio, “anunció la restricción de visados a funcionarios del Gobierno de Cuba vinculados al alquiler de profesionales, especialmente a los relacionados con las misiones médicas en otros países”.
Y así debe ser: no solo debe condenarse la práctica de explotación inhumana de la esclavitud de profesionales cubanos, sino asimismo a quienes las practican, las dirigen, las implementan. Dice el articulista:
“La medida es extensiva a exfuncionarios cubanos, extranjeros y a familiares directos de los implicados en esa modalidad de esclavitud moderna, denunciada en organismos internacionales y devenida principal fuente de divisas del totalitarismo insular; una actividad que fue adquiriendo mayor peso en la misma medida que la producción de bienes —anterior fuente de divisas de Cuba—, languidecía. (…)
La verdadera razón de la trata de profesionales por parte del régimen cubano radica en que la economía de mercado y las libertades, que alguna vez favorecieran la producción de bienes y ubicara a Cuba entre los primeros países de América Latina, fue arruinada por la estatización y la planificación centralizada. Para demostrarlo basta mencionar cuatro sectores productivos:
el azúcar: de casi 7,3 millones de toneladas en la zafra 1952, descendió en 2024 a 160 mil toneladas
el café: de 60.000 toneladas en la cosecha 1960-1961 pasó a unas 10.000 en 2023
el ganado vacuno: de seis millones de cabezas en 1958, en 2025 solo hay 2.914.000 cabezas
el arroz: de 279.000 toneladas en 1956, solo se produjeron 7.900 toneladas en 2023.
El retroceso se acompañó de la descapitalización de todos los sectores productivos, salarios insuficientes, pérdida del interés por los resultados productivos, éxodo masivo de personal calificado e imposibilidad de obtener préstamos debido al impago de las deudas contraídas, cuyo reflejo es una drástica reducción de las exportaciones e importaciones. En resumen, una inflación galopante y la miseria en la que se encuentra sumida la mayoría de los cubanos. Todo ello explica el intento gubernamental de suplir la producción de bienes por el turismo, las remesas y la trata de profesionales.
El alquiler de profesionales
Por el alquiler de profesionales en condiciones de esclavitud moderna, el Estado totalitario cubano recibió 11.379 millones de dólares en el año 2017; cifra que, convirtió esta actividad en fuente principal de obtención de divisas, pero que en 2018 recibió un duro primer golpe.
En Brasil, el Programa Más Médicos, inaugurado en 2013 durante la presidencia de Dilma Rousseff, fue clausurado por el Gobierno de Cuba al denegar las tres condiciones planteadas por el presidente Jair Bolsonaro en 2018: someter los médicos a revalidación, viajar con sus familiares y pagarle directamente el salario íntegro; condiciones que Cuba consideró inadmisibles y determinó el regreso de los 8.332 trabajadores de la salud que se encontraban en Brasil. (…)
A pesar de la sorpresiva y rápida evacuación, las «deserciones» no pudieron evitarse. A falta de datos del Gobierno, los cálculos arrojan lo siguiente: según un artículo publicado en DIARIO DE CUBA los 32 vuelos en que fueron transportados de regreso, como promedio trajeron 200 pasajeros, por tanto, retornaron unos 6.400 de 8.332. Otras fuentes sitúan la cifra de quedados hasta 2.500, lo que representa entre el 16 y el 22% de «desertores».
Al golpe recibido por la retirada de los médicos de Brasil, en el momento en que el sistema totalitario ha colapsado y el Gobierno carece de toda posibilidad para revertir la crisis, se une un segundo golpe, ahora no de la parte cubana como la retirada de Brasil, sino de EEUU: la mencionada restricción de visados a las personas asociadas al alquiler de personal calificado en condiciones de esclavitud moderna.
En fin, que la dependencia de ingresos tan frágiles como el alquiler de profesionales, como estrategia dirigida a rehuir las transformaciones económicas y políticas que el país demanda, ha colocado al régimen cubano en el umbral de los cambios que inexorablemente se producirán”.
Así lo esperamos la aplastante mayoría de cubanos dentro y fuera de la Isla.
Marcelino Miyares, 23 de marzo 2025