Derechos humanosDictaduraEconomíaPolíticaRelaciones internacionales

Una Bitácora cubana (LXXXIX)

 

 

El hombre que amaba los perros", la mejor novela de Leonardo Padura - Cine  y Literatura

  

1) Comenzamos esta Bitácora con una nota del sociólogo venezolano Tulio Hernández, publicada en la página web “Frontera Viva” y cuyo título reza así: “Padura, Cuba y Venezuela: Desilusión y cansancio histórico”.

 

En la nota de Hernández se hace referencia a la novela más exitosa -al menos internacionalmente- del escritor cubano, “El hombre que amaba a los perros”, en la cual el eje narrativo es la historia del asesinato del dirigente comunista soviético León Trotsky (nacido en Ucrania, una de las figuras más destacadas del triunfo de la revolución comunista en Rusia, pero luego exiliado desde 1929), quien se había convertido en el enemigo más importante del tirano Josef Stalin, y que luego de varias intentonas fallidas es asesinado en México, el 20 de agosto de 1940, por un comunista catalán, Ramón Mercader.  

La novela es una muestra fiel del desierto ético, de la falta de moral de los regímenes marxistas-leninistas, así como de cuáles eran sus métodos favoritos de tortura y de represión.

Destaca sobremanera la muestra simultánea de las carencias de todo tipo que sufría la sociedad cubana en los tiempos en que se escribe la novela (publicada en 2009).

Como destaca Hérnández, “Si algún lector guarda todavía alguna simpatía con las utopías comunistas, esta lectura se las pulveriza para siempre”.

La razón que lleva a Hernández a escribir sobre Padura es la presencia de éste en un evento literario en Cartagena, Colombia, y la entrevista que el escritor concede a una periodista de la BBC News en español. Y a Hernández le llaman claramente la atención “ricas ideas que merecen resaltarse porque iluminan zonas muy oscuras de lo que ocurre en la sociedad cubana, que por conocidas a veces olvidamos, y que ahora, leídas por un venezolano, nos ayudan también a comprender el agotamiento anímico que en el presente pareciera acelerar la resignación política en nuestro país”.

El sociólogo venezolano resalta tres ideas de la entrevista:


Primera: la relación oscilante entre pesimismo y optimismo. En una frase que recuerda los jugueteos verbales de su coterráneo Guillermo Cabrera Infante, Padura ante una pregunta de la periodista declara: “Yo, los lunes, los miércoles y los viernes, soy optimista. Los martes, los jueves y los sábados, soy pesimista. Y los domingos descanso. Hay días en que creo que es posible y días que siento que es imposible!”. Al cambio político, obviamente, se refiere.

Y, allí, entra la segunda idea, la del control social“En los sistemas socialistas, el control es una realidad, una práctica sistémica”, advierte. El control social de alguna manera marca el ritmo optimismo-pesimismo. Para ilustrar el optimismo, recuerda las protestas del 11 de julio de 2021, que llenaron de esperanzas a los cubanos ante un posible cambio —una apertura democrática— del régimen. Y paso seguido advierte el pesimismo que se ha generado luego de que las protestas fueron controladas, muchos participantes detenidos, procesados y condenados con penas descomunales que sintetizan la advertencia: “Si esto vuelve a ocurrir, mira lo que le pasó a los que ya lo hicieron”.

Entonces, continua Padura, sobrevino una ola de desencanto y de pesimismo que ha generado la más grande crisis migratoria ocurrida después de la revolución. Ya han salido de la isla un cuarto de millón de cubanos. “Es una sangría que no para, porque la gente ya no confía en que las cosas pueden mejorar en un sentido social, en un sentido general, y están buscando soluciones individuales para sus necesidades”, agrega el entrevistado.

allí llegamos a la idea, la tercera en mi subrayado, del “cansancio histórico”, manejada por su personaje recurrente Miguel Conde en “La neblina de ayer”. El cansancio de “vivir en la historia” y la necesidad de vivir en la normalidad. Es decir, pasar de vivir en medio de movimientos supuestamente trascendentales —revoluciones, contra revoluciones, invasiones, exilios, migraciones, resistencias, represiones— a vivir con un mínimo de sosiego interior y exterior.

Y esa necesidad de normalidad tiene diversas expresiones, ¿cuáles?


En un extremo, la práctica resignada de la autocensura para no complicarse la vida personal. (…)

En el otro extremo está la catarsis, la evidencia de que la gente en Cuba “haga tantas fiestas, consuma tanta música y si pueden traten de beber al menos un día todo el ron o la cerveza o cualquier cosa que aparezca”. Fenómeno que explica con una frase que me parece reveladora, “es que la gente necesita estar un ratito en estado de la felicidad”.

Continúa Hernández:

Los venezolanos sabemos exactamente qué significa el “cansancio histórico. El drama que padecemos, ya casi por un cuarto de siglo, corresponde a un guion escrito a varias manos bajo la dirección de un dramaturgo cubano rojo. Conocemos en carne propia las ansias de normalidad, hoy vivimos la huida hacia las salidas individuales porque añoramos la necesidad de estar “aunque sea un ratito” en la felicidad. Y, algunos, seguimos atentamente las explicaciones de los cubanos lúcidos, porque —aunque no estamos en un modelo comunista— mientras ellos vienen, nosotros vamos. Ellos comenzaron en 1959. Nosotros en 1999. Solo nos faltan cuarenta años para alcanzarlos. (…) 

La entrevista a Leonardo Padura nos deja al final el amargo sabor de lo que ya estamos viviendo en Venezuela: una sociedad que vive rumiando amargura pero tiene que refugiarse en las pequeñas felicidades personales. No es para menos. El escritor que arriba a la edad de  sesenta y ocho años desde los cuatro ha vivido en medio del “castro comunismo”.

Sin embargo, en un arrebato de esperanza, Padura cobra aliento y concluye: “Creo que habría que tener una actitud mucho más agresiva y, aunque la palabra esté bastante manida, utilizada y hasta devaluada, habría que tener una actitud revolucionaria, porque la revolución puede  darle una vuelta a las cosas”.

 

Hasta en eso se parecen ambos pueblos: mucha congoja, mucho desconsuelo, mucha esperanza defraudada, y sin embargo debemos persistir, hay que mantener las banderas de lucha en alto.

 

===================

 

Díaz Canel a Putin: Rusia y Cuba tienen un mismo enemigo, 'el imperio  yanqui'

 

 2) Modelo ruso en Cuba… ¿será posible?

 

La pregunta se la hace la periodista Rafaela Cruz, en Diario de Cuba. Y señala que “en su intento de imitar a Rusia, el castrismo podría fracasar de modo tan estrepitoso como en su intento de imitar a la antigua Unión Soviética”.

 Creo que nadie puede tener dudas al respecto. Lo cierto es que con clara insistencia, periódicamente analistas y comentaristas de la realidad cubana tocan temas similares. ¿Recuerdan que cuando llegó al poder Raúl Castro se decía que él, siendo más pragmático que su hermano, buscaría implantar el modelo chino, o el vietnamita?

El hecho es que la arquitectura mental castrista está llena de telarañas que no ocultan la preeminencia de un autoritarismo cuyo único fin es mantener el poder como sea, a costa de lo que sea.  Y como bien argumenta la periodista:

Rusia no es solo un «capitalismo de compadres» donde empresarios enchufados al Gobierno controlan como monopolios o cárteles empresas y mercados antes estatales. Si es mejor ser ruso hoy que soviético ayer, es porque amplios sectores económicos liberalizados y competitivos han desarrollado las potencialidades locales y, por supuesto, atraído franquicias y sucursales de cientos de multinacionales occidentales que han llevado prosperidad e inversión al país eslavo. (…)

Esa yuxtaposición de una economía relativamente liberada como base amplia y una economía estatal —aunque teóricamente privada—, concentrada en sectores específicos pero con un peso enorme en el ingreso fiscal, es lo que equilibra el modelo ruso: el Estado es, gracias a los ingresos de los hidrocarburos, financieramente independiente del resto de la economía, contando con recursos suficientes para costear un modelo dictatorial que solo rinde cuentas formalmente al pueblo, pero sin meterse demasiado en la economía de las familias. (…)

En definitiva, sin un sector que permita ingresos fiscales centralizados e independiente al resto de la economía no hay «modelo ruso», el castrismo estará condenado a convivir con el pueblo y, por lo tanto, a mantenerlo en un rango de miseria no tan bajo para evitar el estallido social, pero suficiente para impedir que nazca una sociedad civil prospera, independiente e internacionalmente conectada, que pueda tener veleidades políticas. (…)

El turismo es ya decisivo para los ingresos del país, pero no es ni de lejos ese sector potente que podría servirle a la mafia de La Habana como los hidrocarburos a la mafia de Moscú, y no lo será mientras los norteamericanos no puedan visitar libremente Cuba.

Si el castrismo se anima a dar pasos acelerados hacia un «capitalismo de compinches» —de momento los está dando de forma muy tímida mediante las MIPYMES— sin tener condiciones para ello, no será un modelo ruso lo que obtendrá, sino un modelo centroamericano, en el que instituciones débiles y profundamente corruptas mantienen al Estado secuestrado por oligarquías extractivas. En su intento de imitar a Rusia, el castrismo podría fracasar de modo tan estrepitoso como en su intento de imitar a la Unión Soviética”.

================

 

Béisbol: Nuevos detalles de la Serie Nacional, compromisos internacionales  y la contratación de peloteros - Periódico Guerrillero

 

3) Acaba de concluir la Serie del Caribe de béisbol, en Caracas, con una de las peores actuaciones que se recuerde de una selección cubana.

Pero ello no puede sorprender, porque fue un desastre previsible e incluso anunciado, como hizo Orlando Freire Santana en Cubanet. ¿Por qué?

Porque se ha llegado al colmo -forzados los dirigentes y mandamases del régimen- de usar como criterio fundamental de escogencia de los jugadores, que el equipo estuviera conformado por peloteros con pocas posibilidades de desertar.

Obviamente, ello significó que jóvenes figuras que podrían haber conformado un equipo más representativo, fueron excluidas por temor a que se siguiera con la costumbre ya constante de equipos que regresan a la Isla  desmantelados porque muchos integrantes aprovechan la visita al exterior para desertar. Y es que el éxodo de atletas que está sufriendo el deporte cubano no cesa, al contrario, se incrementa.

El 2023 es muy joven, y todavía faltan los Juegos Centroamericanos y del Caribe en San Salvador, y los Panamericanos de Santiago de Chile. En el caso del béisbol,  se agrega muy próximamente el V Clásico Mundial. Ello explica el esfuerzo de las autoridades deportivas por minimizar el referido éxodo de sus deportistas.

 

====

Qué importancia tiene el liderazgo de una Estación de Servicio en un  momento de crisis económica? - Surtidores.com.ar

4) Dagoberto Valdés: Liderazgo y servicio

Una vez más, como es costumbre cada lunes, en la revista Convivencia, Dagoberto Valdés nos ilumina con su mensaje orientador. Esta vez toca un tema muchas veces mencionado pero pocas veces comprendido a cabalidad, como es el tema del liderazgo necesario.

Afirma Dagoberto: Cuba necesita líderes, no caciques. Cuba necesita servidores públicos, no caudillos. Cuba necesita sobre todo instituciones, no populismos. Cuba necesita trabajo en equipo, no mesianismos.

 Al igual que en la mayoría de los países de nuestra América Latina, “en Cuba se nos ha inculcado que los problemas se resuelven con un “hombre fuerte”, con alguien que aparezca para “salvar” la situación. Con demasiada frecuencia se pregunta quién podría ser el “mesías”, qué persona es más conocida, quién destaca como “iluminado” que se sabe todas las soluciones. El caudillismo ha sido una de las lacras de la sociedad cubana junto con la tendencia a la violencia como única salida o a la “salida” como forma de escapar de la realidad en lugar de trabajar para cambiarla”.

Nos dice asimismo que

“La diferencia fundamental entre un jefe caudillo y un líder es que el jefe tiene poder (potestas) sea por haber recibido ese poder delegadamente o por habérselo tomado, y lo ejerce verticalmente, voluntariosamente. Sin embargo, el líder tiene autoridad moral (auctoritas) ganada por sus cualidades morales, por su coherencia entre el decir, el vivir y el actuar. Sin autoridad moral no hay liderazgo auténtico”.

Otra característica a destacar es que el caudillo solo piensa en sí mismo; el resto, incluyendo la sociedad, están para servirle.

“Mientras que un líder democrático responde solo cuando es elegido libremente por la mayoría, no se impone, propone soluciones, no se hace la piedra angular sino que construye consensos, trabaja en equipo. En una palabra: es un servidor público, y sirve mientras sirva, después se retira o busca servir de otro modo”.

Para ValdésCuba necesita servidores con liderazgo”.

“Cuba necesita, más que nunca, que superemos con la educación ética y cívica nuestro pasado de caudillismos, mesianismos y populismos. Una gran parte de nuestra historia colonial, republicana y luego la etapa totalitaria, han estado marcadas por estas deformaciones. No las heredemos para el futuro de la nación cubana”.

El resto de su interesante artículo es tan recomendable que dejo el enlace para que el lector que así lo desee pueda leerlo en su totalidad:

https://americanuestra.com/dagoberto-valdes-liderazgo-y-servicio/

 

 

Cuba: régimen arranca farsa electoral con Raúl de candidato

Raúl Castro en la Asamblea Nacional del Poder Popular, diciembre de 2022. CUBADEBATE

 

5) Carlos Alberto Montaner: Cómo entronizar la democracia y el mercado en Cuba en sólo 365 días

El pasado 30 de enero la prensa oficialista cubana anunció el inicio del proceso que concluirá con las «elecciones generales» previstas para el 26 de marzo, cuando los electores irán a las urnas para confirmar (ciertamente no será “elegir”) a los diputados para la X Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular.  Para Montaner, quizá será la última vez que ello ocurra.  Para él,

“La fecha del 11 de julio del 2021 no sólo es un precedente: es un camino”. “Ese día miles de personas gritaron «libertad» y entonaron Patria y Vida, que inmediatamente se convirtió en el segundo himno de Cuba”.

Ante la cada vez más ciega “inmovilidad” del régimen, el analista, en 14ymedio, busca responder a la pregunta siguiente:

Cómo entronizar la democracia y el mercado en Cuba en sólo 365 días.

Para Carlos Alberto “Lo que dure el régimen dependerá de la capacidad de hacer presión desde la oposición, y de la voluntad de cambios de los millares de reformistas que aún existen en el Gobierno”

Otro dato que asoma: “La cifra de los recién llegados al exilio en el pasado año es más de 300.000 personas. Abundan los hijos y parientes de los generales, de los ministros y ex ministros, de los diputados y ex diputados”.

Nos recuerda asimismo que “en 1990, los economistas liberales soviéticos pusieron en circulación un plan para transformar la URSS en 500 días; Cuba solo necesitaría apenas 365 días”. Sigamos con el texto:

 

“Ya no existen Fidel, ni Hugo Chávez, y el Foro de San Pablo está bajo el escrutinio constante del ejército brasileño, así que está dictada la sentencia a muerte de la dictadura comunista cubana. Murió de inanición e incompetencia.

En definitiva, murió de lo que mueren habitualmente los regímenes comunistas: de la incapacidad de generar suficientes cantidades de bienes y servicios. Muchos menos de los que se logran en una economía abierta sujeta al mercado y a la existencia de propiedad privada, aunque haya que sacrificar la pretendida igualdad de resultados. Ahora bien, lo que dure, sean meses o años, dependerá de la capacidad de hacer presión desde la oposición, y de la voluntad de cambios de los millares de reformistas que aún existen en el Gobierno. Todos tenemos que oírlos con atención. (…) 

 La pequeña Cuba se puede transformar en un sitio en el que se pueda hacer negocios con ella. Al fin y al cabo son solo 11 millones de personas. Es preciso un tratado de libre comercio. Una de las reformas que deben hacerse es la dolarización de la economía. La riqueza mayor de esa Isla es tener como vecinas, a solo 90 millas, a 325 millones de personas entre las cuales se encuentran las más ricas y creativas del planeta.

– Entre un 20% y un 30% del censo cubanoamericano tiene sus raíces en la Isla. Esa es una fuente extraordinaria de enriquecimiento en ambas orillas para los posibles negocios.

– Por primera vez EE UU tiene con quién hablar fuera de su territorio. Los congresistas cubanoamericanos deben figurar en esa lista de personas privilegiadas. Cuatro o cinco de los ex congresistas también. 

Lo que quiero decir es que no vale la pena hacer ningún plan detallado. Sólo hay que crear las condiciones para que funcione y dejar a la imaginación el resto”.

 

Marcelino Miyares, Miami, 27 de febrero 2023.

 

 

Botón volver arriba