Ética y MoralPolítica

Una cordillera de mentiras

Sánchez ha convertido el embuste, la trola o el engaño en la razón de ser del sanchismo, la mentira como salvavidas

Cuando el año pasado Calviño remitió a Bruselas la promesa de que crearía 960.000 empleos, se cumplían exactamente cuatro décadas de aquella otra enorme trola de los 800.000 puestos de trabajo que Felipe González prometió para hacerse con La Moncloa. Serán apenas 40.000 los que genera la reforma sanchista, es decir, que el embuste enviado a Bruselas alcanza los 920.000 megatones. Resiste el paso del tiempo aquel chiste de los años ochenta que aclaraba que lo que Felipe dijo es que iba a crear 800 o 1.000 empleos, no 800.000.o  «Prometí 800.000 puestos de trabajo y se perdieron 800.000, y ya me callé», reconoció décadas después González, cuando ya era un jarrón chino.

Cuarenta años han pasado, pues, y estamos en las mismas, sacando lustre a la mentira, puliendo el engaño masivo en la creencia de que reporta indudables réditos electorales pues se inocula en la gente una expectativa que luego queda en nada, pero para entonces el voto ya está atrapado cuatro años. La mentira convertida en razón de ser, la mentira como estrategia, no tanto como recurso. Mienten insistentemente y en cualquier situación, foro o circunstancia. Un ejemplo más cercano, revelador de la impudicia con la que afrontan su complicada relación con la verdad y de la falta de respeto al ciudadano: el ministro Escrivá, con tono y ademanes de hidra de siete cabezas, negando indignado en el Congreso, casi sulfuroso, el colapso de las oficinas de la Seguridad Social… un par de días antes de prometer que contratará a miles de funcionarios para solucionar el descalzaperros que tiene montado y apaciguar así la huelga anunciada. Recordó aquel vitriólico discurso de Escrivá al de la propia Calviño, también desde el banco azul, afirmando que ella ya notaba en su supermercado que los precios estaban bajando gracias a su eficaz gestión.

¿Y por qué tanta mentira ministerial? ¿por qué tanto embeleco, multidisciplinar y multidireccional, de Madrid a Bruselas, hasta el infinito y más allá? Porque es el propio fundador del movimiento el que ha marcado el camino, el que ha ido levantando una cordillera de mentiras sobre su éxito personal, el que decidió montar ‘Desguaces Sánchez’ en torno a la verdad, el que ya mintió en su tesis cuando era un diputado del montón, el que fabuló sobre sus pesadillas monclovitas con Iglesias para luego meterle en el Gobierno, el que en un mitin en julio de 2020 dijo que había vencido al Covid cuando aún estaban por llegar decenas de miles de muertos, el que veía hasta rebelión entre los golpistas a los que luego indultó y les borró el delito de sedición, el que anunció la llegada de la alta velocidad a Extremadura y lo que llegó fue el tren de Arganda (que pita más que anda), el que nunca pactaría nada con Bildu para luego echarse en sus brazos… Y lo que antecede es un simple picoteo de sus incontables trolas, pues tantas veces ha sido cazado mintiendo a la cara a los españoles que a estas alturas a Sánchez es más sencillo contarle las veces que ha dicho la verdad: como en el chiste, una o ninguna… quizá solo aquella en la que, vestido de narciso, se preguntaba sincero ante el espejo «¿cómo pasaré yo a la historia?». Pues así.

 

 

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