Una oferta de boletos gratis para ver ‘La lista de Schindler’ ofende a extremistas alemanes
BERLÍN — El director Steven Spielberg mencionó el resurgimiento de un “ciclo de odio” en la sociedad detrás su decisión de llevar La lista de Schindler de regreso a los cines de todo el mundo con la esperanza de que motive el debate.
Un cine independiente en Alemania occidental estuvo totalmente de acuerdo con la idea y decidió regalar boletos a miembros del partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD) para la proyección de este clásico del cine el 27 de enero, el Día de Conmemoración en Memoria de las Víctimas del Holocausto.
No obstante, algunos de los miembros del AfD, cuyos líderes han desestimado la época nazi por ser “una pequeña mancha de excremento de ave en más de mil años de exitosa historia alemana” y se han referido al principal monumento conmemorativo del Holocausto como “un monumento a la vergüenza”, consideraron la oferta de la sala Cinexx como una provocación más que como una invitación.
Han dicho que es una “instrumentalización sin gusto” y una “provocación sin sentido”.
Sin embargo, los miembros de los partidos políticos de izquierda y otros en Alemania han alabado el ofrecimiento del cine. Como justificación, señalaron la inclinación del AfD a recitar lemas como “Alemania para los alemanes”, el cuestionamiento de la cultura de reparación posterior a la Segunda Guerra Mundial en el país y su disposición a marchar junto a neonazis durante protestas en la ciudad oriental de Chemnitz.
El Cinexx de Hachenburg, que ofreció la proyección gratuita el mes pasado cuando publicó su programación de enero, declaró: “Nos consideramos un punto de encuentro; las películas son ventanas hacia el mundo e inician debates en la sociedad”.
“De ningún modo estamos afirmando que aquellos que votaron por el AfD son nazis, cada quien debe juzgar si necesita una aclaración sobre historia”, dijo el establecimiento, y agregó que ofrecían boletos gratuitos con regularidad a distintos grupos, incluidos migrantes, mujeres y niños.
Karin Leicher, quien dirige el cine, comentó a la cadena regional de televisión SWR que sabía que la oferta era provocadora “pero si alguien siente la necesidad de insultarnos y amenazarnos, obviamente se sintió aludido”.
Cuando se le preguntó sobre su decisión de volver a proyectar la película, Spielberg comentó que había visto una necesidad creciente entre los padres y educadores de mostrar a la siguiente generación los horrores del Holocausto como un antídoto para el antisemitismo en ascenso.
“Debido a este ciclo de odio que está resurgiendo”, dijo Spielberg a The New York Times en diciembre, “pensé que debería iniciar una conversación sobre el hecho de que el genocidio puede ocurrir en cualquier parte cuando una sociedad común y corriente toma el camino equivocado”.
A estudiantes de diversas partes de Estados Unidos se les regalaron boletos para las proyecciones cuando la película se volvió a estrenar en diciembre.
Una encuesta del año pasado reveló que a medida que pasa el tiempo, los estadounidenses saben menos sobre el genocidio perpetrado por el nazismo. En Alemania, donde la conmemoración del Holocausto y el acto de honrar a sus víctimas ha sido un pilar de la historia de posguerra, menos de la mitad de las personas de entre 18 y 34 años que participó en una encuesta reciente dijo saber “muy poco” sobre el Holocausto.