A pesar de que la cámara cerraba el plano o evitaba enfocar a parte del público tras la zona de Home, también podían leerse carteles con la frase «Cuba Libre» y «Abajo la dictadura«. (14ymedio)
La lluvia ha aguado el juego entre Estados Unidos y Cuba en el Clásico Mundial de Béisbol. Aunque el partido pudo disputarse esta tarde de domingo en el LoanDepot Park de Miami, para los espectadores cubanos los intensos aguaceros en La Habana, unidos a los apagones, hicieron difícil disfrutar de un partido que terminó 14 a 2 a favor de EE UU. Las «jugadas» más importantes, sin embargo, no se dieron en el terreno.
Una «paliza» de carteles se vio durante todo el partido y un momento importante fue cuando el artista Danilo Maldonado, El Sexto, se lanzó al terreno a protestar con uno que decía: «Libertad para los presos cubanos del 11 de julio». Al instante, cientos de personas comenzaron a gritar «Libertad» para apoyar al artista, que rápidamente fue sacado del campo por la seguridad del estadio.
Casi al finalizar el juego, el escritor y periodista Carlos Manuel Álvarez se lanzó al terreno y corrió un tramo alzando la bandera cubana. En otro momento también se vio a un aficionado que entró al campo pero no portaba nada en sus manos. Ambos fueron abordados por el personal de seguridad y algunos árbitros, y sacados del terreno.
En el medio del clásico mundial de béisbol entre Cuba y Estados Unidos, todo el estadio se puso de pie para gritar Patria y Vida. El juego está siendo transmitido por la dictadura en toda Cuba y no llegaron a cortar la transmisión. Histórico. pic.twitter.com/DBMHkzoWkZ
— Agustín Antonetti (@agusantonetti) March 20, 2023
Mientras tanto, en Cuba desde el día anterior el cielo no auguraba nada bueno en La Habana. Las lluvias constantes hicieron zozobrar el plan oficial de instalar pantallas gigantes en algunos puntos neurálgicos de la ciudad. La Piragua era una zona anegada y con kioscos cerrados apenas unos minutos antes de comenzar el juego, mientras algunos espectadores se refugiaban en la sala cerrada del cine Yara para seguir la histórica confrontación en su gran pantalla.
«Faltaban unos minutos, ya estábamos los amigos reunidos y hasta habíamos hecho un esfuerzo y comprado unas cervezas pero se fue la luz», lamentaba Joseíto, un residente de la barriada de La Timba en el municipio de Plaza de la Revolución que llevaba «una semana preparando para no tener ninguna interrupción» la tarde de este domingo y disfrutar del Clásico Mundial de Béisbol, pero la falta de fluido eléctrico canceló sus planes.
A poco de comenzar el partido, los gritos de «Patria y Vida», «Libertad» y «Díaz-Canel singao» podían escucharse a través de la transmisión del canal Tele Rebelde y, a pesar de que la cámara cerraba el plano o evitaba enfocar a parte del público tras la zona de Home, también podían leerse carteles con la frase «Cuba Libre», «Abajo la dictadura», y un hombre con una camiseta que mostraba una señal de prohibido sobre el rostro de Ernesto Che Guevara. Entre las pausas del juego, el régimen no dejó de pasar publicidad electoral en la televisión.
Cuando EE UU marcaba 9 carreras al cierre del quinto inning, también se vio en la televisión nacional al influencer Alex Otaola tras la zona de Home cargando un cartel en sus manos con la frase «La calle es el camino». Poco después se ubicó en el mismo lugar la cantante Dianelys Alfonso, La Diosa, con otro mensaje entre sus manos: «Libertad».
Antes de comenzar el partido, alrededor de 50 personas se manifestaron en contra de «la dictadura y a favor del pueblo de Cuba» en los alrededores del estadio.
El Movimiento Democracia, convocante de la protesta, colocó una serie de fotografías de niños con sus nombres y cruces blancas y una pancarta donde se leía: «Castro, ¿reconoces a estos niños? Debes reconocerlos porque tú los asesinaste», en referencia a la «matanza del remolcador» 13 de marzo, como se conoce.
Otra pancarta, esta en inglés, y con un encabezado que decía «dictador Castro y presidente Biden», recogía las peticiones del Movimiento Democracia y otras organizaciones del exilio: libertad de todos los presos políticos, incluidos «los niños», elecciones libres y el fin de la división de las familias cubanas.»
Si se cumplen esos requisitos, «entonces nosotros jugaremos también», apuntaba el cartel en una referencia al Mundial de Miami con la participación de Cuba por primera vez en más de dos décadas.
Tras esta semifinal entre EE UU y Cuba, el lunes jugarán México y Japón para definir el otro equipo que disputará la final el martes.