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Velásquez: La constitución sí importa

 

De todas las preguntas que surgen respecto a la constitución de un país, tales como, ¿Qué es una constitución? y ¿Para qué sirve?. El título del presente escrito parece ser la respuesta más simple, pero la más relevante, ¿por qué? .

Porque cada constitución marca tanto el orden institucional de un Estado, como sus relaciones de poder; contiene elementos para limitarlo y otros para regularlo. Tiene una función que se puede calificar como descriptiva, porque dice lo que somos como comunidad política, cuáles son las relaciones de poder existentes en una sociedad, y tiene otra que es más bien prescriptiva, que se refiere a considerar: ¿cómo quisiéramos ser?, ¿qué cosas nos importan como comunidad política?, ¿hacia dónde quisiéramos avanzar como sociedad?. Por otro lado, las constituciones limitan el ejercicio del poder, pero también hacen posible el ejercicio de este. O sea empoderan, al mismo tiempo que limitan.

En el caso de Estados Unidos, uno de los objetivos principales de la Constitución, tal como se redactó en el borrador de la Convención constitucional, era crear un gobierno que tuviera suficiente poder para actuar a nivel nacional, pero sin tanto poder que vulnerase los derechos fundamentales del ciudadano. La manera de cómo se logró fue separar el poder del gobierno en varias ramas e implementar controles y contrapesos a estos poderes, con el fin de garantizar que ninguna rama gubernamental adquiriera un dominio sobre la otra. 

Me he permitido dar esta introducción acerca de lo que significa una Constitución para un país, por lo que está sucediendo en Estados Unidos, país donde actualmente resido.

Como ustedes recordarán, dos años y medio después del asalto al Capitolio, la justicia acusa al expresidente Donald Trump de intentar anular las elecciones que dieron como ganador al actual presidente Joe Biden. En los primeros días del corriente mes de agosto, el expresidente Trump fue imputado por cuatro delitos federales relacionados con el intento de manipular, en su favor, el resultado de las elecciones que perdió en noviembre de 2020. 

Los cargos presentados por el fiscal especial Jack Smith, quien actúa en nombre del Departamento de Justicia, son: un cargo por “Participar en un complot para revertir los resultados electorales”, y uno por “Intentar anular el derecho al sufragio” así como, dos cargos “por tratar de impedir la certificación de esos resultados”

A las tribulaciones judiciales, que ya acumula, se suma otra en el Estado de Georgia. La fiscal Fani Willis, en el condado de Fulton, no solamente ha dado señales de imputar al expresidente por cargos relacionados con la intención de alterar el resultado de las elecciones de 2020, si no que Donald Trump ya pasó a estar en libertad bajo fianza, tras un acuerdo entre la fiscalía y sus abogados. El juez encargado del caso de la interferencia electoral en el estado de Georgia ha fijado una fianza de 200.000 dólares para el acusado, y le obliga a comparecer, antes del viernes 25 de agosto, en un tribunal.

Mientras tanto, la tormenta comienza a formarse. Al momento de escribir este artículo se habían puesto  en manos de la justicia del Estado dos de los 18 aliados del expresidente imputados junto a él por los intentos para revertir los resultados de las presidenciales de 2020 en Georgia. Se trata de Scott Hall, acusado de conspirar para acceder de manera ilegal a la información de votantes y las máquinas de conteo de votos y el abogado John Eastman, considerado el cerebro de la estrategia legal que Trump y sus aliados trataron de poner en práctica en su intento de revertir el resultado electoral.

Quizás la imputación referida a intentar impedir la certificación de los resultados electorales sea la más trascendente, porque afecta directamente a los límites del poder de la presidencia y a la defensa de los principios fundamentales de la Constitución que él juró defender al momento de tomar juramento como presidente de Estados Unidos. A mi modo de ver, las imputaciones son de una gravedad histórica, en el sentido más estricto de la palabra. 

La justicia de Estados Unidos se encuentra en un escenario desconocido ya que jamás había juzgado las acciones de un presidente o de un expresidente. Los especialistas en temas constitucionales consideran que la justicia está en terreno desconocido desde el día que Trump entró a la Casa Blanca, igual que el resto de las instituciones democráticas. No obstante lo anterior, la justicia está demostrando ser implacable, ciega y sorda ante las presiones de un hombre que ha evidenciado ser capaz de poner en jaque la democracia más longeva del mundo. 

Y es que la justicia está actuando sobre la base de: la existencia del Estado y no de un Estado extinto; el Ejecutivo es electo directa o indirectamente en elecciones populares y es responsable directamente ante los votantes o ante el Congreso Nacional, las elecciones son libres para elegir al poder legislativo. 

El sistema político también se enfrenta a una situación explosiva y solo a través de la investigación a fondo de los hechos, el procesamiento con transparencia, las garantías de los máximos responsables, y una sentencia ajustada a la ley, se puede convertir la tragedia política que vive EE. UU., en una vacuna para las democracias liberales. No puedo dejar de mencionar la lucha de poder que esta teniendo lugar entre los dos partidos que dominan la escena política país, ya que no es ajena a esta grave situación política. 

De hecho, el tema es tan delicado que si no hay sentencia clara, el impacto sería a dos niveles: a nivel nacional la pérdida de credibilidad en la democracia más antigua del mundo, y a nivel Internacional el desprestigio de Estados Unidos afectaría a todo el andamiaje internacional forjado desde hace 100 años o más. 

El profesor Josep Colomer en su nuevo libro, The Anti-Oligarchy Constitution”, recientemente publicado, indica que: “se han debilitado las instituciones, se ha alimentado el presidencialismo sin contrapesos y se ha dividido al Congreso, que ahora es incapaz de articular propuestas bipartidistas. “Es así como mueren las democracias, también la estadounidense”.

De momento, el Partido Republicano ha cerrado filas en torno a la que aún es su figura de mayor ascendente político. Sin embargo creo que los republicanos apoyarán a Trump por un determinado plazo de tiempo, pero no se sabe cuánto durara. 

Al hacer un examen de lo que a nivel mundial está aconteciendo, en el área política, nos podemos dar cuenta de que han ido apareciendo una diversidad de aspirantes a líderes autoritarios, cada uno buscando establecer formas personalistas de gobierno. Y lo inquietante es que ese modelo de gobierno del hombre fuerte ha surgido del mismo sistema democrático, lo que quiere decir que los gobiernos democráticos tradicionales no están sirviendo de antídoto para contrarrestar el mal del autoritarismo. 

Si Estados Unidos quiere sobrevivir como un país de leyes y de democracia, lo ocurrido no puede volver a suceder, ya que es imperdonable socavar la fe en el sistema democrático.

Finalmente hago mías las palabras del Ministro de la Suprema Corte de Justicia de México, Luis María Aguilar Morales, refiriéndose a la actuación del Presidente Andrés Manuel López Obrador: Si Andrés Manuel López Obrador no está de acuerdo con ciertas leyes, que someta al Congreso iniciativas para reformarlas, derogarlas o sustituirlas. Pero que las cumpla y haga cumplir, como se comprometió a hacerlo el 1 de diciembre del 2018.

 Nada ni nadie está por encima de la Constitución, ni los sentimientos del pueblo, ni la lealtad a ciegas al proyecto de transformación que AMLO les exige a sus colaboradores.

 

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Entregas y fianzas establecidas hasta ahora en la investigación electoral del condado de Fulton:

Atlanta: 24-08-2023

Los acuerdos de fianza para los acusados ​​en el caso Trump del condado de Fulton hasta ahora han oscilado entre $10,000 para dos acusados ​​hasta los $200,000 establecidos para Donald Trump. Aquí están los montos reportados hasta ahora (y una lista de los acusados ​​que no han reportado acuerdos de fianza):

Donald Trump: 200.000 dólares, Rudy Giuliani: 150.000 dólares, John Eastman : 100.000 dólares, Kenneth Chesebro : 100.000 dólares, Jenna Ellis : 100.000 dólares, Sidney Powell : 100.000 dólares, David Shafer : 75.000 dólares, Stephen Lee : 75.000 dólares, Cathleen Latham : 75.000 dólares, Ray Herrero : 50.000 dólares. Robert Cheeley : 50.000 dólares, Michael Roman : 50.000 dólares, Shawn Still : 10.000 dólares (bono firmado), Scott Hall : 10.000 dólares, Misty Hampton : 10.000 dólares (bono firmado).

Demandados que no han informado acuerdos de fianza: Mark Meadows, Jeffrey Clark, Harrison Floyd, Trevian Kutti.

Quienes se entregaron a la cárcel del condado de Fulton y fueron liberados bajo fianza: John Eastman, Scott Hall, David Shafer, Cathleen Latham, Kenneth Chesebro, Ray Smith, Rudy Giuliani, Jenna Ellis, Sidney Powell. Fotos policiales

La fecha límite: el mediodía del viernes 25 de agosto. La fiscal de distrito del condado de Fulton, Fani Willis, dijo que todos los acusados ​​deben entregarse voluntariamente para entonces o enfrentar el arresto.

Fuente:  Atlanta Journal Constitution

 

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