Votaciones en falso
Las PASO (Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias) fue un invento del kirchnerismo que el domingo 12 se transformó en un bumerang para Alberto y Cristina Fernández
El expresidente de Colombia, Juan Manuel Santos, reconoció en ABC, que el plebiscito sobre los Acuerdos de Paz, en realidad, era algo parecido a una encuesta nacional si salía, como salió, el NO. Si la gente hubiera votado SÍ, la jugada le habría salido redonda y el Premio Nobel que recibió, posiblemente, no hubiera estado tan cuestionado. Santos se pasó aquella votación por el arco del triunfo de la indiferencia, con la excusa de que el Constitucional le permitía renegociar, como hizo, en el Congreso y con la aprobación de este imponer un proceso que la ciudadanía, por poco que fuera, había rechazado. De este modo, la voluntad popular se convirtió en papel arrugado en unas urnas cuyo único sentido era ratificar lo que, sí o sí, se iba a hacer.
Las PASO (Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias) fue un invento del kirchnerismo que el domingo se transformó en un bumerang para Alberto y Cristina Fernández. El trompazo no tiene precedentes para ese peronismo siglo XXI y anticipa una etapa de enormes turbulencias y profundización de crisis. ¿Podríamos ver en Argentina una secuencia y efecto dominó de presidentes como la que sufrió Fernando De La Rúa en 2001 si no hay, como parece, remontada? Sería la primera vez que al peronismo le pasara algo semejante pero de suceder, la vicepresidenta sabe que la sucesión le pasaría por encima y sería otro más digerible por una Asamblea Legislativa (¿Sergio Massa?) el que tomaría, brevemente, las riendas de un país que sigue cayendo a plomo.
Si el resultado de la Constituyente chilena resulta un bodrio de contradicciones y disparates, los chilenos, si nadie emula a Juan Manuel Santos, podrán darle carpetazo en referéndum y quedarse como están salvo que otro presidente haga su propia revolución. En eso estaría el candidato Gabriel Boric (Apruebo Dignidad) quien ya mantiene video conferencias con… Irene Montero, la ministra de igualdad que compara España con Afganistán mientras sus chicas buscan cómo poner de moda el burka. Entre eso y Miquel Iceta resucitando Vietnam para sorpresa hasta de los separatistas catalanes, tampoco hay tanta diferencia. O sí, votar, por si sirve de algo.