The Washington Post: ‘No más castrismo. Cuba necesita liberar a su propia gente’,
«¿Por qué Cuba necesitaría el castrismo por más tiempo? Más de lo mismo, ¿para qué?«, pregunta el diario estadounidense The Washington Post en un editorial sobre salida de la Presidencia de Raúl Castro, que debe producirse el próximo jueves.
El periódico recuerda que el general podrá seguir ejerciendo poder «entre bastidores» como primer secretario del Partido Comunista de Cuba, al que la Constitución castrista otorga el control sobre el resto de los poderes del Estado. No obstante, destaca que por primera vez en casi seis décadas no habrá un Castro al frente del Gobierno.
El diario señala la incertidumbre sobre el posible sucesor del Raúl Castro, que según la mayoría de los pronósticos será el primer vicepresidente, Miguel Díaz-Canel, de quien no se espera un cambio del rumbo que hasta ahora ha seguido el régimen.
«Mientras el autoritarismo disfruta de un regreso en Rusia, el totalitarismo en Cuba nunca se fue. Los disidentes son regularmente detenidos; no hay libertad de información, prensa o asociación», recuerda la publicación. «El país está dirigido por una camarilla —una que en los últimos años se ha hecho rica— y la mayoría de los cubanos no tienen voz ni voto sobre la forma en que se gobierna su país. Incluso la mención de la democracia hace temblar a los funcionarios del Gobierno«, añade.
Cita al economista Richard E. Feinberg, quien ha dicho que el supuesto «partido de vanguardia se ha convertido en el partido de la retaguardia, quedando muy por detrás de las opiniones y aspiraciones populares».
Después de 60 años, «lo último que necesita Cuba es más de lo mismo», considera el Post, que menciona además la incapacidad productiva del país debido a las políticas económicas del régimen, el freno a la iniciativa privada y el decadencia de sectores como la salud y la educación, que el Gobierno utiliza en su propaganda para exhibir «logros».
«El cambio que Cuba necesita debe venir desde adentro. Cuba necesita liberar a su propia gente: para hablar, para votar, poseer, producir y viajar», reclama la publicación.