Yoani Sánchez: Carta a una periodista amenazada
Luz Escobar trabaja en ’14ymedio’ desde su fundación, a principios de 2014. (14ymedio)
Luz, has tenido un «privilegio» increíble: ver de cerca el verdadero rostro debajo de la máscara de Fantomas.
En la entrevista policial de este lunes, esos agentes de la Seguridad del Estado te han mostrado, con todo desparpajo, quiénes realmente son, qué se esconde detrás de ese discurso de supuesta ética revolucionaria y defensa de la patria. En realidad, bajo esos ropajes son unos «mafiosos» que actúan con métodos al peor estilo de la Camorra.
Te han amenazado, te han advertido de que la gente que esté cerca pagará las consecuencias, hasta te han pedido que te conviertas en una de ellos para delatar a tus colegas. Todo eso, con la única herramienta que conocen: la represión.
Tu vida se volverá más difícil a partir de ahora. Muchos amigos dejarán de llamarte por teléfono, otros cruzarán la acera cuando te vean, decenas de conocidos dirán que te volviste loca o que te lavaron el cerebro, otros te aconsejarán que te vayas cuanto antes del país, que te calles, que dejes de escribir y algunos parientes te dirán que pienses en tus hijas, mientras el cerco alrededor de tu casa, tu barrio y tu persona se hará asfixiante.
Ellos mismos, con su característico abuso de poder, echarán a correr la voz de que eres una mercenaria o, en el peor de los casos, que trabajas para el «aparato» como «agente encubierta». La desconfianza se alzará como un muro alrededor de tu trabajo. Esas campañas de difamación y de satanización incidirán en cada detalle de tu existencia, desde quién toca a tu puerta para venderte un poco de leche, hasta las frases que la maestra dice en el aula de tus niñas.
Sin embargo, a partir de hoy también sentirás una extraña ligereza, como si te hubieran quitado un peso que llevabas cargando por años sobre los hombros. Ellos, sin proponérselo, te han regalado el mejor argumento para seguir tu trabajo periodístico, porque te han mostrado que, por «allá arriba» no queda nada de respeto al ciudadano, ética, moral, sinceridad, integridad… y mucho menos CORAJE. De ese que tú tienes a mares.
Bienvenida a tu nueva vida. Disfrútala y sé libre.