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Yoani Sánchez: La Cuba ferroviaria murió

Ferrocarril-Cuba-EFE_CYMIMA20160129_0014_13Mi padre es ferroviario. Hace décadas que no conduce un tren y largos años en que no hace sonar el silbato de la locomotora mientras pasa por un pueblo y los niños corren al lado de la línea. Sin embargo, este matancero jubilado y de vista ágil todavía marca en el almanaque el 29 de enero y dice «este es mi día». La jornada aún huele a hierro que frena sobre hierro y tiene la premura del andén, donde unos parten y otros dicen adiós.

La fecha que homenajea al gremio quedó instituida en 1975, durante la conclusión del primer tramo de la línea central. En el acto Fidel Castro operó una locomotora soviética, un momento que entre los viejos ferroviarios es motivo aún de burla. «Todo estaba preparado y ni siquiera él tuvo el mérito de hacer avanzar aquella mole», asegura un viejo conductor octogenario. El hecho, más político que ferrocarrilero, bastó para dejar impuesta la efeméride.

Cuando me paro frente a las líneas de la terminal La Coubre en La Habana y observo el desastre que es hoy el transporte por tren en Cuba, me pregunto si la era de los «hijos del ferrocarril» habrá terminado

El 19 de noviembre debería ser la fecha para quienes llevamos la serpiente de hierro circulando por la sangre. El día en que el primer tramo ferroviario de Cuba, entre La Habana y Bejucal, quedó concluido en 1837, tiene todo el mérito para ganarse una celebración que va más allá de los alardes de los políticos y los titulares de la prensa oficial. En aquellas casi 17 millas (27,3 kilómetros) de vías iniciales, comenzó una estirpe que se resiste a morir.

Ahora, cuando me paro frente a las líneas de la terminal La Coubre en La Habana y observo el desastre que es hoy el transporte por tren en Cuba, me pregunto si la era de los «hijos del ferrocarril» habrá terminado. Viejos vagones, inseguridad, accidentes, demoras, largas filas para comprar un boleto, robos de maletines, hedor de los baños… y una reja que aísla el andén de quienes se van de los que dicen adiós.

La Cuba ferroviaria murió. No hay mucho que celebrar en este día.

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