Yolanda Díaz, la nada
El sanchismo la inventó para acabar con Podemos, para completar la mayoría parlamentaria, y después se apropió de su nicho hasta dejarlo inservible
Decimos hoy que estalla Sumar, pero en realidad no puede reventar algo que ni existe, que es pura ficción, la nada. Sumar apenas parece un grupito de partidos locales de izquierda extrema a los que el sanchismo aglutinó en el mismo envoltorio, con un lacito por fuera llamado Yolanda Díaz. Y si Sumar ya era una farsa, su lideresa nunca superó la categoría de bluf o camelo, una broma como fuerza política que ha fracasado en todas las convocatorias electorales. Sonrisa y majaderías a lo ‘Barrio Sésamo’, Yolanda Díaz nunca tuvo base social propia, pero al menos era tan inofensiva como un teleñeco. El sanchismo la inventó como una corriente interna, para acabar con Podemos, para completar la mayoría parlamentaria, y después se apropió de su nicho hasta dejarlo inservible. Mal asunto. Sánchez no conserva a su lado nada que deje de serle útil. Conclusión: ya no hay más izquierda que la del PSOE, una izquierda encabritada que tacha de ultraderechista todo lo que queda fuera de su espacio.