The New York Times: Venezuela recurre a una criptomoneda en medio de su crisis
Credit Miguel Gutiérrez/European Pressphoto Agency
CIUDAD DE MÉXICO — En momentos en que Venezuela sufre uno de los colapsos económicos más graves de su historia contemporánea, el gobierno del presidente Nicolás Maduro anunció el inicio de una preventa de monedas virtuales respaldadas por las vastas reservas petroleras de la nación.
El gobierno, que anunció sus planes de lanzar la nueva moneda digital a fines del año pasado, señaló que la iniciativa era la respuesta para una situación financiera en la cual el bolívar se encuentra sumamente devaluado. La inflación, según el Fondo Monetario Internacional, es de cuatro dígitos (no hay datos oficiales del Banco Central).
El país padece una gran escasez de alimentos y medicinas, un índice de criminalidad desorbitado y el colapso tanto de los servicios públicos como del sistema de salud. La crisis ha motivado que cientos de miles de venezolanos huyan del país en busca de una vida mejor.
El gobierno de Maduro espera que las ventas de la criptomoneda, conocida como petro, sirvan para que sus fondos públicos recauden las divisas extranjeras que tanto necesita para pagar su deuda, y para costear más importaciones de productos básicos y de materias primas para la manufactura.
Los funcionarios venezolanos también aseveraron que el petro —la primera criptomoneda emitida por una nación— permitiría que los inversionistas evadan las sanciones que impuso el gobierno estadounidense de Donald Trump en contra del país. Estas sanciones prohíben el establecimiento de acuerdos comerciales con Maduro y varios altos funcionarios del gobierno.
“A grandes problemas, grandes soluciones”, mencionó Maduro en un acto que se celebró el martes por la noche en Caracas. “Indomables somos los venezolanos y las venezolanas”.
“Frente a Superman surgió la criptonita perfecta, la criptomoneda, el petro”, añadió el presidente, en aparente referencia a Estados Unidos.
Sin embargo, muchos analistas y críticos del gobierno no tienen muchas esperanzas en el éxito de la moneda digital.
“Creo que es una medida desesperada de un régimen que cada vez está más aislado y que tiene una economía que está en una espiral fuera de control”, comentó Cynthia J. Arnson, directora del programa sobre América Latina del Centro Internacional para Académicos Woodrow Wilson.
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El gobierno venezolano ha señalado que el valor del petro estará ligado a la cotización del barril de petróleo de Venezuela. Sin embargo, los funcionarios no han dado muchos detalles respecto de cómo funcionará esta fijación de precios y muchos inversionistas han declarado que no confían en que el gobierno mantenga una relación exacta entre el petro y el precio del petróleo.
“Lo más probable es que el petro sufra los mismos males que la deuda venezolana”, predijo David Smilde, un profesor de Sociología de la Universidad Tulane que se ha especializado en Venezuela durante más de dos décadas.
Los críticos de la gestión de Maduro atribuyen los problemas económicos de la nación al mal manejo por parte del gobierno. Maduro culpa a una conspiración según la cual la oposición política del país trabaja en sintonía con gobiernos extranjeros, en especial con el de Estados Unidos.
Maduro buscará la relección en las votaciones programadas para el 22 de abril y se espera que gane debido a que el chavismo controla la maquinaria electoral y el Tribunal Supremo de Justicia. Estados Unidos y, por su parte, un grupo de catorce países de la región han declarado que no reconocerán los resultados de los comicios.
Arnson, del Centro Woodrow Wilson, dijo que la presentación de la criptomoneda podría darle un empujón a las ambiciones electorales de Maduro.
“Aparentar que estás haciendo algo para salvar la economía, algo que va más allá del pago a tus prestatarios extranjeros, es una parte significativa de la estrategia electoral”, afirmó Arnson. “Pero creo que es una fantasía en términos de que sea un salvavidas económico”.
Impulsados por la forma en que se disparó el precio de las criptomonedas en 2017, muchos empresarios recaudaron dinero creando y vendiendo sus propias monedas virtuales en ofertas iniciales de monedas.
Gobiernos de todo el mundo también han examinado la posibilidad de emitir sus propias divisas electrónicas por medio de tecnología de cadenas de bloques, similar a los que usan Bitcoin y otras monedas virtuales; el Banco de Inglaterra y el Banco Popular de China ya han anunciado que realizarán experimentos. Los funcionarios del gobierno ruso también han discutido acerca de la emisión de un criptorrublo, posiblemente para evadir las sanciones estadounidenses.
Sin embargo, ningún gobierno ha puesto manos a la obra tan rápido ni con tanto descuido como Venezuela.
Los documentos que divulgó el gobierno venezolano dicen que el proceso empezaría con una preventa de las monedas digitales para evaluar la demanda y después se realizaría la llamada Oferta Inicial de Monedas (ICO), en la que se liberarían 82 millones de petros al público. Entonces se supone que los petros serían negociables en divisas extranjeras virtuales de todo el mundo, según el informe.
Un sitio web dedicado al petro asegura que el gobierno venezolano aceptará esta criptomoneda para pagos de “impuestos, tasas, contribuciones y servicios públicos nacionales”.
Las ofertas de moneda se han vuelto atractivas para los emprendedores debido a que sus inversores pueden enviar los fondos utilizando tecnología Bitcoin u otras monedas virtuales, que no pasan por medio de los bancos o instituciones que puedan rechazar las transacciones.
La misma estructura podría ser benéfica para Venezuela, dadas las sanciones que enfrenta por parte de Estados Unidos, que han dificultado la recaudación de dinero por medio de los canales establecidos.
No obstante, el atractivo del petro para los inversionistas no necesariamente será muy grande, debido a que el gobierno venezolano diseñará y controlará el sistema (otras monedas están diseñadas justamente para operar sin alguna autoridad central que decida de pronto cambiar las reglas del juego) y a que el régimen chavista no ha sido el actor financiero más confiable.