Zapatero y Baltasar Garzón arropan a Kirchner en un homenaje tras su condena por corrupción
En el acto de desagravio del Grupo de Puebla también participan Evo Morales y Pepe Mujica, expresidentes de Bolivia y Uruguay
Este martes varios líderes y expresidentes latinoamericanos se dieron cita en la capital argentina en defensa de la actual vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, condenada a 6 años de cárcel e inhabilitación para ejercer cargos públicos por corrupción.
Los integrantes del llamado Grupo Puebla – foro de representantes del progresismo en Latinoamérica formado en el año 2019 en la ciudad mexicana que le dio un nombre- llegaron a Buenos Aires esta semana para participar del encuentro. Los expresidentes de Bolivia (Evo Morales), Ecuador (Rafael Correa) y Uruguay (José ‘Pepe’ Mujica) se encontraron entre los asistentes al evento. También estuvieron presentes el expresidente español José Luis Zapatero y el exjuez Baltasar Garzón.
En encuentro de los políticos se denominó «Voluntad popular y democracia. Del partido militar al partido judicial, las amenazas a la democracia» y tuvo lugar en el Centro Cultural Kirchner (CCK) porteño. En el marco de este evento, se presentó también el libro «Objetivo: Cristina. El ‘lawfare’ contra la democracia en Argentina», diseñado por el mismo Grupo Puebla.
El discurso de Cristina Kirchner
Algunas de las declaraciones más destacadas de la jornada del martes han sido las del jurista Baltasar Garzón, quien sostuvo que «los medios indican que Cristina es una persona indigna, yo digo que los indignos son quienes firman esa sentencia». Correa, por su parte, dijo que «ser culpable o inocente será un detalle irrelevante para jueces, presionadas políticas y mediáticamente» y añadió: «Los jueces han incurrido en un atropello». Por su parte, el expresidente español Zapatero opinó: »No hay que judicializar la política porque acaba politizándose la Justicia y haciendo un daño enorme a las instituciones de derecho«.
Si bien el encuentro de líderes y exlíderes regionales comenzó sobre las 17 horas locales, el discurso más esperado, el de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, recién ocurrió pasadas las 21.00 horas – casi tres horas más tarde de lo anunciado-, y se extendió durante 35 minutos, luego de haberse expresado varios de los representantes de otros países.
En su ingreso al escenario del evento, la actual vicepresidenta argentina habló del encuentro como «una noche de muchas caricias y golpes después de tantos golpes y hasta de intentos de tiros», en referencia al ataque a su persona ocurrido el pasado 1 de septiembre en Buenos Aires. Apenas tomó la palabra la funcionaria, varios de los asistentes a la cita la alentaron al grito de «Cristina presidenta», pese a que aún no se sabe si se será candidata en las elecciones presidenciales.
Unos minutos después, Cristina Fernández de Kirchner centró su discurso en el ‘lawfare’, del que dijo que «es la criminalización de la política, pero no de toda la política, sino de una que tiene que ver con la distribución del ingreso, con la movilidad social ascendente para que nuestras sociedades no queden cristalizadas entre ricos y pobres».
A su vez, la funcionaria disparó: «Nos persiguen porque igualamos a la sociedad, el derecho de los trabajadores a participar equitativamente en lo que produce». Luego, llegó a decir: «No me importa si me meten presa».
La ausencia de Alberto Fernández
Uno de los datos que llamó la atención de la prensa local fue la ausencia de Alberto Fernández en el encuentro. Si bien el presidente argentino se reunió más temprano con algunos integrantes del Grupo de Puebla, el funcionario estuvo ausente en el evento. Los medios argentinos lo interpretaron como un gesto más de distancia entre presidente y vicepresidenta.
En un año de elecciones presidenciales, la tensión entre ambos funcionarios se ha ido acentuando mientras se define quién será el candidato por parte del oficialismo. La prensa local asegura que el presidente quiere ir en busca de la reelección, pero no cuenta con el beneplácito de su partido.