Zohran Mamdani y la revuelta del precariado cualificado
La victoria del candidato socialista en Nueva York se vio impulsada en gran medida por los precarios con titulación: jóvenes con título universitario o superior que ganan lo justo para sobrevivir.

La principal noticia política de la semana es la victoria de Zohran Mamdani en las elecciones a la alcaldía de Nueva York. Muchas personas que han leído mi libro Final de partida: élites, contraélites y el camino a la desintegración política han comentado que el “momento Mamdani” es un ejemplo perfecto del “precariado cualificado” (véase también este comentario en X).
Para conocer los antecedentes del precariado con titulación, esto es lo que escribí en el capítulo 4 de Final de partida: “Guy Standing, quien introdujo el término ‘precariado’ en la conciencia pública, considera a los titulados universitarios como una de las facciones del precariado. Este grupo está formado por personas que van a la universidad con la promesa de sus padres, profesores y políticos de que esto les garantizará una carrera profesional. Pronto se dan cuenta de que les han vendido un billete de lotería y salen sin futuro y con muchas deudas. Esta facción es peligrosa en un sentido más positivo. Es poco probable que apoyen a los populistas. Pero también rechazan a los antiguos partidos políticos conservadores o socialdemócratas. Intuitivamente, buscan una nueva política paradisíaca, que no ven en el antiguo espectro político ni en organismos como los sindicatos (“Conoce al precariado, la nueva clase global que alimenta el auge del populismo“). La historia (y el Crisis Data Bank) nos dice que el precariado titulado o, en la jerga de la cliodinámica, los aspirantes frustrados a la élite, es la clase más peligrosa para la estabilidad social.
Mi principal interés es lo que este desarrollo puede decirnos sobre la evolución de los partidos políticos en Estados Unidos. Hace diez años, el panorama político en Estados Unidos estaba dominado por dos partidos: uno del 1% (los ricos) y otro del 10% (los titulados). Ambos partidos se centraban en promover los intereses de la clase dominante, mientras ignoraban los del 90%. Por supuesto, estoy simplificando mucho aquí; para una explicación más detallada y matizada, véase Final de partida.
En 2016, Donald Trump canalizó el creciente empobrecimiento popular para comenzar a reformatear a los republicanos en un partido populista de derecha, MAGA. Ese proceso no está terminado.
Mientras tanto, los demócratas habían controlado eficazmente a los populistas de izquierda de su partido, mediante una combinación de represión (pensemos en Bernie Sanders) y cooptación (pensemos en AOC). Como resultado, en 2024 el Partido Demócrata se convirtió en el único partido de las élites gobernantes. Su catastrófica derrota en las elecciones de 2024 dio lugar a una revolución en toda regla, aunque, afortunadamente, relativamente incruenta (al menos, hasta ahora). La popularidad del Partido Demócrata entre los estadounidenses ha caído a mínimos históricos, las élites demócratas establecidas se encuentran en desorden y eso ha supuesto una oportunidad para el resurgimiento del ala izquierda del partido.
La victoria de Mamdani en la ciudad de Nueva York puede ser una señal de que los populistas intentarán hacerse con el control del Partido Demócrata de forma similar a lo que el movimiento MAGA intentó hacer con los republicanos. O puede que no. Al fin y al cabo, la ciudad de Nueva York dista mucho de ser un distrito electoral típico estadounidense.
¿Qué fuerzas impulsaron la victoria de Mamdani sobre el candidato principal, Andrew Cuomo? Aquí me baso en los datos de las encuestas a pie de urna de la CNN, basadas en 4744 encuestados. Muchos expertos observaron que Mamdani contaba con el apoyo de los votantes más jóvenes. De hecho, el 78 % de los votantes más jóvenes (de entre 18 y 29 años) votó por él y solo el 18% por Cuomo, lo que supone una ventaja de 60 puntos para Mamdani (a partir de ahora, haré hincapié en las diferencias entre los porcentajes de voto).
Pero para mí, los aspectos más interesantes son la educación y la riqueza.
Veamos primero a los titulados. Sorprendentemente, la proporción de personas que votaron en estas elecciones y que tenían al menos “alguna experiencia universitaria” es del 80 %. El 31 % tiene una licenciatura y el 27 % tiene un título superior, y ambos grupos dan a Mamdani una ventaja de 19 puntos (57% para Mamdani, 38% para Cuomo).
A decir verdad, al principio no me creí estas cifras. Tal concentración de personas con títulos universitarios es asombrosa. Pero según la encuesta del gobierno de Nueva York de 2023, hace dos años la proporción de neoyorquinos con una licenciatura o un título superior era del 43%, lo que supone un aumento del 33% con respecto a 2010. De los adultos blancos (mayores de 25 años), dos tercios completaron la universidad. Hablando de sobreproducción de títulos…
A continuación, los ingresos. Aquí la relación no es lineal. Los más pobres (que ganan menos de 30.000 dólares al año) y los más ricos (300.000 dólares o más) dieron más votos a Cuomo, mientras que los que se encuentran entre ambos extremos prefirieron a Mamdani. Así, el 8% más rico, que gana 300.000 dólares o más, prefirió a Cuomo por 29 puntos. El problema para Cuomo era que los que se encontraban en la categoría intermedia constituían el 77% de los votantes. El mayor grado de preferencia por Mamdani en comparación con Cuomo –20 puntos– se dio entre los que ganaban entre 50.000 y 99.000 dólares. Este era también el grupo más numeroso (27% de los votantes). El siguiente grupo, el de 100.000-199.000 dólares, le seguía de cerca: 18 puntos para Mamdani.
Puede parecer extraño llamar “precarios” a quienes ganan entre 50.000 y 100.000 dólares, pero hay que tener en cuenta que Nueva York es una ciudad muy cara. El alquiler medio de los apartamentos de dos dormitorios en Nueva York aumentó un 15,8 % durante el último año y ahora es de 5.500 dólares al mes (véase “Los populistas de Zohran que viven en Park Slope”, de John Carney), es decir, 66.000 dólares al año. En otras palabras, gastarás dos tercios de tus ingresos de 100.000 dólares solo para tener un techo sobre tu cabeza. Y no te olvides de pagar impuestos. No te queda mucho para comida, ocio y, por supuesto, vacaciones.
Sería especialmente interesante ver cómo varían las preferencias de los votantes en función de sus credenciales y su riqueza, pero, por desgracia, esta publicación no ofrece ese desglose.
Aun así, estas cifras respaldan firmemente la idea de que la victoria de Mamdani se vio impulsada en gran medida por los jóvenes precarios con titulación: jóvenes con título universitario o superior que ganan lo justo para sobrevivir. Este es el mismo argumento que se expone en varios artículos recientes, entre ellos “Zohran Mamdani and the Revenge of the Struggling Yuppie” (Zohran Mamdani y la venganza del yuppie en apuros): Cuando la ciudad se convierte en un “producto de lujo”, incluso los que viven cómodamente comienzan a rebelarse. El artículo de John Carney, que he enlazado anteriormente, es especialmente bueno. De hecho, sospecho que ha leído End Times, porque trata sobre la miseria, “la sobreproducción de graduados universitarios” y, por supuesto, “la precariedad cualificada”.
Aunque Nueva York es probablemente el mayor enclave de precarios con titulación, no es el único. Hay una gran sobreproducción de aspirantes a la élite en otras ciudades de las costas este y oeste. Esto significa que los demócratas del establishment se ven ahora presionados por los populistas tanto de la derecha como, ahora, de la izquierda. Esta semana se habla mucho de la “ola azul” que ayudará a los demócratas a recuperar la Cámara de Representantes en 2026. Pero esos ganadores, probablemente, serán una especie diferente de demócratas.
Publicado originalmente en el Substack del autor.
Traducción de Ricardo Dudda.
