José María De Viana: 7 preguntas sobre la industria de las telecomunicaciones y sus tarifas
Durante los últimos días del mes de julio, por orden del presidente Nicolás Maduro, Conatel suspendió el incremento de las tarifas por los servicios que las empresas de telecomunicaciones habían hecho en días previos. Para esclarecer el panorama, queremos contestar 7 preguntas sobre la industria de las telecomunicaciones en Venezuela.
1. ¿Por qué aumentaron las tarifas?
Un día los venezolanos nos enteramos de que habría un ajuste importante en las tarifas por los servicios de telecomunicaciones. Este anuncio es único en la historia de los servicios públicos del mundo: jamás ningún operador anunció un ajuste de precios tan brutal sin dar alguna explicación. En algunos casos de empresas privadas las tarifas aumentaban entre 7 y 10 veces, pero en caso como CANTV (la empresa operadora que pertenece al Estado) algunos servicios aumentaron en casi 700%, como pasó con el kit de instalación de Internet.
Conatel tenía que explicar que este cambio no estaba asociado ni con inversiones nuevas ni con nuevas tecnologías, sino simplemente para cubrir los costos de operación tras la promulgación del Convenio Cambiario n° 35. Y la falta de un proceso pedagógico para explicar el ajuste de precios, generó una ola de protestas atomizadas, porque la gente no conocía los motivos del aumento. Y es comprensible: la gente se ve afectada, porque a nadie le han aumentado los sueldos en la misma proporción.
Sin embargo, toda esta situación llevó a que se congelaran las tarifas, con lo cual volvemos a una situación todavía peor que la inicial.
La razón principal para aumentar las tarifas es que en el Convenio Cambiario n° 35 se establece el nuevo precio por el cual las empresas de telecomunicaciones adquieren las divisas. Para que tengamos una idea: se pasó de un valor de 13 bolívares por dólar a 620 bolívares por dólar. Los proveedores de servicios de telecomunicaciones no tienen una divisa protegida para el pago de operaciones corrientes, como sucede con el pago de repuestos, mantenimiento y el pago de servicios internacionales. Y esa es la tendencia que está tomando la economía. Es decir, la mayoría de las decisiones que se están tomando van en dirección a tener un sólo precio del dólar. Y eso supone, en algunos casos, aumentar 10, 15, 20 veces o más los costos de operación. Sobre todo si nos interesa que esos operadores continúen haciéndolo bien.
2. ¿Por qué estas empresas necesitan dólares?
La industria de las telecomunicaciones es intensiva en capital y tecnología. Eso quiere decir que hay pocas personas trabajando en esa industria pero muchos equipos. Y la mayoría de estos equipos son de fabricación internacional, de modo que mantener esos equipos requiere repuestos y servicios en divisas.
Durante los últimos dos años ha habido un problema serio en divisas en el país con un balance deficitario. Eso quiere decir que en la industria ha habido pocos recursos para reparar, corregir y sustituir los equipos tecnológicamente obsoletos.
3. ¿Qué consecuencias tiene la decisión
de congelar las tarifas?
Hoy en día lo que recaudan las operadoras no alcanza para mantener los servicios que ofrecen. Y ya sabemos qué pasa cuando un proveedor de servicio no lo hace bien. Tenemos suficiente experiencia en Venezuela con el agua y la electricidad. Cuando un operador funciona mal, la calidad de vida de los ciudadanos se ve directamente afectada, de modo que hay que buscar rápidamente el equilibrio económico de esas empresas porque, de lo contrario, notaremos en los servicios de telecomunicaciones un problema más grave del que ya tenemos.
Ya estamos sufriendo limitaciones, como el roaming internacional y las llamadas internacionales. Ha comenzado a haber problemas serios en algunas operadores, especialmente en las operadoras del Estado, en cuanto a los tiempos de reparación de averías. Pongamos un caso: con CANTV, cuando usted tiene una avería del serviciode banda ancha Aba en su casa, y no le suministran un nuevo módem es porque ese módem cuesta 20 dólares.
En materia de servicios públicos, como el agua y la energía eléctrica, no cumplir oportunamente con las obligaciones que se tienen generan daños muchísimo mayores en la población. Así que el problema no es tanto que una empresa tenga problemas de flujo de caja, sino que los venezolanos están sufriendo limitaciones graves en sus derechos fundamentales.
La industria de las telecomunicaciones está a tiempo. Restablecer los equilibrios en ella es fundamental para que el país salga adelante durante este período tan delicado.
4. ¿Qué ha pasado con la industria
de telecomunicaciones en Venezuela?
En telecomunicaciones, la innovación es la única manera de atender el mercado. Aquellas empresas que no lo hacen pierden la preferencia de sus clientes y terminan cediendo frente a su competencia.
Hasta 2007, la industria de telecomunicaciones era totalmente privada y se mantenía exclusivamente con las tarifas que pagaban sus clientes. Creció en una forma muy rápida, satisfactoria, con niveles de calidad importantes. Era una industria virtuosa. Sus tarifas podían generar los servicios y una inversión de 1.500 millones de dólares en incremento de la cobertura e innovación tecnológica: entre 20% y 30% de sus ingresos.
Aquellas inversiones cambiaron la geografía y la historia del país para siempre.
Y ninguno de esos dólares era prestado, sino que se pagaron con la buena administración de las tarifas que pagaba la gente y por el enorme valor que producía la industria en Venezuela. Algo que nos permite intuir que podría ser sencillo salir de estas dificultades si la ponemos a funcionar como en el resto de los países de Latinoamérica.
Si se dejan claras las reglas de funcionamiento y se resuelve el tema cambiario y el acceso a las divisas, puede ser una industria que genere sus recursos, además de altos niveles de cobertura y calidad.
La industria se desarrolló con base en el modelo establecido en la ley aprobada en el año 2000.La administración privada en competencia no admite errores gerenciales: la preferencia del cliente es el objetivo final y, para lograrlo, la pasión por la excelencia es la principal herramienta. Los errores gerenciales se anotan en el balance de pérdidas y los malos gerentes, en general, son sustituidos por otros más competentes.
Ese modelo de empresas privadas en competencia producía los recursos de inversión a través de tarifas cobradas a sus clientes. Por eso nunca necesitaron de aportes del Estado para transformar el país e integrarlo a través de la tecnología con el resto del mundo.
En 2007 el gobierno decidió operar directamente CANTV y Movilnet, prometiendo conectar a todos los rincones del país con el resto del mundo a través de un Internet de alta velocidad. En aquel momento ambas empresas representaban más de la mitad de la industria.
¿Pero cómo operar una empresa de telecomunicaciones sin invertir en innovación tecnológica ni en talento humano, sino sustituyéndolo por activismo político y catequización ideológica?
Por ahora, aquellas promesas de llevar internet a todas las escuelas del país y a todos los hospitales y centros de salud no las quieren ni recordar. Mucho menos aquella de llevar comunicaciones a los pueblos del sur del país, a las comunidades indígenas y a la “frontera profunda”, quienes debieron conformarse con las estaciones construidas por Movilnet hasta 2007.
Hoy los venezolanos pueden comprender, en toda su dimensión, las consecuencias de ese experimento que trató de mezclar fanatismo e ideología con incompetencia en la administración de industrias fundamentales para la salud de la República.
5. ¿Cómo estamos en innovación tecnológica?
Con cada día que pasa hay mayor volumen y mayor calidad de contenidos disponibles en la red, además de que la cantidad de usuarios también aumenta segundo a segundo.
Por ejemplo, para el instante en que se escribe este post, según las estadísticas en tiempo real de Internet live stats, la red tiene 3.431 millones de usuarios y ellos han movido 2.039 millones de gigabytes. Dentro de esas estadísticas se pueden contar desde las empresas más pequeñas hasta la corporaciones transnacionales.
Por eso la red tiene exigencias crecientes. Cada año es necesario ofrecer mayores velocidades de conexión a menores costos y eso sólo se logra introduciendo innovación tecnológica.
En estos momentos, Venezuela sufre el servicio más pobre de toda la región, lejos de países como Chile, Uruguay y México, según publicó CEPAL. La mayor parte de las conexiones de banda ancha en Venezuela utilizan una tecnología denominada ADSL. Esta tecnología utiliza el mismo cable de pares simétricos de cobre utilizado desde hace cien años para llevar la voz y para transmitir datos. Esta tecnología se introdujo en Venezuela el año 2000, lo que convirtió a nuestro país en el pionero de la región. Pero en la actualidad, cuando las mayores velocidades en países de referencia, como las de Corea del Sur, han supuesto la introducción masiva de nuevas tecnologías.
Los adelantos tecnológicos han demostrado que, para incrementar las capacidades de esa banda ancha, es necesario acercar la fibra óptica —medio de transmisión de datos más veloz que el cobre— hasta el usuario final. Primero hasta los gabinetes de telefonía cercanos a la vivienda y luego, si es necesario, se lleva la fibra directamente hasta el punto final.
En el medio inalámbrico ocurre un proceso de innovación tecnológica todavía más violento. Cientos de millones de personas en el mundo, en especial lo más pobres, se conectan a Internet exclusivamente a través de su teléfono móvil. Y en esos casos la calidad de la transmisión de datos depende de la tecnología. En Venezuela, las tecnologías de 2G en datos (CDMA1X) y las de 3G (EVDO) las introdujo Movilnet en 2002 y 2004, respectivamente. La tecnología 4G la introdujo Digitel en abril del año 2012.
Si bien la introducción de nuevas tecnologías incrementa los costos, en telecomunicaciones también genera ingresos adicionales por economías de escala y por una mejor disposición al pago generada por el valor agregado al cliente.
6. ¿Cómo atraer la inversión extranjera?
También es necesario atender el caso de la inversión extranjera en esta área. En nuestro caso particular (en especial Movistar, aunque hay otras de las compañías de telecomunicaciones que han crecido con inversiones internacionales) había un convenio de respeto a esas inversiones internacionales. Pero cuando esas operaciones no pudieron repatriar los dividendos —aquella fracción de las operaciones que corresponden a los accionistas— comenzaron a tener dificultades con las casas matrices.
La primera dificultad es que esos accionistas no quieren invertir más hasta que se aclaren las situaciones. Y eso no sólo los afecta a ellos, sino al país. En el siglo XXI, los países crecen con inversión internacional. Hay países de Latinoamérica que reciben al año entre 10 y 15 mil millones de dólares de inversión internacional que produce riqueza. De modo que cuando sucede esto con una empresa importante como, por ejemplo, Telefónica, estamos enviando una señal equivocada al resto de los inversionistas del mundo. Y si algo necesitamos en este momento son más inversionistas que sepan que el país respeta.
Es justo que cuando alguien invierte en nuestro país tenga una remuneración a la inversión. Ésa es una regla mundial. Pero acá tenemos una tendencia a desplazar los problemas.
Por ejemplo: el convenio cambiario que hemos citado es de marzo del año 2016 y tardamos hasta agosto para sacar el tema. En telecomunicaciones no se pueden demorar ni las reparaciones, ni el mantenimiento ni el pago de los servicios internacionales que se utilizan. Toda la comunicación internacional está pagada con operadores que nos comunican con el resto del mundo. Y esos pagos se tienen que hacer puntualmente porque en el resto del mundo no entienden que pasemos dos, tres, cuatro, cinco y seis meses, incluso dos años, sin pagar por sus servicios.
Un ejemplo terrible es que tenemos problemas con las llamadas internacionales. Esto no había ocurrido en Venezuela desde 1930, cuando se fundó la CANTV. Tenemos servicios de llamadas internacionales bloqueados porque no se ha podido pagar la terminación de llamadas en los operadores internacionales. Y eso es muy grave: nos quita derechos fundamentales de comunicación y da señales de asuntos muy graves hacia afuera.
7. ¿Qué podemos esperar en el corto plazo?
Las telecomunicaciones son de los elementos fundamentales para la calidad de vida del hombre moderno, para la educación, para la salud, para las empresas. Las comunicaciones no son solamente un elemento para que las personas estén en contacto, sino un factor fundamental para la economía. Muchas personas trabajan desde su casa y muchas industrias las necesitan.
Si se pretende reactivar la economía, nuestras empresas necesitan estar bien comunicadas. Es una industria que tiene un efecto multiplicador. No puede verse de manera simplista, como si sólo se tratara de ayudar a una empresa de telecomunicaciones: se trata de ayudar a una industria fundamental para que el país tenga mejor educación, mejor salud y mejor desarrollo económico.
Por su parte, hay que decir que este ajuste desproporcionado de tarifas que resulta urgente no provocará ninguna mejora del servicio. Ni las averías se repararan en 24 horas ni cuando se dañe su módem de ABA será sustituido. Mucho menos espere que las velocidades limitadas y erráticas de ABA mejoren la próxima semana. Las empresas mal administradas por el Estado son un saco sin fondo y están llenas de malas prácticas y pérdidas económicas. Fueron entrenadas en la voracidad fiscal sin rendir cuentas.