A partir de hoy su vida será «muy difícil», advierte la Seguridad del Estado a Dagoberto Valdés
Los oficiales anticipan al director de Convivencia lo que puede ocurrirle si comete delitos castigados en el Código Penal
El director del Centro de Estudios Convivencia (CEC), Dagoberto Valdés, recibió este jueves, durante una cita en la Seguridad del Estado, «una advertencia oficial» que se anticipa a «la posibilidad de cometer delitos contra la seguridad del Estado tipificados en el Código Penal».
Valdés, que permaneció durante dos horas y quince minutos en la sede policial de la carretera a San Juan en Pinar del Río, explicó a 14ymedio que los oficiales le avanzaron que «a partir de hoy» su vida «sería muy difícil» si algún día «incurriera en alguno de esos delitos». La policía mencionó como posibles violaciones de la ley la recepción de dinero procedente de Estados Unidos para sus actividades o la falta de contribución con el fisco. El director de Convivencia afirmó no haber «recibido nunca ni un centavo del Gobierno estadounidense».
Pese a las advertencias, Valdés afirma que todo sucedió «en un clima severo y respetuoso» y que «no hubo maltratos físicos»
Pese a las advertencias, Valdés afirma que todo sucedió «en un clima severo y respetuoso» y que «no hubo maltratos físicos» en ningún momento.
«Llegué a ese lugar [la sede de la Seguridad del Estado] a tiempo y unos minutos después de la hora citada me recibieron el teniente coronel Osvaldo Labrador, jefe de la unidad, y el mayor Joaquín», explicó Valdés en una declaración que hizo llegar a la redacción de este diario.
Según el director de Convivencia, al entrar en la unidad fue conducido a «un cuarto de interrogatorio en el que fue filmada toda la conversación». En ella, el teniente coronel Labrador le señaló que durante «todos estos años» se había mantenido «como en el filo de una navaja entre ser un laico de la Iglesia y ser un contrarrevolucionario».
En consecuencia, según añadió Valdés, vía telefónica, le adelantaron que si «incurre en contrarrevolución» le darían «el tratamiento» correspondiente, no así si continúa «con su perfil de laico católico y cuida el objeto social de Convivencia» y le mencionaron «aquel 2003, cuando los 75».
Al terminar la declaración, Valdés fue llevado al cuarto de «la técnica» donde se tomaron sus «huellas digitales y palmares, la huella de olor en la pelvis y fotos de frente y de perfil» para conducirlo posteriormente a la enfermería. A pesar de manifestar al mayor Joaquín que se sentía «muy bien de salud», insistieron en medir su presión arterial, que finalmente era estable.
Dagoberto Valdés ha agradecido «de todo corazón, la inmensa solidaridad recibida de amigos y hermanos de muchos países e instituciones, así como las oraciones de pastores y hermanos de diferentes confesiones religiosas».
Los oficiales le adelantaron que si «incurre en contrarrevolución» le darían «el tratamiento» correspondiente, no así si continúa «con su perfil de laico católico y cuida el objeto social de Convivencia»
El Centro de Estudios Convivencia se centra en la formación para la ciudadanía y la sociedad civil en Cuba. Entre sus actividades está la publicación de la revista Convivencia, el debate de propuestas para el futuro de la Isla y el intercambio de ideas sobre su situación actual.
Durante el pasado mes de septiembre los miembros de Convivencia denunciaron que al menos nueve de ellos habían sido sometidos a interrogatorios policiales. Los activistas se vieron obligados a suspender el módulo Mi barrio una comunidad, debido a las presiones de la Seguridad del Estado, que incluyó operativos alrededor de varias viviendas, detenciones y el corte del servicio de telefonía celular de los organizadores del evento.
Con sede en la provincia Pinar del Río, la entidad independiente está concebida como un think tank para «pensar el hogar nacional que deseamos, contribuir a la reconstrucción de la persona humana y del tejido de la sociedad civil».