Las alcabalas del pasaporte
La Casa de la Moneda entregó entre 2015 y principios de este año 3 millones de cuadernillos a la institución. La producción de otros 2 millones prevista para 2016 no se ha podido iniciar por falta de insumos.
El Servicio de Administración de Identificación, Migración y Extranjería, Saime, tiene un nuevo caballo de guerra para enfrentar a los gestores de pasaportes: legalizar la agilización que antes brindaban terceros mediante un trámite adicional en el que los usuarios deben pagar a la institución 67.800 bolívares. El nuevo procedimiento entró en vigencia el jueves, sin anuncios oficiales.
Francisco Durán se enteró de la “obtención express de pasaporte electrónico” a través de una fotografía de un pendón que comenzó a circular por mensajería de texto. A diferencia de los más de cuatro meses de espera que tienen quienes solicitaron el documento por las vías habituales, ahora supuestamente puede obtenerse en 72 horas si se cancelan 3.600 bolívares (12 unidades tributarias) como pago por el trámite, 51.000 bolívares (170 unidades tributarias) por la cita, y 67.800 bolívares (226 unidades tributarias) para cubrir la “agilización”. En total: 122.400 bolívares.
Durán tuvo la cita para solicitar su pasaporte en diciembre, pues tenía un viaje de trabajo pautado para enero que tuvo que posponer por no tener el documento. En cuanto recibió el mensaje el jueves en la mañana ingresó en la página web del Saime, que ahora luce totalmente renovada. “Actualicé mis datos, que antes era imposible. Entré en el menú de pasaporte y en una de las pestañas pude revisar el estado del trámite, que antes tampoco podía hacer porque la página vieja no estaba actualizada. Luego en otra pestaña decía ‘agilización de trámites’ y en lo que le di clic me mandó a la ventana de pago. Como ya yo había hecho la cita y había pagado el trámite, solo cancelé 67.800 bolívares. Solo daba la opción de hacerlo con tarjeta de crédito”, cuenta el joven.
En este momento, el caso de Durán es la excepción. Desde el mediodía del jueves, la página web del Saime está completamente colapsada y no muestra a todos los usuarios las opciones en las que navegó el muchacho.
A pesar de la sobrecarga de visitas electrónicas, la alcabala legal pareciera ofrecer a un precio menor los servicios que antes imponían los gestores. “Es oficial, el gobierno te cobra por agilizar. Es decir, ya puedes dar para el café legalmente en el Saime”, tuitéo @melaniobar el jueves cuando se esparció por redes sociales la información.
El miércoles en la mañana aún no se sabía nada de esta nueva modalidad. Una mujer que hacía cola frente a la taquilla de atención al ciudadano de la sede principal del Saime, en la avenida Baralt de Caracas, contaba que en San Juan de los Morros le habían ofrecido imprimirle sin espera alguna los pasaportes de su esposo y de su hija pequeña si pagaba al funcionario 1.000.000 bolívares. “Nos vamos a vivir a España. Mi hijo grande y yo tenemos el documento vigente, pero mi esposo y la bebé no. No hemos podido comprar el pasaje porque sin eso la aerolínea no nos puede garantizar que ese día haya cupo para mi hija. En teoría me habían agilizado el trámite unos amigos del Ministerio de la Defensa y nada. Cuando fuimos a la oficina de San Juan de los Morros, lo que vimos era una computadora sobre otra, dudo que ahí estén imprimiendo nada y por eso nos vinimos a Caracas”, cuenta la mujer, quien pidió que se resguardara su identidad por miedo a que su diligencia se retrase aún más por denunciar.
Desde octubre pasado la expedición de pasaportes está detenida. Las autoridades han alegado falta de material para elaborar las libretas y habían prometido que en el mes de marzo comenzaría a regularizarse la entrega y la crisis se resolvería totalmente en junio. Marzo llegó y la promesa de regularización del servicio parece depender de los ciudadanos. De los que paguen.
De acuerdo con una fuente del Saime cada día se asignan 15.000 citas para pasaportes. Si se calcula el número de solicitudes que pudieron procesarse desde octubre, cuando ocurrió la falla en la entrega, hasta ahora, por lo menos 2.250.000 pasaportes están en cola. A una usuaria le informaron el jueves en la oficina de la sede principal del Saime que con el plan de agilización imprimirían 5.000 libretas diarias. A ese ritmo tomaría más de un año ponerse al día.
La Ley Orgánica de Identificación, dictada a través del decreto presidencial N° 1412 del 19 de noviembre de 2014, establece la obligación legal del Estado de facilitar la cédula y pasaporte a todos los ciudadanos. Esta ley no establece tiempos máximos para la entrega de los documentos por parte del organismo responsable, pero sí sanciones para el ciudadano que no retire su pasaporte transcurrido un mes de la notificación de la emisión, a razón de 8 unidades tributarias por cada mes de retraso. Los costos de emisión del pasaporte deberían estar establecidos en una ley especial.
Por ello, la nueva opción de agilización del trámite afecta el derecho constitucional de todos los venezolanos de tener un documento de identidad al agregar trabas como la cantidad de dinero a pagar y la exigencia de que se cancele con tarjeta de crédito, advierte Roberto León Parilli, presidente de la Alianza Nacional de Usuarios y Consumidores. “El hecho de que te cobren por la agilización es la implementación de un método que han extendido a otras áreas para limitar la demanda. Lo hicieron con la comida, cuando han permitido que se compren alimentos a dólar libre, o cuando imponen trámites adicionales para comprar. Ahora hacen que la gente pida menos el pasaporte porque no tiene dinero o tarjeta de crédito para pagar el trámite rápido y el trámite lento puede llevarse más de cuatro o cinco meses de espera”, indica Parilli.
Hace algunas semanas el propio Juan Carlos Dugarte, director del Saime, había intentado controlar la demanda de un servicio ya colapsado. “Si bien es cierto que tenemos escasez de material, sí tenemos pasaportes para las personas que lo ameriten para viajar. Si usted no necesita viajar próximamente espere a que esté cerca de la fecha de viaje para realizar los trámites”, dijo el 7 de febrero, durante una jornada de cedulación.
Parilli recuerda que el pasaporte es un documento de identidad internacional que es necesario para muchas otras cosas además de para entrar a otro país: “Hay personas que sin tener que viajar, tienen que hacer contratos o negociaciones y lo requieren, o para inscribirse en cursos a distancia en el extranjero. Es un derecho de todos los ciudadanos, que además en otros países no representa mayor drama”.
¿Dónde está el embudo? El trámite del pasaporte, se supone, ya había sido agilizado cuando Dante Rivas automatizó el Saime. Sin embargo, también ocurrieron retrasos como el actual, pero en la fase de solicitar el documento. En 2009, por ejemplo, fue necesario hacer un operativo especial para otorgar 700.000 citas que quedaron represadas por fallas en el sistema. Ahora, el ex funcionario chavista critica a la nueva gestión al mando de la institución. “Cuando el Saime acabó con la corrupción no fue cuando metió a más gestores presos, fue cuando facilitó más los trámites” y “hacer difícil los trámites, me recuerda la Inquisición. Los ciudadanos son herejes, enemigos del Estado y su pena es sufrir el burocratismo”, ha escrito en Twitter en el último mes, aunque se niega a contestar llamadas.
Antes de 2006 solicitar el pasaporte implicaba pasar la madrugada sobre cartones en la acera frente a la sede de la antigua Onidex, en el centro de Caracas. Ese año comenzó la automatización del servicio y en julio de 2007 comenzó a expedirse el pasaporte electrónico. La cuantiosa inversión en tecnología —desde 2003 el Estado ha gastado 1.400 millones de dólares en la modernización del sistema de identidad con asesoría cubana, de acuerdo con investigaciones de El Nacional— no termina de mejorar el servicio.
Desde los tiempos en que había que conectarse a Internet de madrugada hasta la falla actual de la página que no permite verificar el estatus del trámite y mantiene un retraso de más de 6 meses en la entrega del principal documento de viaje, el moderno sistema siempre ha fallado.
En Venezuela, el pasaporte electrónico —que los países debieron sustituir por disposiciones de seguridad de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo— comenzó a expedirse 2007. Desde un año antes la Casa de la Moneda, adscrita al BCV, comenzó a fabricar el cuadernillo y continúa haciéndolo. La empresa, que está situada en Maracay, provee al Saime las libretas en las que el organismo imprime los datos y en este punto estaría otro de los cuellos de botella del trámite.
A finales de 2014, el Saime hizo un pedido a la Casa de la Moneda de 3 millones de libretas de pasaporte sin personalizar. La entrega tardía se completó por fin entre enero y febrero de 2017. Una fuente del Banco Central de Venezuela asegura que la Casa de la Moneda entregó lotes por un total de 2 millones durante 2015, que luego se redujeron a 880.000 durante 2016 y 180.000 en lo que va de este año.En este momento, la fábrica espera material para cumplir con el pedido de 2 millones que se hizo en 2015 y que debía haberse entregado el año pasado.
La fuente asegura que el retraso que están padeciendo los ciudadanos en la obtención de sus documentos para viajes al exterior se debió al cambio de diseño y color de la tapa del pasaporte por el ingreso de Venezuela al Mercosur, en abril de 2015, así como también a una falla en la entrega de materia prima (láminas de policarbonato) a partir de octubre de 2016.
El número de libretas solicitadas parece excesivo si se compara con los documentos otorgados por el organismo oficial en los últimos años. De acuerdo con los datos de las Memoria y Cuenta del Ministerio de Relaciones Interiores y Justicia en 2013 se expidieron 1.231.646 documentos de migración, en 2014 la cifra se redujo drásticamente a 214.006 documentos y en 2015 —la última rendición de cuentas del gobierno que se ha hecho pública— el Saime tramitó 1.081.044 pasaportes. En el último informe de gestión la institución señala que expidió en total 7.731.875 documentos de identificación, migración y extranjería, que supuestamente representan 8% más de las metas previstas para 2015, logradas con una de inversión de 2.713.394.360 bolívares. Para 2016 el Saime tenía previsto destinar una cantidad de dinero ligeramente inferior (2.656.024.186 bolívares) para tramitar 5.563.725 documentos.
La fuente del BCV explica que además del Saime, la Casa de la Moneda tiene otros clientes —casi todos entes públicos— para los que imprimen bandas de seguridad para licores y papel de seguridad, títulos universitarios y otros productos.
Hasta hace una década empresas privadas proveían el material para elaborar los pasaportes. Litográficas Mérida o Thomas Greg & Hijos eran algunos de los proveedores del gobierno para estos trámites. La última, establecida en el país desde 1992, cerró sus puertas la semana pasada.
Anulados. El 27 de enero le anularon el pasaporte al diputado Luis Florido cuando entraba al país. Lo que los funcionarios del Saime calificaron como un error implica una prohibición migratoria para el parlamentario que goza de inmunidad. “Introdujimos en Fiscalía la denuncia, sabemos que el fiscal está haciendo las averiguaciones, pues al violarse mi inmunidad eso tiene responsabilidades penales y administrativas. También introdujimos un recurso de amparo ante la corte primera en lo contencioso administrativo. Y aunque los amparos deben resolverse en 48 horas, no hemos tenido respuesta”.
Florido no es el único funcionario con el pasaporte anulado. Una semana después de su incidente, al parlamentario Williams Dávila también le prohibieron salir del país por problemas en su documento de viaje. De acuerdo con Florido actualmente 3 millones de venezolanos esperan por su pasaporte. “Hay personas que van a emigrar, otros para visitar familiares, por trabajo o por asuntos médicos ahora que hay familiares porque afuera hay más posibilidades de atenderse afuera”.
Por la anulación de su documento de viaje el diputado tiene comprometido su trabajo y su participación en foros políticos, como el Parlamento Europeo, a donde fue invitado, o en elecciones, como la segunda vuelta presidencial en Ecuador en donde fungiría como observador. Mientras espera respuesta por su denuncia, inició una gira por el país para recabar reclamos. A través del correo venezolanossinpasaporte@gmal.com los ciudadanos afectados pueden relatar su caso para el registro que lleva el diputado.
“Entre los venezolanos que están fuera hay una gran preocupación por este tema y no hay respuesta del gobierno venezolano. Hay más respuesta de otros países como los que han tomado medidas migratorias de solidaridad con nuestros ciudadanos”.
Florido recuerda que desde 2008 el Acuerdo sobre documentos de viaje de los Estados parte del Mercosur y Estados asociados permite a los venezolanos moverse por Brasil, Argentina, Paraguay, Uruguay, Ecuador, Chile, Colombia, Bolivia y Perú moverse por esos territorios con otros documentos como la cédula de identidad. A ese convenio, en el que aparece la firma de Nicolás Maduro como canciller, apeló Florido hace unas semanas para intentar ir a Perú a cumplir con un compromiso de trabajo, pero en Maiquetía no lo dejaron.
“Estamos esperando la promesa de agilización para marzo que dio el Saime. Pero si no, apelando a la protección de los intereses colectivos y difusos procederemos a luchar por la vía jurídica y de presión social, porque esto es una violación más de los derechos humanos”, indica el diputado.
¿El más caro?
La Casa de la Moneda recibe todos los insumos del Banco Central de Venezuela para fabricar los cuadernillos de pasaporte. En la página web del BCV aparecen las solicitudes de compras que hace la institución anualmente. Durante 2016 en cada trimestre se registra la compra de insumos como sulfato blanco 80 para libretas de pasaportes, tinta OVI, troqueladoras de estampado, cola adhesiva para costura, papel de seguridad entre otros insumos que requiere la fábrica para producir los pasaportes. En 2015, por ejemplo, son reiteradas las solicitudes de repuestos para las máquinas de las líneas de producción 1, 2, 3 y 4 de pasaportes de la Casa de la Moneda.
Una fuente del BCV señala que todos estos insumos y repuestos son importados por el BCV a tasa preferencial de 10 bolívares por dólar. Aunque no se conoce el costo real de producción de los cuadernillos, la fuente señala que el Saime compra las libretas a la Casa de la Moneda a 540 bolívares cada una, una sexta parte de lo que pagan los usuarios por el trámite. Si el costo del trámite se traslada a dólares, según la tasa preferencial, el pasaporte venezolano sería uno de los más costosos de la región.