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Encuesta: Podemos se desploma y pierde casi un tercio de sus electores

El desafío secesionista, la formación de un bloque constitucional para hacerle frente, la decisión de pulsar el botón que activa el artículo 155 de la Carta Magna…, en definitiva, los acontecimientos que se suceden a toda velocidad tienen ya un reflejo en las encuestas: Unidos Podemos se descalabra, con una caída de casi seis puntos -una pérdida del 27,5 % de los votos, casi un tercio- respecto a lo que obtuvieron en las elecciones generales de junio de 2016; los ascensos claros de PSOE y Ciudadanos, que ganan 3,3 y 3,6 puntos, respectivamente, y una leve caída del PP de 1,6 puntos desde los comicios.

La foto demoscópica que refleja la encuesta de Sigma Dos para EL MUNDO ofrece conclusiones claras derivadas del principal problema que ha padecido en todos estos meses la democracia española.

El independentismo catalán, vulnerando la Constitución y su propio Estatuto y retando abiertamente al Estado, ha envenenado la política y ha infectado la vida de los ciudadanos y la actividad económica. Los votantes inmersos, en una actualidad monotemática y polarizada, reaccionan castigando las posiciones ambigüas y premiando los discursos más nítidos en contra del separatismo y en defensa del Estado de derecho.

Si las urnas se abrieran mañana en toda España, la formación más perjudicada sería la que encabeza Pablo Iglesias en alianza con Alberto Garzón. De ocupar la tercera posición en el Congreso de los Diputados pisando los talones del PSOE, a sufrir el sorpasso de Ciudadanos, el partido liderado por Albert Rivera.

Unidos Podemos conseguiría ahora el 15,3% de los sufragios frente al 21,1% que obtuvo en las elecciones generales de junio de 2016. Sus apoyos empezaron a resentirse claramente este verano a medida que la amenaza secesionista crecía y se acercaba la fecha clave del referéndum ilegal del 1-O. Así, el sondeo de este periódico del pasado mes de septiembre ya empezaba a mostrar su descenso con un 19,5% de intención de voto. En poco más de un mes, el declive se ha convertido en desplome hasta el 15,3% actual.

Con un discurso apostando por el derecho a decidir de los catalanes y, en consecuencia, a favor de la consulta prohibida por el Tribunal Constitucional, pero que al mismo tiempo rechazaba la idea de una Cataluña independiente, la formación morada se situó, a ojos de la mayoría de los ciudadanos, en una posición incomprensible que, a fuerza de querer marcar distancias con PP y PSOE, rápidamente se identificó como afín al soberanismo.

Por el contrario, los votantes premian la postura de Ciudadanos y PSOE, dos fuerzas que no han dudado en situarse del lado del Gobierno a la hora de defender la Constitución. La formación naranja es la que mayores réditos logra al aumentar su intención de voto respecto a los comicios de 2016 en más de un 25%. Si en las generales de hace 14 meses logró un 13,1% de los sufragios, ahora conseguiría un 16,7%. Su apuesta en contra del independentismo no ha tenido doblez. Albert Rivera ha huido de las medias tintas, atacando con toda dureza los planteamientos secesionistas y exigiendo al Gobierno de Rajoy una actuación contundente para erradicarlos.

También el PSOE ve recompensada su estrategia. Los socialistas han dejado de lado, al menos de momento, sus posiciones a favor de la plurinacionalidad y se han decantado nítidamente por la defensa de la unidad y la soberanía nacional. Su líder, Pedro Sánchez, ha redibujado su imagen dotándola de los perfiles de hombre de Estado alejado del oportunismo partidista. Los votantes se lo reconocen con 3,3 puntos más en intención de voto respecto a junio de 2016. De celebrarse ahora comicios generales, los socialistas conseguirían el 26% de los sufragios frente al 22,7% que obtuvieron hace 14 meses.

Reducirían así su distancia respecto del PP a sólo 5,4 puntos, prácticamente la mitad de la ventaja que les sacaron los populares en las últimas elecciones. Respecto a sus rivales de Unidos Podemos, la brecha sería muy grande: más de 10 puntos, cuando en junio de 2016 apenas fue de punto y medio.

Por su parte, el PP va recuperando poco a poco el pequeño descenso que registró tras las generales. Ahora, según el sondeo, obtendría el 31,4% de los votos. Volvería ganar las elecciones. Los populares resisten sostenidos por el discurso constitucionalista que ha tapado otros acontecimientos, principalmente relacionados con los casos de corrupción, que estaban haciéndoles mucha mella.

La encuesta de Sigma Dos para EL MUNDO, realizada la semana pasada, no recoge el golpe de efecto de Mariano Rajoy del pasado viernes cuando, tras el Consejo de Ministros extraordinario que daba luz verde a las medidas de intervención de Cataluña amparadas por el artículo 155, anunció no sólo el cese fulminante de todo el Govern, sino que además disolvió el Parlament y convocó elecciones autonómicas para el próximo 21 de diciembre.

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