Schulz dimite del SPD y el partido nombra al alcalde de Hamburgo
El exlíder socialdemócrata había designado sucesora a Andrea Nahles; el caos se apodera del partido
La tradición política alemana dicta que el Miércoles de Ceniza los partidos se recluyan en un momento de reflexión y autocrítica, pero el Partido Socialdemócrata (SPD) está viviendo por adelantado el Viernes de Dolores y ete martes su directiva quedó partida en dos durante la reunión convocada para sustituir a Martin Schulz de forma provisional en la presidencia. Se esperaba que Schulz presentase su dimisión y designase a Andrea Nahles comosu sucesora hasta que el congreso convocado para el 22 de abril en Wiesbaden lleva a cabo la correspondiente votación. Y eso fue lo que sucedió, pero acto seguido el SPD emitió un comunicado informando que, hasta que tenga lugar la votación será el alcalde de Hamburgo, Olaf Scholz, quien tome las riendas del partido.
Schulz fue designado como próximo ministro de Finanzas del próximo gobierno de gran coalición durante las negociaciones con Merkel, pero el SPD ha decidido no hacer pública su lista definitiva de ministros hasta después de que las bases del partido ratifiquen, o no, el acuerdo de gobierno. “Anunciemos lo que anunciemos, perjudicaría la votación”, reconocían fuentes del partido, admitiendo la sima que se abre por momentos entre la directiva y las bases.
Todo esto sucede mientras los militantes van enviando sus votos por correo en una consulta cuyo resultado conoceremos el 24 de febrero y sin que la elección de Nahles resulte completamente segura porque, por ejemplo, la alcaldesa de Flensburg Simone Lange, envió una carta a la directiva anunciando que desea postularse para la presidencia. Quienes defienden la candidatura de Nahles explican que la idea de una sucesión rápida estaba basada en la necesidad de dar estabilidad a un partido en momentos de crisis interna, pero el caso es que, en lugar de pacificar, la designación ha levantado una nueva ola de protesta en las sedes regionales. Schleswig Holstein, Berlín y Sajonia-Anhalt han protestado y exigido que sea uno de los seis vicepresidentes el que dirija la formación política hasta la celebración del congreso.
“El SPD precisa una renovación” tanto en lo “personal” como en lo “programático”, dijo anoche Schulz en su último mensaje como presidente, a lo que añadió que su dimisión “valdría la pena” si contribuía a ello. Hacía estas declaraciones tras una reunión de más de tres horas con la dirección en la que las susceptibilidades de uno y otro bando amenazaban con evitar un acuerdo para sobrellevar la situación hasta el congreso de Wiesbaden.