‘Militante de la derecha fascista venezolana’, así describe Maduro al alto comisionado para los Derechos Humanos
El gobernante venezolano, Nicolás Maduro, acusó el viernes al alto comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos de ser una pieza del Gobierno estadounidense «enquistado como un tumor» de la organización mundial, días después de que el funcionario pidiera una investigación sobre Venezuela, informa Reuters.
Zeid Ra’ad Al Hussein pidió al Consejo de Derechos Humanos de la ONU que evalúe crear una comisión que investigue presuntas violaciones de derechos humanos en Venezuela, tras asegurar que recibió reportes creíbles de «cientos de matanzas extrajudiciales en los últimos años, tanto durante protestas como en operaciones de seguridad».
Zeid pidió a Caracas que abra las puertas a la ONU para verificar sobre el terreno lo que sucede en el país, reportó EFE.
«No hemos sido invitados y no se nos ha permitido entrar. ¿Si todo no es tan malo como otros dicen, entonces por qué no nos dejan entrar?«, preguntó.
«El alto comisionado es hombre militante de la derecha fascista venezolana, así se lo he mandado a decir y se lo he dicho todas las veces que he podido. Es una persona parcializada que perdió cualquier equilibrio sobre Venezuela«, dijo Maduro cuando un periodista le preguntó sobre el pedido de Zeid.
«No tiene ninguna autoridad para hablar de Venezuela (…) y ha apoyado la intervención militar contra Venezuela», dijo Maduro en un breve encuentro con periodistas, minutos antes de un acto de su partido transmitido por el canal estatal VTV.
El Gobierno de Venezuela ya había repudiado esta semana las declaraciones del alto comisionado y las señaló como «infundadas e irresponsables«.
Por otra parte, el mandatario venezolano ratificó al secretario general de la ONU que puede designar comisiones de observación en los próximos comicios «sin necesidad de pasar por ningún paso burocrático».
Sobre los elecciones de mayo en Venezuela, Zeid había dicho que no cumplen con las condiciones mínimas para considerarlas «libres y creíbles».
Caracas se encuentra entre los 47 estados miembros del foro de Ginebra, donde tiene apoyo de aliados liderados por el régimen de Raúl Castro, pero ha sido criticada por Estados Unidos y países latinoamericanos que sostienen que es una democracia débil que sufre una crisis sanitaria y alimentaria.