Iraníes compran pasaportes para evadir sanciones de Estados Unidos
Oficiales del régimen khomeinista y empresarios iraníes están obteniendo pasaportes de varias naciones, dijeron a Reuters fuentes libanesas cercanas al gobierno de Beirut bajo reserva de identidad. La influencia de Irán dentro del gobierno libanés como del iraquí es ahora tan grande que la emisión de pasaportes a través de pagos y sobornos se ha convertido en una preocupación creciente, declararon también fuentes iraquíes a Fox News.
Tres empleados miembros de la comunidad libanesa sunita que trabajan para la administración gubernamental libanesa denunciaron bajo reserva de identidad a Reuters las maniobras de entrega de pasaportes a nacionales iraníes, la agencia agencia de noticias informó que esa modalidad esta siendo utilizada por empresarios y comerciantes que quieren evitar las sanciones económicas y continuar haciendo negocios con Occidente, para lo cual buscan comprar pasaportes que les permitan burlar las sanciones que pesan sobre Irán.
Un veterano experto en seguridad occidental con base en Líbano enfatizó que la influencia iraní dentro de Líbano como en Irak se ha «profundizado significativamente» junto con el establecimiento de un «corredor chiíta» que permite un acceso sin precedentes: desde Teherán a Bagdad, Damasco y Beirut, lo que representa una amenaza directa para la seguridad de los intereses estadounidenses en la región y del propio Estado de Israel.
Especialistas occidentales en anti-terrorismo afirmaron que las preocupaciones de seguridad sobre el tema de los pasaportes se han intensificado en los últimos meses con la influencia de Hezbollah en la cancillería libanesa y en aspectos administrativos relacionados con la expedición de documentos. «Está sucediendo, y no es difícil de hacer, especialmente si se tiene un gobierno amigo que ayude», señaló un ex funcionario de inteligencia que actualmente trabaja como consultor anti-terrorista en Oriente Medio. Irán tiene muchos aliados en posiciones de alto nivel en Beirut y Bagdad.
Las fuentes también creen que el tema de los pasaportes puede ser la causa de los recientes asesinatos de tres funcionarios iraquíes. El director de un departamento provincial de ciudadanía iraquí, el coronel Amer Qasem Mohammed y su ayudante, el teniente coronel Shaker Mahmoud, fueron asesinados el pasado miércoles por hombres armados en la ruta de Diyalah, cerca de la frontera iraní.
También a fines de junio, el coronel Safa Hassan al-Dulaimi, director de la junta directiva de pasaportes en la provincia de Babil, en el sur de Irak, fue asesinado por tres hombres que le dispararon 62 balazos a plena luz del día cuando se dirigía camino a su casa. Varias fuentes de Irak afirmaron que el mensaje mafioso y el motivo del asesinato se derivaba de su negativa a emitir pasaportes iraquíes falsificados a las operativos de las milicias chiitas respaldadas por Irán, muchos de los cuales no son nacionales iraquies sino chiitas iranies.
Las sanciones internacionales contra Irán se levantaron tras la firma en 2015 del acuerdo nuclear. El Acuerdo fue conocido formalmente como el Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA, por sus siglas en inglés). Pero el presidente Trump emitió en mayo pasado una orden que llevó al Tesoro de los Estados Unidos a establecer nuevas sanciones contra los servicios de transferencia de dinero, algunas aerolíneas operadas por el Estado, personas alineadas con la Guardia Revolucionaria iraní y el programa de misiles.
El gobierno iraní no permite oficialmente que los ciudadanos de su país tengan un segundo pasaporte. Pero se sabe que los burócratas de inteligencia permiten que ciertas empresas selectas dispongan de otros pasaportes para facilitar el viaje y hacer negocios en el extranjero.
Los pasaportes iraquíes se emiten con un alto estándar de seguridad y es imposible hacer pasaportes falsificados. «Obtenemos huellas digitales y huellas dactilares, garantizamos alta seguridad», dijo a Fox News el general Saad Al-Mousawi, vocero del Ministerio del Interior de Irak. «Pero es posible falsificar los pasaportes después de que se han emitido si alguien perdió su pasaporte o si le fue robado, en esos casos podría ser falsificado».
Pero ni Líbano ni Irak son los únicos países dominados por los khomeinistas del que los iraníes se proveen de pasaportes. Según un funcionario del gobierno afgano, el problema es más que evidente en la provincia fronteriza de Herat, donde las tarjetas de identificación nacionales se pueden comprar fácilmente en el mercado negro, lo que facilita considerablemente la obtención de un pasaporte falso. Una autoridad de la seguridad de Kabul dijo a Reuters que los iraníes pagan entre 5.000 y 10.000 dolares estadounidenses para adquirir los documentos necesarios, comenzando con una tarjeta de identificación nacional que luego les permite solicitar la nacionalidad y el pasaporte en un par de semanas.
Si bien los pasaportes iraquíes y afganos tienen poco valor para la libertad de viaje internacional, sus titulares no figuran en la lista de prohibición de viaje e ingreso a los EEUU y la proliferación de documentos falsificados permite una serie de actividades ilegales, como el viaje de individuos sancionados o con orden de búsqueda y otros aspectos de inmigración ilegal.
«También es un ataque deliberado a la autoridad para asegurar sus fronteras», dijo David Ibsen, director ejecutivo de la organización política sin ánimo de lucro Counter Extremism Project (CEP). «Esto no es sorprendente, ya que Irán hará lo que pueda para eludir las sanciones». Y el problema no está contenido en países amigos de Teheran como Irak, Líbano e incluso Afganistán, contrario a ello, estos países donde la influencia irani es absoluta poco pueden hacer para terminar con el problema.
Una investigación de Reuters reveló que las Islas Comoras, una pequeña nación frente a la costa este de África, repentinamente tuvo que cancelar los pasaportes «comprados» por más de 100 iraníes, incluidos los de altos ejecutivos en industrias, todas ellas objeto de sanciones internacionales. La obtención legítima de un pasaporte en algunos países es legal y tradicionalmente está vinculada a personas que acuerdan invertir una cierta cantidad de dinero para impulsar las pequeñas economías. Los iraníes han utilizado esta llamada «ciudadanía por inversión» en varios países. Y aunque EEUU tiene un sistema de seguridad de primera nivel para la entrada de individuos, ningún sistema es infalible ante estas maniobras, advirtieron los expertos en terrorismo.
«Los diplomáticos y las fuentes de seguridad en las Comoras y Occidente están preocupados porque algunos iraníes adquirieron los pasaportes para proteger sus intereses ya que las sanciones obstaculizaron la capacidad de Irán de realizar negocios internacionales», señaló el informe de Reuters.
Los pasaportes de Comoras ofrecen viajes sin visado en la mayoría de países del Medio y Lejano Oriente y podrían ser utilizados por los iraníes para abrir cuentas en bancos extranjeros, registrar empresas y efectuar transferencias de dinero a gran escala burlando así las sanciones establecidas.
Los iraníes también se encuentran entre los grupos nacionales más grandes que compran pasaportes como parte del programa de Ciudadanía por Inversión en Dominica y en la isla de Granada. Los pasaportes de esos países permiten viajes sin visa a más de 120 países.
Una audiencia del Congreso estadounidense de julio de 2014 sobre seguridad nacional documentó «la adquisición por miles de ciudadanos iraníes de pasaportes originales, cédulas y otros documentos nacionales de identidad de Ecuador, Panamá, Venezuela y Bolivia que fueron otorgados en gran parte a operativos de la Fuerza al-Quds, a oficiales del Ministerio de Inteligencia y otros servicios de seguridad exterior de Irán que pueden «moverse a través de la región relativamente sin ser detectados porque ya no son identificables como iraníes».
Cuando eso fue detectado, se hicieron recomendaciones de seguridad en todo el territorio de EEUU dado que la gran mayoría de las personas que reciben estos pasaportes por gobiernos cómplices no eran turistas sino agentes del régimen «cuyo principal objetivo es encontrar vulnerabilidades y puntos de entrada en los EEUU, identificar objetivos vulnerables en la región y preparar una respuesta militar si el programa nuclear de Irán fuera atacado».
En tal sentido, declaraciones muy ingenuas del presidente Evo Morales en noviembre de 2017 permitieron reconocer que Bolivia había extendido pasaportes a nacionales de países amigos, entre ellos Irán.
Sin embargo, la pequeña isla caribeña de Saint Kitts y Nevis fue la primera alarma para el Departamento del Tesoro de EE.UU a fines de 2015, luego de que tres presuntos agentes iraníes fueran detenidos utilizando pasaportes de San Cristóbal para lavar dinero a pedido de bancos en Teherán y en violación de las sanciones de Estados Unidos. La isla hizo un anuncio formal en 2016, en el mismo se refirió a que, en adelante, los inversionistas iraníes serían suspendidos de la participación en la ciudadanía por programa de inversión, citando los «acontecimientos en curso provenientes de la comunidad internacional».
En agosto de este año, la Unidad de Ciudadanía por Inversión (CIU) de Santa Lucía anunció repentinamente que los iraníes ya no eran elegibles para el programa, diciendo que eran «incapaces de realizar controles de diligencia debida en el sitio original de esas personas y validar documentos emitidos desde Irán».
«Mientras exista la posibilidad, los delincuentes encontrarán la manera de tomar partido favorable a sus intereses», declaro a Fox News Larry Johnson, ex agente del Servicio Secreto y ahora CEO de Cyber Sponse.
«Sabemos que gran parte del terrorismo islamista internacional está siendo dirigido por el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Iraní (CGRI). Si los participantes pueden adquirir un pasaporte de un país elegible, entonces podrían ingresar más fácilmente a los EEUU», Señaló Tom Wilson, investigador en el Centro de Radicalización y Terrorismo de la Sociedad Henry Jackson, en referencia al» Sistema electrónico para Autorización de viaje» que facilita la exención de visa a los EEUU.
«Los iraníes que tienen un segundo pasaporte pueden comprar propiedades en los EEUU o hacer negocios con estadounidenses comunes», dijo Wilson. «En particular, la preocupación es que las principales figuras iraníes usen estos pasaportes para tratar de evitar los efectos de las sanciones y realizar actos terroristas en suelo estadounidense.» Los expertos en seguridad enfatizaron que, si bien la tecnología y el cribado de EEUU son excelentes, no son inexpugnables para el accionar de los terroristas que podrían vulnerarlo.