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Discurso de la Embajadora de EEUU: Reflexiones de la Embajadora Laura Dogu

Palabras de la Embajadora de los Estados Unidos, Laura F. Dogu
Evento de AMCHAM – Octubre 29, 2018

Gracias, AmCham, por invitarme a hablar aquí hoy. Este es mi último día como Embajadora de los Estados Unidos en Nicaragua. Y me voy mañana.

Hace tres años, comencé mi período con un discurso dirigido a los miembros de AmCham que se centraba en los esfuerzos de los Estados Unidos para ayudar a construir una Nicaragua próspera, segura y democrática. Por eso creo que es apropiado terminar mi tiempo como Embajadora de la misma manera. Siempre he tratado de hablar con franqueza y claridad, y lo haré de nuevo hoy.   Aprecio la oportunidad de compartir mis reflexiones al término de mi misión con este grupo.

En marzo, di un discurso sobre el “Camino al 2030″ en el que dije que el futuro de Nicaragua   es incierto debido a la falta de un estado de derecho, la falta de democracia, y la elección de ciertos socios internacionales. Antes de abril, cuando hablaba de estos temas, la comunidad empresarial me decía con frecuencia que podían sacrificar algunos de estos derechos fundamentales porque Nicaragua no estaba en guerra, ni sufría la violencia de los países del triángulo norte.

La comunidad empresarial valoraban más la estabilidad que la sostenibilidad. Creían que el crecimiento económico traería oportunidades. Pero cuando viajé por Nicaragua y me reuní con pequeños agricultores, jóvenes empresarios, estudiantes, mujeres líderes, comunidades indígenas y tantos otros, escuché algo diferente. Estos nicaragüenses soñaban con un país justo con oportunidades económicas para todos. Donde la corrupción y la identidad política no limitaran las oportunidades a solo unos pocos. Ahora está claro que la gran mayoría de los nicaragüenses ya no aceptarán más la corrupción de los funcionarios gubernamentales o de las empresas privadas y que ya no confían en las instituciones del gobierno. Quieren un país que proteja sus derechos y quieren elecciones libres, justas y transparentes. Lo que entienden es que la prosperidad, la seguridad y la democracia sólo pueden funcionar bien cuando todas se complementan.

La democracia, la buena gobernanza y el estado de derecho son la base que permite la prosperidad y la seguridad. En marzo, también hablé sobre los desafíos de la Cuarta Revolución Industrial. Y cómo la decisión de centrarse en la inversión basada en el bajo costo de la mano de obra será insostenible en un futuro donde la tecnología demandará trabajadores más calificados y energía a bajo costo.

Preferiría estar aquí hablando con ustedes de cómo preparar a los increíbles jóvenes de Nicaragua para liderar la transformación que el país necesita para ser competitivo   en la economía del futuro. Pero en cambio, muchos de estos jóvenes tan talentosos se han visto obligados a exiliarse, o han sido encarcelados o asesinados por su propio gobierno. Nicaragua está perdiendo una vez más, a toda una generación, ya que muchos buscan un futuro mejor y más seguro en otros países.

Las universidades de Nicaragua se han convertido en plataformas de propaganda política en lugar de ser centros de preparación para el futuro. El sistema de salud ha sido utilizado como un arma de guerra en lugar de una herramienta para garantizar el bienestar de la población y su preparación para encarar futuras oportunidades. La fuerza policial ahora aterroriza en lugar de proteger y ha perdido toda credibilidad ante la población. Muchas empresas han cerrado, terrenos han sido tomados y el pronóstico económico indica que ya se está dando una gran contracción después de 10 años de crecimiento continuo.

El 2018 ha sido un año tumultuoso. Contrariamente a lo que la propaganda del gobierno quiere que se crea, Nicaragua no ha regresado a la normalidad. Las decisiones del Presidente Ortega ya han costado US $500 millones de los recursos de Nicaragua que podrían haber sido utilizados para construir casas, iniciar nuevos negocios, dar tratamiento a los enfermos o educar a los jóvenes.

350,000 nicaragüenses han perdido sus empleos y un 5 por ciento adicional de la población ha caído en la pobreza desde abril. La industria turística de Nicaragua ha sufrido un gran retroceso.  Ni toda la propaganda de los medios estatales cambiará estos hechos. No habrá un retorno a la normalidad sin un cambio transformador que incluya elecciones libres, la separación de poderes, el estado de derecho y la protección de los derechos humanos de los ciudadanos.

Lamentablemente, no veo señales de que el Presidente Ortega o la Vicepresidenta Murillo estén dispuestos a considerar una solución negociada. Esto significa que es muy probable que la comunidad internacional continúe implementando medidas aún más fuertes, contra el gobierno.

En marzo predije que la NICA Act sería aprobada debido a la falta de democracia, la corrupción y la cercana relación del régimen con Rusia y Venezuela. El Congreso de los Estados Unidos está al tanto de los asesinatos de manifestantes, las graves violaciones a los derechos humanos y el hecho de que el Presidente no haya participado de manera creíble en el Diálogo Nacional.

En respuesta, el Senado endureció y amplió la legislación. Una vez que terminen las elecciones en Estados Unidos a principios de noviembre, es muy probable que veamos la decisión final del Congreso en lo que respecta a esta legislación.

En marzo también dije que las maniobras para preservar la inmunidad de Roberto Rivas frente a la Ley Global Magnitsky reafirmaron la debilidad del estado de derecho y la institucionalidad en Nicaragua.La Administración Trump sancionó a 3 funcionarios nicaragüenses más bajo la Ley Global Magnitsky por abusos a los derechos humanos y por corrupción.

A través de estas sanciones, Estados Unidos está demostrando que responsabilizará de sus acciones a los funcionarios que autorizan el uso de violencia y abusos. Como dijo la Casa Blanca en julio, esto es solo un comienzo a posibles sanciones, no el fin.

El 4 de octubre, la Red de Control de Delitos Financieros o FinCEN en inglés, emitió un aviso para alertar a las instituciones financieras de EE. UU. sobre el riesgo de que las ganancias, producto de la corrupción política en Nicaragua, pueda ingresar o atravesar el sistema financiero de EE. UU.

El Subsecretario del Tesoro para Terrorismo e Inteligencia Financiera, señaló que “la advertencia de FinCEN es parte de la campaña de esta Administración para responsabilizar a las personas que cometen abusos contra los derechos humanos y la corrupción en Nicaragua”.

Hay dos elementos notables en esta advertencia. Primero, que esta es una campaña continua, y segundo, que hay un enfoque en todas las personas que estén involucradas en la corrupción, no solo los funcionarios públicos. Cualquier persona que se vea comprometida en la corrupción o se beneficie de ella puede ser blanco de esta campaña. De nuevo, este es sólo el comienzo, no es el final.

Los Estados Unidos también está revocando visas de funcionarios nicaragüenses y sus familias, incluyendo a las autoridades municipales, si estos funcionarios han sido responsables de violencia policial contra manifestantes, si han apoyado violencia parapolicial o si han impedido que las víctimas reciban atención médica.

Por ley, no podemos publicar nombres de personas, pero tenemos en la mira no solo a los funcionarios del gobierno sino también a aquellos que no forman parte del gobierno y que se han beneficiado, facilitado o participado en la corrupción.

La OEA y las Naciones Unidas se han involucrado rápidamente en la crisis de Nicaragua y es evidente que no hay apoyo para el régimen fuera de unos cuantos países. En el futuro es probable que haya más compromiso y presión internacional.

Todo esto sería preocupante para cualquier país, pero es especialmente alarmante cuando estas acciones provienen de su socio comercial más grande. Nuestras economías están vinculadas, nuestra gente está vinculada, y como hemos visto en los últimos seis meses, nuestros deseos de vivir en un país democrático con estado de derecho también están vinculado.

En lugar de comprometerse a tomar medidas sólidas que puedan restaurar la confianza y permitir que los nicaragüenses trabajen por un futuro próspero, el régimen del Presidente Ortega trabaja solo para proteger a los suyos.  Herramientas como la UAF, la modificación del crédito de emergencia y los nuevos roles de las empresas públicas están siendo utilizadas para reprimir a enemigos políticos.

Cuando se enfrentó con indicadores preocupantes de una economía debilitada, el régimen del Presidente Ortega optó por ocultar la información. Cuando pudo haber negociado una solución política a la crisis, el Presidente Ortega optó por señalar al sector privado de “terroristas económicos” sin ningún rol en el futuro de Nicaragua. El régimen está actuando como si pudiera reemplazar al sector privado con empresas estatales. Un país con la historia de Nicaragua sabe que ese camino conduce al desastre.

Nicaragua también está poniendo en riesgo su acceso a financiamientos multilaterales. Los Estados Unidos y otros socios regionales están, con toda razón, preocupados por la corrupción del régimen del Presidente Ortega, el desprecio por la transparencia fiscal y el posible uso indebido de los préstamos. Ninguna institución internacional quiere ver que su dinero financie la violencia y la represión. Muchos préstamos ya han sido suspendidos o reducidos. Sin una solución política a la crisis, Nicaragua podría estar renunciando a todo futuro financiamiento multilateral por un tiempo indefinido, o cual traerá duras consecuencias.

En 2017, las instituciones multilaterales financiaron el 24 por ciento del presupuesto del gobierno nicaragüense y proporcionaron el 60 por ciento de toda la ayuda externa destinada a beneficiarios no gubernamentales, un monto que totalizó $ 770 millones.

Hoy, cuando inversionistas actuales y potenciales piden consejos a la Embajada, nuestra respuesta es que Nicaragua carece de las instituciones democráticas necesarias para un crecimiento económico sostenible. Instituciones públicas muy débiles, las deficiencias en el estado de derecho y la administración de justicia, y el extenso control del Ejecutivo han exacerbado significativamente los desafíos existentes para aquellos que actualmente hacen negocios en Nicaragua.

Los inversionistas deben estar conscientes de los riesgos físicos, financieros y de reputación empresarial de hacer negocios en Nicaragua y deben tener mucho cuidado. Con nicaragüenses enfrentando sanciones, los inversionistas también deberán ejercer mucha diligencia para evitar participar en transacciones comerciales o financieras prohibidas.

Permítanme hablar más sobre el tema del riesgo a la reputación empresarial. En la economía global de hoy, las empresas no pueden permitirse asumir riesgos de reputación. Ya he visto campañas en los Estados Unidos preguntando a las empresas por qué están comprando productos   de Nicaragua. Estas campañas son similares a las campañas de los “diamantes de sangre” que provienen de África. Las empresas pueden comprar los mismos textiles, café o carne de otros países que no ponen en riesgo su reputación. Este problema de la reputación no cambiará mientras el actual gobierno permanezca en el poder.

Además, la decisión del gobierno de etiquetar a manifestantes pacíficos como “terroristas, asesinos y golpistas” causará a las empresas y empresarios muchos problemas. La mayoría de las pólizas de seguro tienen una exclusión de terrorismo, lo que aumenta dramáticamente el costo de hacer negocios en Nicaragua. Los viajeros nicaragüenses estarán sujetos a un escrutinio adicional para identificar a terroristas y asesinos. Cualquier persona que haya vivido aquí los últimos seis meses sabe que no hay grupos terroristas no estatales en Nicaragua, pero las personas fuera de la región que no siguen la situación con cuidado tomarán estas palabras en serio.

Finalmente, las alertas de viaje que compartimos con el público no cambiarán pronto. La amenaza de que los turistas o viajeros puedan ser acusados de terrorismo o financiamiento del terrorismo es demasiado grande.   Las alertas de viaje del gobierno de los EE. UU. y de otros gobiernos deben incluir todo tipo de amenazas, no solo amenazas físicas.

He hablado mucho sobre los desafíos que enfrenta el país, pero Estados Unidos entiende que la solución a la crisis actual de Nicaragua solo puede venir de los nicaragüenses, empezando por el Presidente. Una negociación exitosa solo requiere de dos partes dispuestas a negociar de buena fe y hasta ahora solo ha habido una parte dispuesta a negociar. El problema no es la estructura   del proceso, sino la falta de buena fe por parte del gobierno. El pueblo de Nicaragua tendrá que ser persistente y paciente, porque no hay una solución rápida. Un nuevo liderazgo por sí solo no resolverá los problemas de Nicaragua.

Repetiré lo que dije antes. Los problemas económicos y políticos de Nicaragua durarán hasta que los nicaragüenses adopten la democracia y el estado de derecho como forma de gobierno. Y ese es un cambio fundamental. Los nicaragüenses quieren reglas del juego que sean transparentes y justas.

Con demasiada frecuencia en el pasado, las élites han establecido reglas que ignoran los intereses   del resto de la población. Se podría argumentar que en el pasado, Estados Unidos también fue parte del problema. Esta vez es diferente para todos nosotros. La Casa Blanca ha dicho que “Estados Unidos está con el pueblo de Nicaragua, incluido los miembros del partido sandinista que están pidiendo reformas democráticas y el fin de la violencia”.

Durante mis tres años en Nicaragua, hemos estado dispuestos a trabajar con miembros del partido sandinista y seguimos dispuestos a trabajar con aquellos que buscan una reforma democrática. Pero todos ustedes son la verdadera clave para construir el futuro de Nicaragua, pero debe ser diferente a los ciclos históricos del pasado. El modelo de Caudillo debe terminar ahora y el poder y las oportunidades deben compartirse con todos. Eso puede sonar aterrador para algunos de ustedes, pero será la clave para construir un futuro sostenible para el país.

He conocido a muchas mujeres con talento en Nicaragua y se les debe dar igualdad de oportunidades para participar en la nueva Nicaragua. Los jóvenes de Nicaragua han demostrado a través de sus valientes esfuerzos en estos últimos 6 meses que están comprometidos con el futuro del país y quieren democracia y estado de derecho para todos. Las madres, tías, hermanas, abuelas y otros miembros de la familia de las muchas personas que han perdido la vida continuarán pidiendo justicia para sus familiares.

Las instituciones públicas deben balancear la diversidad de intereses de una sociedad, no ser capturadas por algunas de ellas. Los nicaragüenses merecen una democracia, un verdadero estado de derecho y el respeto real de quienes eligen ara servirles.

Al concluir mi tiempo de servicio en Nicaragua y también este discurso, permítanme enfocarme en la Nicaragua de la cual me enamoré durante mi tiempo aquí. Lo que siempre recordaré, es a la gente.

Cuando llegué por primera vez, la Embajada organizó un concurso en Facebook y preguntó a las personas que lugares debía visitar. Recibimos miles de sugerencias de viajes por todo el país.   Todos estaban muy orgullosos de Nicaragua y sus comunidades. Algunos recomendaron visitar lugares famosos como León y Granada. Otros, dijeron visitar lugares como el Volcán Masaya, para ver la belleza natural del país.

Ya sea disfrutando de un día en una isleta cerca de Granada, conduciendo por las montañas cercanas a Matagalpa y Jinotega para aprender sobre la producción de café, asistiendo a EXPICA   para aprender   sobre el negocio de ganado, o viajando a Bluefields o Puerto Cabezas   para experimentar la cultura caribeña, la diversidad del país fue increíble.

Recuerdo que cada año visité en Boaco la tumba del soldado estadounidense PFC Roger Suárez con su familia para honrar su sacrificio de hacer del mundo un lugar mejor. Disfruté recolectando basura con estudiantes nicaragüenses para ayudar a proteger las hermosas playas a lo largo del Pacífico.

Aprendí de un estudiante de la Costa Caribe que señaló que su región del país no está representada en el eslogan “tierra de los lagos y volcanes”. Sorprendentes empresarias me enseñaron sobre los desafíos de iniciar negocios sin acceso a financiamiento.

Recuerdo a una madre de una comunidad rural que tuvo que ir en contra el consejo de su familia   para permitir que su hija viajara a los Estados Unidos para poder ampliar su experiencia de vida.    La gente de Waspam me mostró la belleza de la frontera con Honduras cuando nuestros militares trabajaron con los militares nicaragüenses para brindar atención médica.

Vi los efectos continuos de la deforestación debido a la tala de árboles en partes remotas del país. Los familiares que perdieron a sus madres, hermanas o hijas debido a la violencia contra las mujeres demostraron gran fuerza y dignidad ante tal tragedia.

Me emocionó celebrar la medalla de oro del equipo masculino de baloncesto en silla de ruedas y el éxito el equipo femenino. Había visitado sus juegos informales muchas veces los fines de semana y ellos y sus familias siempre se tomaban el tiempo de explicar pacientemente as reglas del juego. Todos son ganadores.

Aprendí que los nicaragüenses declaman la poesía de Rubén Darío como nadie más. Los mejores   eran estudiantes en comunidades muy rurales que realmente tenían una comprensión profunda del significado detrás de las palabras.

También aprecié la amistad de todos los miembros de AmCham durante mi estadía en Nicaragua. Ustedes me abrieron las puertas de sus hogares y negocios y nos hicieron sentir bienvenidos a mí y a mi esposo. Muchas gracias, y estoy segura de que le darán la misma bienvenida al nuevo Embajador, Kevin Sullivan.

Si bien podría continuar, creo que es apropiado que concluya diciendo que, como ustedes, me preocupo por los muchos que han sido arrestados tan injustamente y los muchos que se han visto obligados a dejar a sus familias e irse del país. También lamento las muchas vidas perdidas en estos últimos meses. Nunca los conocí personalmente, pero sentí la pérdida de cada uno de ellos.   Ellos representan lo mejor de la Nicaragua que amo y que tristemente, ahora tengo que dejar.

Ofrezco mis condolencias personales a sus familiares y amigos y espero que tengan la oportunidad de vivir su luto en paz.  Me entristece la pérdida de vidas y las dificultades que he presenciado en los últimos 6 meses, pero me siento alentada por el espíritu del pueblo nicaragüense que he visto durante mis 3 años aquí.

Tengo la esperanza de que su compromiso y el de ustedes, prevalezca para construir una Nicaragua más próspera, segura, y democrática. Como dijo el Secretario de Estado Pompeo:  “Espero el regreso de su hermoso país a la paz, la libertad y la democracia”.

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