Zinedine Zidane y 284 días de caos
El Madrid recupera la calma después de los fracasos y polémicas de Lopetegui y Solari
«No tengo ninguna duda de que volverá».. Desde esa frase de Florentino Pérez han pasado 284 días y tres entrenadores: Zinedine Zidane, Julen Lopetegui y Santiago Solari. 46 partidos, con 28 victorias, cuatro empates y catorce derrotas, a cada cual más preocupante que la anterior.
El 31 de mayo, un rato después de la rueda de prensa en la que Zidane anunció su dimisión, Florentino Pérez y José Ángel Sánchez trabajaban ya en una solución al ‘adiós’ del entrenador que les había dado tres Ligas de Campeones consecutivas. Aquellos pensamientos y negociaciones resultaron en uno de los mayores cismas que ha vivido la selección española de fútbol a lo largo de su historia: Julen Lopetegui abandonó Rusia días antes del inicio del Mundial despedido por Luis Rubiales y contratado por el Real Madrid. No era el deseo del club blanco, que había acordado con el técnico el anuncio del fichaje después del torneo, pero se vio obligado ante el peligro de una filtración durante la disputa del mismo. En la cúpula blanca querían evitar problemas, pero la sola elección de Lopetegui ya avivó la llama.
Lopetegui llegó al palco de honor del Bernabéu el día 14 de junio, entre lágrimas, -«ayer fue el día más triste desde la muerte de mi madre y hoy es el día más feliz de mi vida»-, defendido ante los mensajes críticos de Rubiales por un Florentino que parecía haber olvidado a Zidane. Con un ojo en Krasnodar y el otro en un vestuario en el que ya se olía el siguiente cisma blanco: el adiós de Cristiano Ronaldo.
CRISTIANO Y EL DEBATE
No había pasado ni un mes desde la presentación de Lopetegui y hacía poco más de una semana que España había caído en los octavos de final del Mundial, cuando la Juventus anunció el fichaje de la estrella merengue por algo más de 100 millones de euros. Fin a la era de uno de los mejores jugadores que habían pasado por el Bernabéu y punto y final, parecía entonces y se confirmó después, del lustro dorado del Madrid.
La venta de Ronaldo fue uno de los grandes puntos de debate del madridismo: las razones de su marcha y la escasa respuesta de la directiva del Madrid en la búsqueda de un sustituto. Volvió Mariano, llegó Vinicius y en Chamartín se confió todo a Karim Benzema, Gareth Bale y la explosión definitiva de Marco Asensio. Hoy, se puede decir que sólo el francés ha respondido.
5-1 EN EL CAMP NOU
El Madrid de Lopetegui perdió la Supercopa de Europa ante el Atlético en verano y tocó fondo en octubre, con derrotas en Moscú, Vitoria y en casa ante el Levante, razones que llevaron a Florentino a destituir a Julen después del naufragio en el Camp Nou (5-1) y el casi ‘adiós’ a la Liga. Era 30 de octubre. El comunicado del despido hacía referencia a la «desproporción entre los ocho jugadores nominados al Balón de Oro y los resultados obtenidos». En lo alto del Bernabéu seguían creyendo que la planificación era buena.
Llegó Solari como interino y su idea de ir a Melilla, a la Copa del Rey, «a jugar con dos cojones«. El Madrid enlazó tres victorias seguidas ante Valladolid, Viktoria Plzen y Celta y el club anunció la renovación del contrato del argentino. Era 13 de noviembre. Un rápido éxtasis que se interrumpió en el 3-0 en Eibar, el primer pozo de Solari, salvado por la victoria en Roma y la recuperación en Liga. La sonrojante derrota ante el CSKA (0-3) se tapó con el Mundial de Clubes, y el buen hacer en la competición liguera llegó hasta la derrota ante el Girona (1-2), después de un gran partido en el Wanda Metropolitano (1-3) y el empate en el Camp Nou en la ida de semifinales de Copa ante el Barça. A partir de ahí, el apocalipsis: 0-3 y 0-1 ante el Barça en Copa y Liga y 1-4 ante el Ajax en la vuelta de los octavos de final de la Champions. Demasiado sonrojante para cualquiera. Entre rumores sobre Mourinho apareció la impoluta sombra de Zinedine Zidane.
El entrenador ha muerto. Larga vida al entrenador.